Al más puro estilo de Gran Hermano -el reality show que hoy transmite Chilevisión-, la convivencia al interior del Concejo Municipal de Las Condes se ha ido tornando cada día más difícil, encendiendo algunas alarmas en el sector.
En las últimas sesiones -realizadas los jueves y disponibles en YouTube- se han producido tensos enfrentamientos entre dos bandos que, curiosamente, lideran dos concejales republicanos, colectividad en que la disciplina interna es una obligación.
Por un lado está Sergio Melnick, quien ha cuestionado duramente “el manejo discrecional de millonarios recursos” por parte de la alcaldesa Daniela Peñaloza (UDI), especialmente los utilizados para la compra de dos paños –uno de ellos de 10 de casas- para instalar un Cesfam, transacción que hoy está siendo investigada por Fiscalía y por Contraloría y que el polémico economista bautizó como “El Sierra Bella de Las Condes”.
A Melnick se suman Catalina San Martín (Evópoli), Patricio Bopp (ex UDI), la vicepresidenta del Partido Republicano, Catalina Ugarte, y Leonardo Prat (independiente pro Republicano).
La última acción conjunta de este grupo fue el rechazo al financiamiento del “botón de pánico”, proyecto de seguridad que desde 2007 beneficia de forma gratuita a 11 mil hogares de la comuna. Su alto costo, el hecho de que sólo un 5% de las activaciones corresponde a emergencias relacionadas con seguridad y el que una gran cantidad de dispositivos no esté hoy funcionando, fueron algunos de los argumentos del bloque disidente.
La otra facción, que ha defendido a rajatabla la gestión de la sicóloga que reemplazó a Joaquín Lavín en 2021, la lidera la abogada Marie Claude Mayo, una de las mujeres más cercanas a José Antonio Kast en republicanos. Ambos se conocieron como mechones en la Escuela de Derecho de la UC y luego ganaron la directiva del centro de alumnos.
A ella se suman el experimentado político Julio Dittborn (UDI), Luis Hadad (Renovación Nacional) y Javiera Kretschmer (Evópoli).
Isidora Alcalde (Revolución Democrática), la única representante de izquierda en el concejo, ha observado desde afuera la guerrilla en la derecha, y así como ha apoyado a Peñaloza en varias iniciativas claves -como la renovación de los computadores obsoletos del municipio- y no se sumó a la embestida judicial por el caso del Cesfam, también se ha abstenido en muchas iniciativas.
“Respeto y valoro el rol fiscalizador del concejo municipal... Como país estamos en un momento de mucha polarización y desconfianzas, y Las Condes no es ajena a este contexto”, señala Peñaloza, quien ha evitado responder en la hora de incidentes las acusaciones de los concejales.
“Espero que cada día trabajemos más coordinados, sin olvidar que se debe poner a los vecinos al centro y no a los objetivos político partidistas”, agrega la edil, quien en 2021 venció al exrepublicano Gonzalo de la Carrera -actualmente diputado- por más de 14 mil votos en una tensa campaña.
Los primeros efectos del quiebre
“Estamos viviendo días tristes en la municipalidad, donde algunos concejales han ejercido su poder fiscalizador sin el cuidado correspondiente. Fui diputado 12 años y una de las cosas que más me chocaron fue ver la irresponsabilidad con que muchos usaban su poder para acusar a adversarios políticos de los más tremendos delitos, con el único objetivo de ganar centímetros cuadrados en la prensa y minutos en televisión”, dijo Dittborn en la sesión del concejo del 15 de junio, apuntando a Melnick, quien también ha cuestionado las altas cifras que se gastaron en los procesos de vacunación.
“Conozco a Julio hace más de 40 años, fue mi jefe y tenía la máxima admiración hacia él, pero no estoy dispuesto a aceptar su perorata moral. Quiero decirle a don Julio que un municipio no es una fraternidad social, religiosa o política, como parece que se manejó esta municipalidad durante las gestiones anteriores”, respondió Melnick, ante la mirada nerviosa de Peñaloza, quien pidió mantener el respeto.
Aparte del rompimiento de la larga amistad entre Dittborn y Melnick (ambos trabajaron juntos en Odeplan en los 80), el fuego cruzado ha tenido una serie de otras consecuencias que han requerido la intervención de los partidos.
Hace unos meses, Bopp -uno de los concejales más cercanos a Lavín en la administración anterior- dejó la UDI denunciando la falta de apoyo de su partido a su rol fiscalizador en el caso Cesfam. “Tanto en el tema del Cesfam, los botones de pánico y el traspaso de recursos directo a fundaciones hoy cuestionadas (en el marco del caso Democracia Viva), tienen un hilo conductor común, que es que la administración no quiere trabajar con los concejales, o al menos eso sentimos”, acusa Bopp.
Desde la municipalidad señalan que eso no es verdad y que Peñaloza en una reunión a inicios de 2022 le expuso al concejo la hoja de ruta de su administración, explicándoles los proyectos y sus costos, entre ellos, el Cesfam y la construcción de un nuevo colegio.
De la UDI, en tanto, señalan que cuando Lavín renunció para ser candidato presidencial -en enero de 2021-, Bopp sintió que tenía el mejor derecho a sucederlo y le dolió que el exedil haya optado por Peñaloza. Desde entonces -agregan- mantuvo una actitud cortante con la alcaldesa, pese a ser de su mismo partido y generación.
Pepa Hoffmann: “A los vecinos no les gusta que las peleas nacionales se traspasen a los concejos municipales”
“Algo que hemos aprendido todos estos años y que muestran las encuestas, es que a los vecinos no les gusta que las peleas nacionales se traspasen a los concejos municipales, porque al final las que pierden son las familias de las comunas”, señala Pepa Hoffmann, secretaria general de la UDI.
La tensión también se trasladó a Evópoli, cuyas dos representantes en el concejo mantienen posturas antagónicas. Mientras San Martín ha liderado la investigación por un supuesto sobreprecio en la compra de una vivienda en el sector Manquehue Sur para construir un Cesfam, su par, Javiera Kretschmer, ha defendido la transacción.
En una reciente comisión política de Evópoli, la presidenta de la colectividad, Gloria Hutt, respaldó la acción fiscalizadora de San Martín, quien denunció presiones de parte de miembros de la actual disidencia de Evópoli que perdió las últimas elecciones internas. “Mi responsabilidad y lealtad está con mis principios y con quienes me eligieron”, dice San Martín.
Luis Hadad, el único concejal electo de RN en una comuna en que históricamente tenían dos o más representantes, comenta que en su partido también ven hoy preocupación lo que ocurre en Las Condes.
“Cuando el trono está ocupado todos quieren ser rey, y eso pasa hoy en Las Condes. El que Peñaloza sea una alcaldesa nueva, sin el conocimiento político que tenían Lavín, Francisco de la Maza o Carlos Larraín, les ha afilado los colmillos a varios”, señala el concejal.
Para Tomás Duval, experto electoral de RN, hay dos aristas políticas que explican la arremetida republicana contra Peñaloza: “La ácida crítica a Joaquín Lavín y a lo que se asocie a él, en este caso la alcaldesa Peñaloza, por sus actitudes y posicionamiento político que habría, según ellos, desvirtuado a la derecha. Un peón de esa crítica ha sido Melnick. La segunda es, sin duda, la aspiración del partido, acentuada tras la elección de consejeros constituyentes, por tener una alcaldía en el sector más afín a la derecha”.
¿Una antesala de lo que viene en la derecha?
La guerrilla entre los representantes de los partidos de la derecha en la comuna también es vista por algunos dirigentes como una antesala a lo que podría ser la compleja negociación municipal y presidencial en el sector que, como nunca antes, hoy aparece con la mejor opción para llegar a La Moneda en 2026, con tres figuras ubicadas en la pole position: Evelyn Matthei (UDI), José Antonio Kast (Republicano) y Rodolfo Carter (Independiente).
Aunque todos coinciden en que es muy difícil -casi imposible- que la división en la derecha pueda provocar que el sector pierda Las Condes el próximo año, no se descarta un nuevo enfrentamiento entre la UDI y republicanos que podría tensionar un eventual pacto electoral.
Un dato muy presente es la alta votación obtenida por Kast en Las Condes en la primera vuelta presidencial (45,77%), superando ampliamente al candidato de Chile Vamos, Sebastián Sichel (31,13%). En el balotaje, el líder republicano se quedó con el 73,49% de las preferencias.
También se podría dar el hecho -señalan en Chile Vamos- de que, ante este escenario revuelto, la centroizquierda viera una oportunidad inédita para diseñar un plan que golpee el tablero, tal como lo hizo en Providencia, cuando en 2012 Josefa Errázuriz desbancó a Cristián Labbé, algo que muchos creían imposible.
Mauricio Morales -analista político de la U. de Talca- señala que, de acuerdo a los resultados electorales históricos, entre ellos el 78,33% que obtuvo el Rechazo en el plebiscito del año pasado, “es prácticamente imposible” que en la próxima elección Las Condes pase a ser gobernada por un alcalde perteneciente al actual oficialismo o de centroizquierda.
A juicio de Morales, sí o sí habrá una disputa entre Chile Vamos y republicanos en esta comuna de la zona oriente, ya sea en unas primarias previas o en la misma elección del 27 de octubre de 2024.
“La disputa por Las Condes y Lo Barnechea será muy dura entre republicanos y Chile Vamos, especialmente con la UDI”, advierte Duval.
El bando disidente
-Sergio Melnick (Indep. pro Republicanos)
La primera mayoría del concejo ha liderado la ofensiva contra Peñaloza, amenazándola de acusarla de abandono de funciones. Solicitó una “auditoría completa” de la administración anterior de Lavín.
-Catalina San Martín (Evópoli)
Cercana a Gloria Hutt, ha dicho que dejó su trabajo como abogada para dedicarse a ser concejala. Fue la primera en cuestionar la compra de casas para el Cesfam y ha investigado -sin encontrar ilegalidades- si lo ocurrido en Vitacura se pudo haber reproducido en Las Condes.
-Patricio Bopp (ExUDI)
Pese a ser uno de los concejales más cercanos a Lavín en el período anterior, ha sido implacable ante Peñaloza, lo que provocó su salida de la UDI. Desde su extienda dicen que buscar ser candidato a alcalde por republicanos.
-Catalina Ugarte (Partido Republicano)
Vicepresidenta del PR, es cercana a Gonzalo de la Carrera. “Lamento que la alcaldesa Peñaloza esté cometiendo los mismos errores que su par de Santiago a la hora de enfrentar denuncias”, dijo en abril.
-Leonardo Prat (Independiente pro Republicano)
Pese haber obtenido sólo 848 votos, el exmilitar llegó al concejo en reemplazo de Vanessa Kaiser -quien presentó su renuncia por motivos personales y partió a Alemania-, poniéndose al lado de Melnick.
Al medio de la disputa
-Isidora Alcalde (Revolución Democrática)
La periodista de la UDP es la única representante de izquierda. No se hizo parte de la querella por el Cesfam y se abstuvo en la votación por la continuidad del botón de pánico, al igual que en varias otras votaciones.
El bloque que apoya a Peñaloza
-Marie Claude Mayo (Partido Republicano)
Mujer de confianza de José Antonio Kast, la experimentada abogada de la UC se ha convertido en la gran aliada y defensora de la gestión de Peñaloza, enfrentándose con firmeza a Melnick y al resto de sus pares republicanos que, a su juicio, se han excedido en sus atribuciones que les indica la ley.
-Luis Hadad (Renovación Nacional)
Ingeniero comercial y único representante de RN en el concejo, ha entablado una buena relación con la alcaldesa, defendiendo la continuidad del “botón de pánico”, entre otras políticas.
-Javiera Kretschmer (Evópoli)
“Nacida y criada en San Carlos de Apoquindo”, fue su eslogan con el cual buscó “romper estigmas instalados en nuestra sociedad”. Cientista política de la UDD y destacada atleta, ha sido un apoyo importante para Peñaloza.
-Julio Dittborn (UDI)
-El expresidente de la UDI -quien se encuentra en su segundo periodo- ha defendido la gestión de Peñaloza y dicho que “pone las manos al fuego” por los profesionales a cargo de adquirir los terrenos para el Cesfam.