Columna de Cristián Valenzuela: Queridos compatriotas
Chilenas y chilenos, queridos compatriotas, acudo a este Congreso Nacional para rendir cuenta de mi gestión en los últimos 12 meses y proyectar nuestro trabajo hacia el futuro.
Usualmente, estas instancias son utilizadas para elaborar una larga lista de promesas que generalmente no se cumplen. Ejemplo de eso fue mi anuncio el año pasado sobre la creación del Fondo Universal de Salud, una Empresa Nacional del Litio o la distribución de 100.000 cilindros de gas, anuncios todos que nunca se cumplieron.
Es por ello que este año voy a hacer algo diferente. Voy a ser brutalmente honesto.
Queridos compatriotas, reconozco que nos hemos equivocado profundamente. Durante toda nuestra trayectoria como dirigentes estudiantiles y luego como parlamentarios, mantuvimos un discurso poco honesto y apoyamos, por política y no por convicción, una serie de medidas y propuestas que en el fondo no nos representan completamente.
Lo hicimos cuando nos sumamos a la ola de retiros de pensiones, sabiendo el profundo daño que hacían a la economía chilena. También, cuando en un sinnúmero de oportunidades relativizamos los actos de violencia y cuestionamos la autoridad de Carabineros y las Fuerzas Armadas. De la misma manera, cuando usamos nuestras atribuciones parlamentarias para cuestionar al gobierno, solo buscando rédito político y no lo mejor para el país, muchas veces a costa de la estabilidad que este requería en momentos críticos de nuestra historia reciente.
Chilenas y chilenos, reconozco también que hemos sido incapaces de escuchar adecuadamente a los ciudadanos y hemos desatendido las señales evidentes que nos han entregado ustedes. Luego de dos derrotas electorales, no hemos modificado nuestra ruta de gobierno y hemos insistido, majaderamente, en políticas que concitan el rechazo de una mayoría de chilenos. No solo no estábamos preparados para gobernar, sino que hemos gobernado de manera torpe, temeraria e imprudente.
Estimados compatriotas, hago esta reflexión profunda con el ánimo de darle un giro importante a mi gobierno. En los próximos días, retiraremos nuestras reformas más relevantes del Congreso, para poder reingresar proyectos que conciten un acuerdo más amplio, entre gobierno y oposición, y que se hagan cargo de resolver de verdad los desafíos que tenemos en materia de reactivación económica, pensiones, salud, educación y seguridad, todas materias de máxima prioridad para los chilenos. También, en los próximos días, haremos un ajuste estructural a nuestros equipos de gobierno, relevando de sus posiciones a ministros, subsecretarios y funcionarios de confianza que han cometido graves errores e imprudencias en sus cargos y cuya subsistencia solo se explica por nuestros lazos de amistad o cercanía política.
Es verdad que hace 12 meses les prometí con mucha confianza que seguíamos y que siempre seguiríamos. Pero la verdad es que si seguimos así como estamos, no solo seguirá fracasando nuestro gobierno, sino que, sobre todo, nuestro país seguirá estancado, dividido y con una inestabilidad permanente.
Queridos compatriotas, les prometí que daría lo mejor de mí y hoy reconozco que les he fallado, porque en estos 15 meses de gestión hemos fracasado estrepitosamente. Solo me comprometo a enmendar el rumbo, a hacer cambios concretos y a trabajar con más fuerza y compromiso para recuperar la esperanza que alguna vez les prometieron.