Apoyo internacional a Guaidó aísla y debilita a Maduro

(REUTERS) Juan Guaidó durante la manifestación opositora del sábado, en Caracas.

Respaldo de Europa fortalece al liderazgo alternativo del Presidente encargado venezolano y le da más solidez, prestigio y recursos para su lucha por el cambio.



Los pronunciamientos recientes de Europa, espacialmente España, reconociendo al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como Presidente legítimo de Venezuela, están consolidando masivamente uno de los componentes más importantes de los costos políticos y empíricos de mantener el statu quo de la revolución para el chavismo.

Cada vez es más costoso para Nicolás Maduro seguir haciendo lo que estaba haciendo, impedir que se exprese la oposición electoralmente y basarse en la fuerza y la represión para mantenerse en el poder. La unidad de posiciones en la comunidad internacional moderna y más influyente sin duda deja al gobierno de Maduro aislado y debilitado.

Pero a su vez fortalece al liderazgo alternativo de Guaidó, hoy muy popular internamente, y le da más solidez, prestigio y recursos para su lucha por el cambio. La mezcla de liderazgo, nuevas esperanzas en la gente, articulación opositora alrededor de una sola propuesta y esperanzas de que sí se puede son usualmente disparadores muy importantes de las transiciones.

Falta, sin embargo, resolver un tema fundamental. La reducción de los costos de salida para los actores que detentan el poder actualmente. Para que se produzca una transición estable es necesario que el propio círculo de poder (en este caso militar) esté dispuesto a desmarcarse de lo que hoy ocurre y negociar los cambios pacíficamente.

Esto requiere una estrategia inteligente que les dé la posibilidad y la seguridad de protección futura. Y eso solo se logra con negociaciones cara a cara, individuales y muy concretas, dadas por instituciones creíbles y con garantía internacional. O tendría que moverse a la negociación de cogobierno que les permita a ellos mismos tener algún tipo de poder para autoprotegerse.

En este sentido aún hay mucha tarea pendiente. Y si no se consolida podría llevar a un escenario menos atractivo que es el de fuerza. Pero ahí, se sabe cómo empieza, se sabe quién lo gana, pero no se sabe en qué termina, porque se abren los escenarios de anarquía, estimulados por quienes creen que son kamikazes de ese cambio. Ahí, en la negociación para una transición en paz, está el secreto del éxito estable a futuro.

* Luis Vicente León es analista venezolano y director de Datanálisis.

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