En 1970 se pusieron en marcha los primeros estudios que sentaban las bases de la inmunoterapia, un tratamiento innovador contra el cáncer basado en hacer que el sistema inmune ataque a las células tumorales. Pero no fue hasta 1992 cuando el investigador japonés Tasuku Honjo y su equipo descubrieron un mecanismo para potenciar las defensas naturales de los pacientes con ese objetivo.

Los trabajos de este inmunólogo, nacido en Kioto en 1942, han sido fundamentales en la identificación en la superficie de los linfocitos T de la proteína 1 de muerte celular programada (PD-1) y su ligando (PD-L1), que controlan el sistema inmune como un interruptor, activando o inhibiendo las células del sistema inmunológico, de manera que son incapaces de reconocer al tumor como extraño y eliminarlo. Al soltar esas riendas, mediante un medicamento llamado nivolumab, el propio sistema inmune ataca con saña a las células tumorales.

En la mente de Honjo está grabado uno de los primeros casos con éxito, el de una mujer de 60 años con cáncer de ovario. Al año de tratamiento, estaba limpia. La estrategia -eficaz para alrededor del 25% de los pacientes, según el diario español El País- ha sido aprobada desde 2014 para algunos tipos de cáncer de piel, de pulmón, de riñón y de hígado. Y las indicaciones no paran de crecer. Hay 2.000 ensayos clínicos en marcha. Las ventas del nivolumab superan los 4.300 millones de euros anuales.

Estos hallazgos le valieron a Honjo el Premio Nobel de Medicina 2018 (junto al estadounidense James P. Allison) “por su descubrimiento de la terapia contra el cáncer por la inhibición de la regulación inmune negativa”. “Creo que el cáncer puede ser una enfermedad crónica algún día... Creo que el cáncer no amenazará nuestras vidas”, ha vaticinado Honjo. Y en la conferencia del Nobel le puso fecha a ese hito: 2050.

Pero hoy Honjo, considerado uno de los “padres” del tratamiento inmunoterápico y uno de los principales responsables del “cambio de paradigma” en el tratamiento del cáncer, está preocupado por la pandemia del Covid-19. En un programa de televisión dijo que Japón necesita aumentar las pruebas de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) para detectar contagios de coronavirus Sars-CoV-2 a más de 10.000 por día, en comparación con el peak actual de aproximadamente 7.000 a mediados de abril. Como parte de sus propuestas de emergencia, instó a los residentes de Tokio, Osaka y Nagoya a que impongan “la total autocontención de las salidas” durante un mes.

Y es que, a juicio del profesor del Departamento de Inmunología y Medicina Genómica, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Kioto, “esta es una lucha contra un ninja invisible”. “El campo de batalla está en casa y en el exterior, y es necesario saber dónde y en qué medida el enemigo existe a nuestro alrededor”, grafica, en momentos en que Japón registra 12.829 casos y 345 decesos por el Covid-19.

En esta entrevista con La Tercera, Honjo entrega su visión de la pandemia. Junto con cuestionar la reacción de las autoridades de Japón frente al brote, advierte de la escasa información que hoy existe sobre el grado de inmunidad de los recuperados de Covid-19 y de los riesgos de iniciativas como el pasaporte de inmunidad. “Esto es peligroso”, enfatiza.

¿Qué piensa sobre la actual pandemia de coronavirus Sars-CoV-2?

Esta es una emergencia extraordinaria y un gran desafío para Japón. Se han perdido muchas vidas y la economía mundial ha sufrido un tremendo golpe. La clave es cómo podemos minimizar el impacto. Es como si estuviéramos atrapados en el barro, por lo que debemos pensar mucho sobre cómo podemos escapar de él. Será una competencia de los países que pueden poner fin rápidamente a la crisis, y para hacer eso, necesitamos controlar los contagios. Queremos evitar un aumento de pacientes y el colapso resultante del sistema de atención médica. Las personas entran en pánico porque podrían morir. Necesitamos un tratamiento para reducir las bajas, por lo tanto, debemos aprovechar los datos de la investigación, incluidos los reportados desde China, y utilizar activamente los medicamentos que se recomiendan para el virus. El gobierno debería tomar medidas extralegales para que el seguro cubra dichos tratamientos.

Usted ha dicho que la pandemia de Covid-19 “es una lucha contra un ninja invisible”. En su opinión, ¿qué tan grave es la amenaza de este nuevo coronavirus? ¿Puede ser tan mortífera como la gripe española de 1918?

Sí, creo que este es un problema muy serio. Es obvio, porque tenemos muchas personas muertas en Europa y Estados Unidos. Es muy difícil compararlo con la gripe española, porque la situación médica era totalmente diferente en ese momento, hace casi 100 años. La tasa de mortalidad en esta etapa aún no se ha establecido, porque la cantidad de personas infectadas todavía es cuestionable. Esto se debe a que no se hacen tantas pruebas de PCR como para que esos datos sean confiables y la prueba en sí misma no es ciento por ciento confiable, pero suponiendo que la tasa de mortalidad es del 5%, esta es una enfermedad muy grave.

¿Cómo evalúa la forma en que las autoridades japonesas han abordado la crisis de Covid-19? ¿Qué errores se han cometido?

Creo que sus movimientos fueron demasiado lentos. Deberían haber hecho una solicitud más rápida para frenar la salida de la gente de sus casas. La compensación económica no es mi especialidad y este argumento es muy difícil. Pero estoy totalmente de acuerdo: el gobierno debería ayudar a las personas que sufrieron con esta política de quedarse en casa. Sin embargo, no puedo dar una respuesta correcta sobre cuánto o cómo y a quién debe dirigirse esta política. Definitivamente, ellos deberían ser un apoyo rápido y suficiente para quienes sufren esta pandemia.

¿Qué desafíos enfrenta Japón específicamente?

Responder a un brote es un poco como la guerra. Tú debes tomar el control de los sistemas sociales en caso de emergencia y responder con autoridad firme. Los expertos necesitan hacer recomendaciones de política antes de que ocurra un desastre, y el gobierno necesita ponerlas en práctica, pero Japón no hace esto. Es necesario que haya una organización como los Centros para el Control de Enfermedades en EE.UU. que supervise constantemente la situación y vincule la investigación y la política. No es ideal que no tengamos una fuerza de defensa para emergencias médicas. El brote actual ha demostrado cuán retrasados estamos en nuestra estrategia de tecnología de la información y cuán socialmente no preparados estamos. La respuesta de Taiwán es un buen ejemplo para nosotros. Cada ciudadano tiene un número de identificación único que también está vinculado a su información médica. Las clases en línea también ayudan a los estudiantes a sentir que están recibiendo atención personalizada de sus profesores y son mejores que estar aislados en una sala de clases de 40 estudiantes. Deberíamos estar promoviendo el aprendizaje en línea.

¿Cuál es su opinión sobre la utilidad de las medidas de cuarentena y aislamiento social? ¿Cuál es el tiempo mínimo que deben mantenerse para que sean efectivas? ¿Existe el riesgo de una segunda ola de contagios si se levantan estas restricciones?

Yo pienso que esta es la estrategia básica para luchar contra las epidemias. Primero, se debe proceder a la identificación de las personas contagiadas y su aislamiento. Un lugar de aislamiento grande, totalmente libre y separado de la enfermería. Pero lo mínimo es quedarse en casa. Sobre si existe el riesgo de una segunda la ola de contagios si se levantan estas medidas, sí, puedo ver claramente que es una posibilidad, una significativa posibilidad. Creo que es importante determinar el tratamiento de la enfermedad y el establecimiento de la detección de anticuerpos de los individuos.

En algunos países, como Corea del Sur, se han informado casos de pacientes recuperados de Covid-19 que ahora están reinfectados. ¿Cómo se puede explicar esta situación?

Mi respuesta directa es que la prueba de PCR podría ser un falso positivo. La otra posibilidad es que el poder de defensa de la inmunidad es variable entre los individuos. Así, entonces, hay personas que se infectaron una vez y luego se recuperaron que ahora tienen o no anticuerpos protectores muy fuertes. Tienen que verificarlo. Hay muchas variaciones entre los individuos.

Usted dijo en un programa de televisión que Japón necesita aumentar las pruebas de PCR para detectar los contagios de virus a más de 10.000 por día, en comparación con el peak actual de aproximadamente 7.000 tests a mediados de abril. ¿Cuál es la tasa diaria de pruebas recomendada para controlar adecuadamente la propagación del nuevo coronavirus?

Sí, creo que es muy importante aumentar las pruebas a la mayor cantidad posible. Pero ahora también es importante configurar su precisión. Creo que la prueba de anticuerpos en la sangre es más confiable y rápida.

¿Qué se sabe sobre el grado de inmunidad adquirido por las personas que se han enfermado de Covid-19? ¿Cuánto dura esta inmunidad?

Nadie lo sabe.

¿Cuándo se considera que un paciente recuperado de Covid-19 ya no puede infectar a otras personas? ¿Qué prueba es más confiable para certificar esta condición: una PCR o una prueba de anticuerpos?

Definitivamente, la prueba de anticuerpos es más confiable y sólida aquí. Esta registra positivo solo cuando la persona todavía está produciendo virus en su cuerpo y una vez que se recupera por completo no habrá virus que pueda detectarse mediante el método de PCR.

Algunos países están considerando otorgar pasaportes de inmunidad a las personas que se recuperaron de Covid-19. ¿Considera que su implementación hoy es una medida correcta? ¿Por qué?

No lo pienso así. Esto es peligroso.

Hasta el momento, no se ha encontrado una terapia efectiva contra el Covid-19, aunque algunos investigadores han insistido en los beneficios del uso de hidroxicloroquina o transfusiones de plasma. ¿Cuál es su opinión acerca de esto?

Bueno, esta es una pregunta muy importante e insto encarecidamente al gobierno a que invierta mucho dinero para averiguar si existen medicamentos que puedan ser útiles contra el Covid-19. La hidroxicloroquina es, sin duda, uno de ellos, pero hay muchos otros medicamentos utilizados para la influenza, el ébola o el VIH, por lo que estos medicamentos son potencialmente útiles contra el Covid-19.

¿Cree que la única solución a la pandemia es encontrar una vacuna? ¿Cuándo podría estar lista? ¿La urgencia por desarrollar una vacuna puede conllevar riesgos?

Creo que la generación de vacunas contra este tipo de virus que contienen genoma de ARN (ácido ribonucleico) no es fácil. Nosotros ya conocemos vacunas contra la influenza o el VIH que hasta ahora no han tenido mucho éxito. Y, en realidad, lleva mucho tiempo desarrollar una buena vacuna. Me concentraría más en el tratamiento, en la fase inicial, con el uso de los medicamentos utilizados para otros virus y, en la etapa posterior, para evitar la tormenta de citoquinas, recomendaría el tratamiento con un anticuerpo que ya se conoce y que actúa frente al receptor de la interleucina-6 (IL-6R) para detener la tormenta de citoquinas inducida por el Covid-19.

¿Cómo será el mundo posterior al coronavirus?

No podemos detener los movimientos de las personas para siempre solo por la nueva pandemia de coronavirus. No espero que el brote revierta la marea de la globalización. China tendrá un gran papel que jugar. La enfermedad se originó en China, pero el país también será el primero en recuperarse de ella. No puedo decir si esto aumentará la influencia china o si el mundo evitará a China, pero existe la posibilidad de que el orden global cambie con el brote.