Gabriel Boric: Una carrera que comienza tarde y el peso del Frente Amplio
Llega tarde, muy encima de las elecciones del 11 de abril, mientras sus contendores de la centroizquierda y del oficialismo ya han ganado terreno en sus despliegues junto a postulantes a alcaldes, concejales, constituyentes y gobernadores. El recientemente anunciado candidato presidencial de Convergencia Social tiene como uno de sus principales flancos el tiempo perdido en campaña. Esto, al interior de un bloque -el Frente Amplio- que inició una difícil búsqueda desde que Beatriz Sánchez desistiera de emprender nuevamente este desafío. La búsqueda tardó. Y el riesgo de haber quedado sin un representante era alto, lo que hubiera incrementado el complejo escenario por el que ha pasado la coalición en el último tiempo, con varias renuncias incluidas.
Ahora, lo que se juega Boric con su candidatura es más que el éxito o fracaso que tenga como figura, sino que, más bien, su resultado influirá determinantemente en el peso y el devenir del Frente Amplio después de las presidenciales de noviembre o de las primarias de julio, dependiendo la fórmula que finalmente elijan.
Ignacio Briones: La pesada mochila de haberse opuesto al 10%
Personeros de su sector coinciden en que el exministro de Hacienda carga con la pesada mochila de haberse opuesto a los dos retiros del 10% y haber sido el rostro de ambas derrotas del gobierno. Efectivamente, ese es un tema obligado en todas sus entrevistas y reuniones de campaña, en que él debe explicar su rechazo a una iniciativa que la mayoría de los chilenos apoyó, según las encuestas.
Su otro flanco abierto que le enrostra la oposición, e incluso sectores de la centroderecha, es “haber llegado tarde con la ayuda social” en plena pandemia, donde una gran parte de los trabajadores perdió su empleo. Por ello, sus esfuerzos apuntan a desmarcarse de esa “sensación ambiente”. El jueves, de hecho, Briones y su partido enviaron una carta a Piñera planteando “la urgente necesidad de ir en ayuda de las personas y sus familias con recursos del Estado”. Esto, proponiendo “avanzar en la eliminación de exenciones tributarias, estudiar la implementación de un subsidio a la contratación y avanzar en medidas para refinanciar deudas de consumo”.
Otros agregan que al igual que sus antecesores en Hacienda, sufre hoy el “síndrome Teatinos 120”, donde, tras estar expuesto a una alta visibilidad pública, pasas de la noche a la mañana a la falta de atención.
Ximena Rincón: Entre la “responsabilidad” y el aislamiento
A juicio de la DC, el principal talón de Aquiles de Ximena Rincón es el difícil dilema en el que se encuentra su candidatura: por un lado, el desafío de generar una propuesta diferenciadora del resto de la centroizquierda, en el complejo ambiente que se vive en el país, con numerosas iniciativas que han ido surgiendo -como el retiro del 10%- y que en la DC califican como “populistas”. En el fondo, se trata de la capacidad que tenga de mostrar una alternativa “responsable” y que entregue “gobernabilidad”. Pero, por otro lado, en el partido dicen que eso le puede costar caro en términos electorales, en el caso que se aleje demasiado del resto de la centroizquierda al intentar mostrar esa “responsabilidad”, lo que podría -advierten- dejarla aislada.
José Antonio Kast: El síndrome ME-O
Un experto electoral de la centroderecha habla de que Kast sufre el síndrome de ME-O como su talón de Aquiles. “Al igual que Enríquez-Ominami, José Antonio fue la novedad en la elección presidencial pasada, pero ya no. Él ya no es novedad”, dice.
Entre los cercanos al líder del Partido Republicano reconocen como un problema el llamado “voto útil” en la centroderecha. Y explican que muchas personas le dicen a Kast que “votarían por él y sus ideas, más en estos momentos en que se necesita una mano más dura”, pero que temen “perder su voto”, considerando que no se encuentra entre los candidatos mejor posicionados.
Por de pronto, en el entorno de Kast descartan que la falta de estructura sea una dificultad. Y señalan que al Partido Republicano sólo le falta constituirse en las regiones de Arica, Atacama, Aysén y Magallanes.
Paula Narváez: Bajo conocimiento y apoyo
Una de las principales debilidades de Narváez es su bajo nivel de conocimiento en las encuestas. En el sondeo de Cadem difundido a mediados de marzo obtuvo un 49%, cinco puntos más que en febrero, pero 10 puntos más bajo que Heraldo Muñoz. Y en cuanto a aprobación, la abanderada socialista fue la que recibió las peores cifras junto con Gabriel Boric: ambos con un 27% de apoyo y 66% de rechazo.
A eso se suma lo que en sectores de la oposición identifican como poco entusiasmo de todo el PS en cuadrarse detrás de su candidatura. “No veo a un Partido Socialista todavía con mucho entusiasmo”, dice Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la UDD. En medio de este escenario, el coordinador político de su campaña, Manuel Monsalve, fue integrado a la directiva. Esto, como una forma de dar una señal de unidad en torno a la abanderada.
Joaquín Lavín: Reencantar a la UDI y convencer al empresariado
“Si la primaria fuese hoy, no votaría por Lavín”, afirmó el domingo pasado Jacqueline van Rysselberghe. El proyectil no pasó desapercibido en el entorno de Lavín, donde esperan el resultado de las municipales para definir los pasos a seguir en su estrategia presidencial. Porque aparte del resultado de Matthei en Providencia, el futuro del alcalde también depende de su arriesgada apuesta en Las Condes, al apoyar a la desconocida sicóloga Daniela Peñaloza, quien disputa los votos de la derecha con el candidato del Partido Republicano, Gonzalo de la Carrera.
La tarea de Lavín es recuperar la confianza de su partido y reencantar a la derecha más dura y al empresariado, que lo respaldó con convicción en sus aventuras presidenciales anteriores y que ahora siente que Matthei es quien representa más fielmente las ideas del sector.
Al respecto, desde su equipo agregan que otra complicación es buscar el “justo equilibrio” para competir con una adversaria que, a la vez, es cercana. Y ponen como ejemplo que, al renunciar él a la reelección, no emplazó a su par de Providencia a hacer lo mismo.
Según Auth, el gran problema de Lavín es que su plan de gobierno de unidad “es visto como un proyecto imposible por todos, por la sociedad y por las élites, porque requeriría de una reingeniería de todo el sistema político”. Roberto Izikson agrega que “la gente duda si lo que él puede hacer a nivel local lo puede repetir a nivel nacional”.
Mario Desbordes: El alto costo de su paso por Defensa
Diariamente, el candidato de RN busca recuperar la influencia y el peso político que tuvo a mediados del año pasado, cuando en plena pandemia puso en aprietos a La Moneda al respaldar el retiro del 10%. Y su gran dificultad es que hasta ahora no lo consigue, según indican los estudios de opinión. Lo ha intentado con propuestas bien populares, como un gabinete paritario para fortalecer la equidad de género, un plan universal de salud o una reforma al CAE, entre otras, las que no han tenido el eco esperado, reconocen sus cercanos. Volver a encarnar a ese político atrevido que se desmarcó de la derecha tradicional y que se desdibujó al entrar al gobierno es su principal dificultad y desafío.
Además, el experto electoral Pepe Auth advierte sobre otro talón de Aquiles. “Hasta ahora, nunca ha habido un candidato de la derecha que no salga de la élite, pero a veces las debilidades también son fortalezas”, dice.
Daniel Jadue: Cuánto crecer desde el PC
Identificado como uno de los “ganadores” del estallido social, desde donde su figura comenzó a crecer en las encuestas, Daniel Jadue tiene una serie de atributos que lo hacen ser uno de los candidatos presidenciales del PC más competitivos de los últimos años.
Sin embargo, en la oposición sostienen que uno de sus principales flancos es un elemento difícil de controlar: el electorado en Chile, que suele ser -al observarse las últimas elecciones- mayoritariamente de centroizquierda, pero moderado. Así, en el sector creen que, al representar a la izquierda, su potencial de crecimiento en términos de votación sería limitado, a diferencia de otros abanderados de la centroizquierda, lo que se suma a que no ha crecido en las encuestas en el último tiempo. Por ejemplo, en la Cadem de mediados de marzo se reflejó una baja de 42% a 38% en su nivel de apoyo.
Evelyn Matthei: ¿Alcaldesa o candidata presidencial?
Según Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos de Cadem, la principal debilidad de Matthei es “la paradoja que se produce al ser hoy la candidata más competitiva en unas primarias de Chile Vamos, pero que no logra traspasar esa fortaleza en su sector a otros segmentos de centro o independientes”, como sí lo logra Lavín. Sus adversarios y expertos electorales consultados coinciden, además, que otra dificultad que debe sortear la alcaldesa es estar haciendo campaña por su reelección en Providencia y, al mismo tiempo, para llegar a La Moneda. “Si ella obtiene un gran resultado en las municipales, como creo que será, su debilidad será su propia contradicción de querer quedarse en la alcaldía o buscar la presidencial”, agrega Izikson.
En su equipo dicen que una gran desventaja frente a sus rivales es -y será- su firme decisión de no pedir dinero a ningún empresario para su campaña, en tiempos en que la pandemia exige recursos para llegar a la ciudadanía.
Heraldo Muñoz: Poco efecto mediático
Cuando Narváez describió a Heraldo Muñoz, a inicios de marzo, como un “político de la transición” apuntó, precisamente, a lo que en el entorno del abanderado PPD identifican como una de sus debilidades: que su figura se vincula a un político tradicional de los últimos 30 años, esos que han sido parte del cuestionamiento tras el estallido social. ¿Cómo despegarse de esa imagen? Esa es una duda instalada en el PPD, donde saben que su trayectoria es al mismo tiempo una fortaleza y una debilidad.
El otro punto es su capacidad de generar atención mediática. “No es ese candidato que enciende, que provoca, lo que es una debilidad y, a la vez, una ventaja para Jadue”, dice Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la UDD. Desde el equipo de Muñoz admiten que su impacto mediático es menor al de otros personajes y que eso es algo que buscan revertir. En ese contexto, señalan que en los próximos días presentará propuestas programáticas en medioambiente y en materia tributaria para ir reforzando su presencia.
Sebastián Sichel: “Invitado de piedra” y sin estructura partidaria
“No puedes ser candidato presidencial si no tienes tropas de Arica a Magallanes”, advierte un dirigente de la UDI que explica que las campañas se hacen desde el trabajo de los dirigentes comunales, concejales y alcaldes. Y, efectivamente, la gran debilidad de Sichel es la falta de una estructura partidaria -y recursos- para montar una campaña. Porque, pese a los desprestigiados que están los partidos, son claves a la hora de montar una campaña. “Después del 11 de abril se va a ver, en general, la importancia del sostén territorial y de gobernabilidad, es decir, sabremos cuántos gobernadores, alcaldes y concejales están detrás de cada candidato, verás el peso de cada presidenciable”, afirma Pepe Auth. “Pero esa huerfandad puede ser una fortaleza en primera vuelta”, advierte Izikson, quien agrega que “amplios sectores de la derecha lo ven con buenos ojos”.
Otra dificultad que hasta ahora el exministro no ha podido sortear es el mostrar apoyos de peso. Porque el supuesto respaldo de Andrés Chadwick, Andrés Allamand y otros referentes de la centroderecha, por diversas razones, no se ha podido materializar y sigue siendo el “invitado de piedra” en las primarias de Chile Vamos.
Carlos Maldonado: Un llanero solitario
Representa al partido más pequeño de la exConcertación y gran parte de la dirigencia histórica del Partido Radical no lo apoya, debido a líos internos. Y si su plus podría haber sido ser un exministro bacheletista, con la presencia de Narváez y Muñoz dejo de serlo.
Por eso, la candidatura del abogado Carlos Maldonado se ve bien cuesta arriba, más aún si los resultados de las próximas elecciones del 11 de abril no lo acompañan.
Pese a ello, desde la recuperación de la democracia, el PR siempre ha levantado una opción presidencial, que posteriormen negocia a cambio de presencia en el comando ganador o en el eventual futuro gobierno. Quizás esa sea la única apuesta de los radicales.