“¿Para qué estamos ahorrando, para que después lo gaste Kast?”.
La pregunta y la reflexión sobre las medidas “austeras” del gobierno se ha escuchado repetidamente en las últimas reuniones del Frente Amplio. La coalición del Presidente Gabriel Boric ha intensificado sus encuentros con parlamentarios, ministros y autoridades, a pocos días de la cuenta pública del 1 de junio.
Luego de la contundente derrota del oficialismo y el abultado triunfo del Partido Republicano el 7 de mayo, en el FA -compuesto por los partidos Convergencia Social, Revolución Democrática y Comunes- han sostenido varias conversaciones para reflexionar sobre las razones de la derrota y el rumbo que debe tomar el gobierno a partir de ella. Y una de las conclusiones en las que han coincidido es que la cuenta pública del próximo 1 de junio es un punto de inflexión para el Mandatario y el programa de gobierno.
En la coalición de Boric plantean que no tiene sentido seguir renunciando a sus ideas fuerza si es que la ciudadanía en las elecciones recientes les dio mayor votación a ellos que al Socialismo Democrático, la otra coalición de gobierno que entró con fuerza a La Moneda tras la contundente victoria del Rechazo al primer ensayo constitucional.
Por lo mismo, Miguel Crispi (RD), jefe de asesores del Presidente, y el jefe de gabinete, Carlos Durán (CS), han tenido días intensos en La Moneda. Desde la derrota electoral, en el Segundo Piso han recibido insistentes mensajes desde sus coaliciones.
“Necesitamos una reunión urgente con el Presidente”, han planteado diversos integrantes de la Cámara de Diputados y también los líderes de los partidos políticos que componen el Frente Amplio.
El Presidente también ha estado en contacto con ellos en conversaciones por Signal y muy abierto a recibir insumos y aportes para su segunda cuenta pública.
Quienes han podido hablar con Boric aseguran que en los últimos días ha manifestado preocupación por algo que antes no planteaba: el legado de este gobierno. Y por ello es la importancia que le da al mensaje ante el Congreso pleno que deberá entregar en dos jueves más.
El Mandatario se ha enfocado en eso en los últimos días, y les ha reconocido a sus asesores que está consciente de que “nada puede fallar el 1 de junio”. En esa línea, su plan es tener menos actividades públicas en los días que restan hasta la cuenta pública para meterse de lleno en la preparación de su prueba de fuego.
Pero en el Frente Amplio esperan poder incidir aún más y es por eso que están pidiendo una reunión con el Mandatario -la que aún no está programada en la agenda oficial de Boric-, aunque también está la posibilidad de que el encuentro sea privado y fuera del horario laboral.
El gallito del FA
Pero ese no es el único encuentro que planifican en el Frente Amplio. En las reuniones se ha planteado que luego de hablar con el Mandatario, aspiran a juntarse con el ministro de Hacienda, Mario Marcel, para conversar directamente una idea que es de consenso entre los diputados y ministros frenteamplistas: que el gobierno debería tomar más riesgos en los gastos y una postura más comprometida con el programa. El ejemplo más claro es la condonación del CAE, una de las promesas de gobierno en la primera cuenta pública, y que hoy -han dicho en La Moneda- corre peligro por financiamiento y más aún luego del rechazo a legislar sobre la reforma tributaria, error que hasta hoy no perdonan en Apruebo Dignidad.
“Con una reforma tributaria rechazada, no hay financiamiento”, dijo Marcel el 3 de mayo.
La bancada de diputados del Frente Amplio almuerza todos los martes y miércoles en el Congreso y en esas charlas la postura ha sido dura sobre el CAE: “Es una discusión que no se puede dar por terminada”, dicen. Lo mismo le han planteado al subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana (Comunes), quien tiene una relación directa con Boric y también es partidario de avanzar gradualmente en la medida.
De todas formas, las gestiones del gobierno apuntan a que el principal anuncio en materia de educación en el discurso tendrá que ver con la reparación gradual de la deuda histórica a los profesores. Eso -dicen en La Moneda- está avanzado.
En Revolución Democrática han tenido varias reuniones para analizar el tema. Hace dos semanas, la bancada del Frente Amplio tuvo un encuentro con el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD), en el que se conversó sobre el CAE y el avance del programa en su cartera.
También el lunes pasado, el 8 de mayo, la subsecretaria de Vivienda, Tatiana Rojas (RD), fue la anfitriona de la reunión con autoridades de gobierno del partido, en la que participaron Crispi y el director de la Secom, Pablo Paredes. Al día siguiente fue una parlamentaria del partido la que puso la casa, quien, además, de militantes convidó al cientista político Juan Pablo Luna -quien también ha entregado sus reflexiones en La Moneda- y al integrante de la Comisión Experta, Domingo Lovera.
En todas esas reuniones, dicen quienes han asistido, se ha escuchado un “tono más envalentonado de parte de quienes integran el gobierno”. El análisis de la elección, pese a la supremacía republicana, fue que Apruebo Dignidad no tuvo un mal resultado. Pero también hubo lecturas compartidas en la tesis que ha planteado el mismo Luna sobre la identidad de la agenda de gobierno. La conclusión es que el Frente Amplio tiene que articularse para que el gobierno refuerce las ideas que son propias de su identidad, y donde tiene credibilidad, como el CAE, el Sistema Nacional de Cuidados, la reforma previsional, la reforma de salud y la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, hito al que Boric le destinará parte de su discurso, con el eje en el valor de la democracia.
En Convergencia Social también han tenido conversaciones. El sábado 13 de mayo se realizó el comité central para analizar las elecciones. La tesis compartida, dicen algunos de los presentes, fue que “la estrategia de apostar al centro no fue efectiva, ya que los sectores que nos arrastraron hacia ese sector fueron los grandes derrotados de la elección”.
Al día siguiente hubo otra reunión -que se pidió guardar bajo extrema reserva- en la que estuvieron la directiva, ministros -liderados por Antonia Orellana-, subsecretarios, diputados y alcaldes del partido. En ella las conclusiones fueron muy parecidas a las de RD. Se habló de potenciar la agenda de gobierno, de reforzar la articulación y de apoyar al Presidente en este momento.
Ese ímpetu se notó -según los principales parlamentarios y directivos de los partidos- durante esta semana y en diversos temas: en el tono con el que el gobierno defendió su proyecto de ley corta para abordar el fallo de la Corte Suprema a las isapres, en la aprobación del royalty minero, en la defensa a la ministra Carolina Tohá (PPD) en la interpelación que le hizo Chile Vamos, y también en la actividad sobre la Ley de Responsabilidad Parental y Pago Efectivo de Pensiones de Alimentos que entró en vigencia este sábado 20 de mayo.
Pero también la intensidad los hizo caer en polémicas. La mañana del miércoles el diputado Jorge Brito (RD) llegó con varias kufiyas -pañuelo de la cultura árabe- para recibir al embajador de Israel, Gil Artzyeli, en forma de protesta. Así vistió a sus compañeros de bancada, quienes lo acompañaron a la comisión.
Nadie de La Moneda estaba al tanto de la protesta en un tema sensible para el gobierno, ya que en septiembre el propio Boric no quiso aceptar las cartas credenciales del embajador, lo que días después lo obligó a retractarse.
El atrevimiento de los frenteamplistas provocó la crítica de la oposición y la burla de los integrantes del Socialismo Democrático, que compartieron memes en sus grupos de WhatsApp con la foto editada de los parlamentarios y parlamentarias con barba larga y vestimentas árabes.
Prueba de fuego
De todas formas, en La Moneda nada los saca del foco en la cuenta pública, trabajo que han abordado de forma muy cerrada para evitar filtraciones. En las conversaciones ha participado el equipo más cercano del Presidente y la primera maqueta del discurso ya está avanzada.
En el último consejo de gabinete -el viernes 12 de mayo- los ministros del comité político les pidieron a los ministros sectoriales que enviaran dos medidas y un breve resumen de su gestión en el primer año desde la cuenta pública pasada.
Pero además del evidente contacto con los ministerios de la División de Coordinación Interministerial (DCI), a cargo de Rodrigo Echecopar (RD), y del equipo de seguimiento de compromisos presidenciales del Segundo Piso, el Mandatario ha decidido asumir un rol protagónico en las conversaciones con su gabinete, a quienes ha instado a desplegarse en los últimos días y les ha escrito de manera frecuente.
Pero también en La Moneda, y desde la Secom, esperan que el mensaje presidencial sirva para aterrizar las medidas a la ciudadanía. Y en esa línea han buscado resucitar logros concretos para marcar ese “legado” del que ha empezado a hablar el Presidente. Ejemplo de eso fue la actividad de balance que hizo el miércoles Boric sobre la Ley Copago Cero en Fonasa, una de los logros que más resaltan en el Ejecutivo.
Pero también en los equipos de Palacio hay otra preocupación: evitar errores y que se abran flancos posteriores a un momento al que le otorgan mucha relevancia. Sin ir más lejos, el año pasado, pocos días después de la cuenta pública, un error administrativo del exgabinete de la pareja del Presidente, Irina Karamanos, detuvo el alza en la aprobación de la opinión pública que habían notado en el equipo de Estudios de La Moneda.
Por eso, además de las gestiones políticas, desde la avanzada presidencial están coordinando el despliegue en Valparaíso para el 1 de junio y planean reunirse con los partidos oficialistas para ordenar a las militancias que lleguen a acompañar al Presidente al Congreso y que no haya sorpresas.
El mensaje ha sido claro desde el equipo de asesores del Mandatario: “Nada puede salir mal”.