A través de focus group y otros estudios propios de opinión pública, la UDI ha confirmado el desinterés, desconocimiento y cansancio de la ciudadanía en torno a este segundo proceso constituyente, que hoy reflejan las encuestas.

“Hay preocupación, porque la gente se ha ido formando un criterio cuando aún no está ni remotamente terminado el texto. Y habrá que hacer esfuerzos gigantes para explicar la propuesta final, si es que está en la línea correcta”, advierte el exconvencional del partido Rodrigo Álvarez, quien hoy asesora a los siete consejeros gremialistas.

Pero con los mismos datos recogidos en las últimas semanas, la directiva que lidera Javier Macaya también llegó al convencimiento de que la mayoría de los chilenos aún no tiene una posición “sólida” a favor o en contra de una nueva Carta Fundamental.

Y que si de aquí a noviembre -cuando el pleno del consejo vota la propuesta final- se logran algunos acuerdos claves, se puede revertir la actual percepción ciudadana que mayoritariamente está “en contra” de un texto.

Para ello, eso sí, había que mover el tablero inmediatamente y no esperar -como algunos creen en el sector- a que el texto esté terminado.

La primera jugada definida por la directiva de la UDI fue redoblar la presión a republicanos -que posee 22 de los 50 escaños en el órgano redactor- para que bajen más enmiendas claves para ellos, entre ellas, la que busca reducir el número de diputados de 155 a 132 escaños y cambia el actual redistritaje.

La segunda movida es intentar volver a poner el tema constitucional en los círculos de influencia (La Moneda, Icare, rectores, centros de estudio, matinales, etc.) que en las últimas semanas han estado eclipsados por los 50 años del Golpe de Estado, que se conmemoran mañana.

La tercera parte del plan es concientizar a las fuerzas que apoyaron el Rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre del año pasado sobre el riesgo que implica seguir con la misma Carta Fundamental, considerando que ya no habrá una tercera oportunidad para cambiarla.

Justamente, Macaya aprovechó el primer aniversario del triunfo del Rechazo para anunciar -en una entrevista en El Mercurio- que su partido trabajará con energía para que la opción “A favor” se imponga en el referéndum del próximo 17 de diciembre y que había llegado “la hora de la verdad”.

Su arremetida fue respaldada mayoritariamente en la UDI, incluso en los sectores duros. Uno de los argumentos es que si el proceso constituyente llega a buen puerto, aparte de beneficiar al país, la colectividad será premiada por habérsela jugado por agrupar a nuevas fuerzas en torno al Rechazo de la propuesta anterior y luego darle continuidad de un nuevo proceso.

En Renovación Nacional las posturas son divididas entre los candidatos que ayer compitieron para presidir el partido.

El senador Rodrigo Galilea también promueve que la tienda se la juegue por el “A favor” y se busque finalizar este año con una buena y nueva Carta Magna.

La senadora Paulina Núñez, sin embargo, es partidaria de esperar el texto definitivo para definir una postura, por lo que vio con molestia los dichos de Macaya.

“Hoy todos los esfuerzos y temas comunicacionales deben estar radicados en los consejeros. Luego vendrá la tarea de quienes conducimos los partidos”, opina.

Otros dirigentes del partido atribuyen el adelantamiento de Macaya a un tema presidencial, pues la UDI está apoyando la candidatura de Evelyn Matthei, republicanos la de José Antonio Kast, mientras que ellos aún no cuentan con un abanderado presidencial.

En Evópoli se alinearon inmediatamente con Macaya. “Somos partidarios de apoyar este proceso”, afirma el secretario general del partido, Juan Carlos González, dando tres razones para no esperar el documento final.

“Ha sido un proceso mucho más serio, informado y civilizado que el anterior; los contenidos están a años luz de la propuesta refundacional que hizo la izquierda en el proceso anterior, y nos parece muy riesgoso dejar la misma Constitución sujeta a modificaciones con un quórum de 4/7 en el Congreso”.

Gloria Hutt, el presidente de la UDI, Javier Macaya y Diego Schalper, diputado de RN, durante declaraciones de Chile Vamos. Los partidos de Chile Vamos (RN, La UDI y Evopoli), a través de sus directivas nacionales, realizan una declaración en el contexto de la conmemoración de los 50 años del 11 de Septiembre, en la Sede del Ex Congreso Nacional, Santiago. VICTOR HUENANTE / AGENCIAUNO

Ceder o no ceder: el dilema de republicanos

“En el fútbol estás en los descuentos, alguien mete un gol y se da vuelta el partido... El ánimo de las personas va a cambiar una vez que esté el texto definitivo y vean que sus temas están siendo considerados. Hoy todas son meras expectativas de cada uno de los sectores”, señala Ruth Hurtado, secretaria general del Partido Republicano.

La gran interrogante es si en las semanas que vienen -donde comienzan las votaciones en el pleno- en republicanos se impondrá la postura en favor de la moderación, que defienden su presidente, Arturo Squella, y el jefe de la bancada de consejeros, Luis Silva, ente otros.

O la decisión de mantener inalterable la línea política e ideológica que los llevó al amplio triunfo en las pasadas elecciones constituyentes, insistiendo en polémicas enmiendas que sintonizan con la gente, como la que exime del pago de contribuciones a las primeras viviendas. Esta línea conservadora la respaldan Cristián Valenzuela -uno de los principales asesores de Kast- y el consejero Antonio Barchiesi, entre otros.

“Muchos hablan hoy de las tácticas y las estrategias. Lo importante es que nosotros -como partido- siempre hemos mantenido coherencia, convicción y consistencia. Y esta no será una ocasión distinta”, afirmó Valenzuela el miércoles en el programa que transmiten en su canal de YouTube.

Ese día se percibió una cierta tensión en varias partes del programa, como en el siguiente diálogo en que Kast y Valenzuela bromearon con el actual poder de definición que tendría Squella.

CV: “Entiendo que en este programa tú, Arturo, vas a anunciar si estamos de acuerdo o en contra del texto, en qué fecha será...”.

K: “Ese va a ser el programa más visto en la historia de la televisión en YouTube en Chile... Vamos a estar todos esperando nerviosos cuando Arturo estire su brazo (Kast hace el movimiento ante las cámaras), saque su dedo (pulgar) y lo ponga hacia arriba o para abajo “.

S: “Más allá de las burlas y el comentario…”.

K: “No, si te lo digo en serio”.

S: “No, es que al final, este es un proceso que ha ido avanzando bien (…) Y hoy está lleno de indicaciones que no necesariamente van a ser consideradas -por cualquier analista- como únicas y exclusivas del gusto nuestro…”.

El escenario más paradójico

En Chile Vamos la posibilidad de que termine imponiéndose la línea dura de republicanos sigue muy presente en los distintos escenarios.

“Si republicanos no cede, el proceso va a fracasar y toda la clase política le va a endosar la responsabilidad a Kast”, advierte Rodrigo Arellano, miembro de la comisión política de la UDI.

Algunos ven posible, incluso, que si Kast llama a rechazar el texto -por considerarlo insuficiente- los obligaría a hacer lo mismo y se podría dar la paradoja de que ninguna fuerza política esté a favor de la propuesta constitucional.

Algunos dirigentes del sector atribuyen a eso la inacción que ha tenido hasta ahora el gobierno. En el consejo señalan que no hay recursos destinados para publicitar la nueva propuesta constitucional y, de contar con ellos en los próximos meses, advierten que ya no dan los tiempos para hacer una licitación pública para realizar una campaña comunicacional a nivel nacional.

Consultada al respecto, la ministra del Interior, Carolina Tohá, aseguró el domingo pasado -en Tolerancia Cero- que van a cumplir el rol de información con la misma intensidad que lo hicieron en el plebiscito del año pasado. “No digo exactamente con los mismos instrumentos, pero con la misma intensidad y con la misma prioridad”, precisó.

Pese al clima en contra y a la falta de acuerdos en la discusión en comisiones -que concluyó el viernes-, Macaya es optimista.

“Tengo fe en que se va a poder generar un equilibrio necesario para que se llegue a un acuerdo que, por lo menos, haga que la gente que estuvo por el Rechazo -en el plebiscito del año pasado- ahora pueda estar a favor. Y a partir de eso, dar vuelta la actual sensación negativa”, dice el senador, a poco menos de 100 días para el plebiscito. D