La periodista y economista Victoria Paz (40) cuenta que se ríe cuando escucha una y otra vez que los adversarios de Sebastián Sichel, su jefe, dicen que él es el candidato de Piñera, del continuismo y de este gobierno. “No me hace sentido, y a la gente tampoco, porque estamos en un nuevo ciclo, pasaron muchas cosas en estos cuatro años y vivimos en un país tan distinto y con desafíos tan gigantes para lo cual se necesitan liderazgos nuevos”, dice la coordinadora programática de la campaña presidencial de la centroderecha, desde el comando emplazado en el segundo y tercer piso de un antiguo edificio en calle El Bosque, el mismo lugar donde a principios de los 90 Gustavo Ceratti y su mujer, Cecilia Amenábar, vivieron en Santiago.

La noche del domingo 18 de julio, tras ganar las primarias de Chile Vamos, imponiéndose con 659.570 votos (49,8%) a Lavín (UDI), Desbordes (RN) y Briones (Evópoli), el candidato independiente agradeció especialmente a Paz, calificándola como su “socia” y “cerebro de esta campaña”.

Ese mismo día, horas antes, en una entrevista radial la había nombrado como futura ministra de Economía, de llegar a La Moneda el 11 de marzo de 2022.

“No soy el cerebro -precisa Paz, moviendo su cabeza con los labios apretados-, es que yo llevo trabajando mucho tiempo con Sebastián y en la primaria, aunque continué trabajando (en BancoEstado), le dediqué todos mis sábados enteros a elaborar su programa y a ver estrategias”.

Todos los sábados, ¿que decía la familia?

Tengo dos niños que ahí andaban dando vueltas mientras yo estaba en el computador. Mi marido es militante socialista y estaba súper cuadrado con la candidatura de Paula Narváez. De hecho, fue vocal el día de la consulta ciudadana.

¿No hay peleas ideológicas en el matrimonio?

No, para nada, mantenemos y respetamos nuestros espacios. Es entretenido que a los dos no nos guste lo mismo.

La amistad de Sichel y su mano derecha se remonta a 1999, cuando se conocieron en los trabajos voluntarios de la Universidad Católica. Él era el coordinador y estaba en tercer año de Derecho y ella era mechona de Periodismo, y venían de mundos escolares muy distintos, él del Liceo Alexander Fleming y ella del Grange School.

Después de estudiar Periodismo, ella se convirtió en ingeniera comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, y en los últimos 20 años han trabajado juntos en diferentes partes, como el Ministerio de Economía, el diario electrónico El Dínamo, Corfo, Desarrollo Social y BancoEstado.

En el intertanto, ella le presentó a Sichel a su amiga Bárbara Encina, con quien el abogado se casó en 2008.

Hoy tienen tres adversarios directos -J.A. Kast, Provoste y Boric- que van a tratar de mascarle la votación obtenida en las primarias, ¿quién les preocupa más?

En la primaria de Chile Vamos Sebastián se concentró en ideas y nunca le pegó a nadie, nunca se planificó una estrategia en base a lo que harían o estaban haciendo Lavín, Briones o Desbordes. Y esa mirada más refrescante fue la que venció. No hay nada más que decir.

Pero esta semana él criticó a Boric por no haberse titulado y dijo que le faltaban experiencias vitales, como ser padre…

La cuestión del papá fue descontextualizada. Yo estaba viendo el programa en Mega y en el marco de una larga conversacion él dijo que tenía experiencias vitales, como ser papá. Lo del título, no es que Boric tenga o no el cartón, el problema es que le dé lata titularse. A eso apuntó Sebastián. Si tú no pudiste estudiar porque no tenías los recursos, o tuviste que salir de la carrera para empezar a trabajar, que es la realidad de millones de jóvenes en Chile, da lo mismo. Pero una persona que tuvo todo a su favor para sacar una carrera y que en varias entrevistas ha dicho que le da lata sacar el título porque no quiere ejercer...

Promesa de fin del cuoteo

En la campaña remarcan mucho la independencia de Sichel, pero se habló bastante de que el Presidente Piñera, su exministro Andrés Chadwick y el canciller Allamand impulsaron su candidatura.

No, yo al menos nunca he visto a ninguno de esos tres señores. Cuando a mí me dicen eso, les digo: ¿Se acuerdan que a este gallo lo sacaron del ministerio (Desarrollo Social) y después lo obligaron a renunciar a BancoEstado...

En ese momento se dijo que se había impuesto la postura de los ministros de Evópoli en el comité político: Gonzalo Blumel e Ignacio Briones.

¡Es broma! Si te ganan ellos claramente no eras el favorito. Si hubiera sido el favorito de Piñera ¿cómo lo iba a echar de todos lados?

¿Qué responde cuando dicen que, de ganar Sichel, le será muy difícil gobernar el país y que podría enfrentar las mismas complicaciones que ha tenido este gobierno?

Que Sebastián ha ido dando importantes señales de gobernabilidad, manteniendo firme su postura en muchas cosas, entre ellas en contra del cuarto retiro del dinero destinado a las pensiones, que todos los expertos han salido a decir que es malo para el país. Los otros candidatos, o no se manifiestan o, como Gabriel Boric, que un día dice que está a favor, al otro que no, después que sí, pero con indicaciones. A mí no me gustaría tener un candidato que no sé qué va a hacer, porque lo aprietan un poco y cambia de postura.

Esta semana, en medio del debate sobre los apoyos oficialistas al cuarto retiro, Sichel resaltó su calidad de independiente. ¿Esta separación de los partidos seguirá presente en la campaña?

En nuestro equipo y en la campaña hay mucho respeto por los partidos, y con todo lo que ha pasado últimamente se ha mostrado la importancia que tienen. Hace unos meses, muchos repetían que los partidos eran lo peor y surgió un fenómeno como la Lista del Pueblo, que sacó a 50 constituyentes de la nada, que eran como unos semidioses que venían a rescatar la política chilena, porque eran puros de alma. ¿Y qué pasó?

Usted es independiente y ocupa un cargo súper político. ¿Es una dificultad o un plus?

A mí no me ha costado nada. Siempre he sido de centro y me he sentido mucho más libre sin entrar a un partido. Soy independiente, pero, como te decía, tengo mucho respeto por la intermediación que los partidos políticos ejercen en la sociedad, aunque tienen muchísimo que mejorar, como todos.

De llegar Sichel a La Moneda, los partidos que lo apoyan esperarán sus cupos en el gabinete, como ha sido hasta ahora en todos los gobiernos.

No (dice seria), a petición de Sebastián elaboramos una agenda súper exhaustiva en términos de probidad y transparencia del sector público y una de las medidas principales es el fin al cuoteo.

¿Me está diciendo que, de ganar las elecciones, los ministerios no se van a repartir entre la UDI, RN, Evópoli y algunos independientes?

No, ese es el compromiso de Sebastián. Aunque la envergadura es muy distinta, te cuento que cuando a mí me tocó trabajar con él en la Corfo (a principios de este gobierno) no hubo ningún tipo de cuoteo y Sebastián dejó a muchas personas que venían del gobierno anterior (de Bachelet) que, posteriormente, el sucesor de Sebastián (Pablo Terrazas) sacó.

Realismo mágico de Boric

Sentada quizás en la misma sala donde Ceratti compuso en 1993 su primer disco como solista (Amor Amarillo), Victoria Paz -junto a su MacBook color cobre- cuenta que coordina 120 comisiones y subcomisiones que elaboran el programa presidencial que será presentado a fines de este mes. “No será como los programas tradicionales que conocemos”, se apura en decir la ingeniera comercial, que por estos días cursa un magíster en Finanzas, el tercero que hace. “Será todo digital y estamos haciendo esfuerzos para que llegue a las personas, mostrando cosas muy concretas y usando, además, otros medios para llegar a la gente. Por ejemplo, hicimos un TikTok que era una trivia donde preguntábamos ¿qué propone el candidato en pensión de alimentos? Participaron más de nueve mil personas”.

¿Cuál es la principal característica del programa?

En políticas sociales tiene una diferencia drástica con todo lo que ha habido hasta ahora, que es el pago de transferencias directas a muchas personas. Sentimos que la gente ha percibido súper bien esto en un país en que la política social es hiperfocalizada.

¿Por qué es una diferencia drástica con las actuales políticas sociales?

Porque, entre otras cosas, le aseguramos un piso a un gran porcentaje de chilenos y chilenas a través del ingreso mínimo garantizado, que lo estamos llamando aporte salarial permanente, que es un extra que dará el Estado a las personas que ganan entre el sueldo mínimo y $ 518 mil. Hoy, por ejemplo, si una persona está en el 30% de un índice recibe el beneficio, y si está en el 31%, que quizás es una “luca” más, no le toca nada. Tenemos un Estado que cree que tú siempre estás mintiendo, que es lo que pasó al principio de la pandemia, donde hubo mucho control y sobrecontrol para chequear que las personas estuvieran diciendo la verdad. Y en eso, se te quedó mucha gente afuera y ahí al final pasaste al otro extremo, que es la universalidad total.

¿Qué otras personas que hoy no son beneficiarios podrían recibir estos aportes directos del Estado que proponen?

Por ejemplo, proponemos garantizar el pago de la pensión de alimentos a todas las madres que hoy no reciben ni un peso de los padres de sus hijos. A ellas, que son el 90%, el Estado hoy les dice ese problema es suyo, no mío. Está la devolución del IVA, donde se considera una canasta básica de alimentos y una canasta básica de medicamentos, de acuerdo a Fonasa. Se les saca el IVA a ambas canastas y cada tres meses se les devolverá al 60% de las familias chilenas. En vez de decir voy a cortar el IVA para todos, aquí estoy recaudando para después devolver sólo a quien lo necesita.

¿De dónde sacarán tantos recursos, porque los pronósticos de crecimiento no son buenos?

Justamente, el principal desafío que tendremos será retomar mayores tasas de crecimiento tendencial a través de una serie de medidas para elevar la productividad, avanzar en reducir la evasión junto a la eliminación y revisión de ciertas exenciones tributarias, todo lo cual debería permitirnos a mediados de la década conseguir los recursos para financiar en forma permanente el gasto social contemplado en nuestro programa.

Todos los candidatos, en todas las campañas, prometen combatir la elusión...

Pero hay que seguir, hay que seguir... Tenemos una meta muy realista de recaudar con esa baja de la evasión un 1% del PIB. El otro día leía una entrevista de Diego Pardow (coordinador del programa de Boric) y decía que su meta es recaudar el 3,5% del PIB sólo reduciendo la evasión. Eso es un poco de realismo mágico.

¿Qué otras diferencias técnicas tiene con el programa de Boric?

La principal es que su programa se basa en suposiciones muy poco realistas, aparte del tema de la evasión, se basa en recaudar, a través de una reforma tributaria, 8,5 puntos del PIB adicional, lo que es dificilísimo. No existe una experiencia internacional de un país que pueda hacer eso y menos en cuatro años. Entonces, tú te preguntas ¿cómo va a cumplir un programa que tiene esa premisa? Va a tener que endeudarse, endeudarse y endeudarse. Y en un pacto que incluye al Partido Comunista, que dice que hay que sacarle la autonomía al Banco Central y dejarlo a disposición del gobierno… Uf, es la receta perfecta para una cuestión bien desastrosa en términos económicos. Cuando haces una apuesta tan alta en un programa de gobierno, que no sabes si va a funcionar, con unos números súper irresponsables, los más afectados son las personas más vulnerables, como ahora, que estamos con una inflación demasiado alta, con la UF en 30 lucas y nadie se hace responsable de eso. Nadie. El Banco Central está haciendo su trabajo y el alza de la tasa de política es coherente desde un punto de vista técnico.

El gasto público este año va a crecer del orden del 35%, y para poder empezar a estabilizar las cifras fiscales se habla de que ese gasto tendría que caer en 2022 (en el Presupuesto) cerca del 20%. ¿Lo ve viable políticamente, están dispuestos a hacerlo si son gobierno?

Nuestro programa se está enfocando en la pospandemia y en marzo hay que ponerle corriente a muchas cosas, pero nuestro programa contempla que en la primera parte será necesario continuar apoyando a las familias y a las pequeñas y medianas empresas en el proceso de reactivación, por ende, el retiro del estímulo fiscal no puede ser total en 2022, deberá ser gradual y focalizado, tomando parte del 2023. El gasto público debe comenzar una trayectoria de normalización, con una caída importante en 2022 respecto del nivel que alcanzará en 2021, aun cuando no debería ser un retiro total del estímulo en ese año, ya que la economía todavía requerirá de apoyo. Desde el próximo año deberá existir una transición gradual, donde el restablecimiento de los equilibrios macroeconómicos deberá ir en línea con las expectativas que tienen las familias chilenas de continuar progresando, especialmente en lo que respecta a la entrega de ciertos derechos sociales esenciales. Paralelamente, estamos trabajando en un escenario pesimista, que considere una holgura para un rebrote, porque no sabes lo que va a pasar.

Respecto de esa incertidumbre, Provoste dijo aquí en La Tercera que “la situación en la que se encuentra hoy nuestro país no permite ensayo y error”.

No sé a quién le cayó ese poncho. A nosotros no.