Columna de Ignacio Fidanza: Milei es el botón rojo

Javier Milei, el candidato presidencial de la coalición La Libertad Avanza, sonríe en la sede de su campaña luego del cierre de los colegios electorales durante las primarias en Buenos Aires, el 13 de agosto de 2023. Foto: AP

El economista tiene casi asegurado el paso al balotaje. Patricia Bullrich enfrenta una pelea muy difícil con Sergio Massa para meterse en la segunda vuelta.



Por Ignacio Fidanza, fundador y director de La Política Online.

Argentina siempre sorprende. En un domingo cualquiera puso al bipartidismo reciclado en la puerta de terapia intensiva, cuando el hasta hace dos años panelista de televisión se convirtió en el instrumento elegido para resetear el sistema. El outsider ganó y todo el resto perdió.

Para el peronismo es una humillación histórica pasar de ser la mayoría blindada del país al tercero de un país de tercios.

Pero miremos más de cerca. La elección de Juntos es casi igual de catastrófica. Hace dos años tenían el gobierno asegurado. Rondaban los 40 puntos y creyeron que les sobrara tanto paño que se podían dar el lujo de ofrecer el espectáculo de una interna descarnada. Los castigaron.

Quedaron apenas un punto por arriba de un gobierno explotado, que navega por encima del 120% de inflación.

Sergio Massa ya activó los contactos para sumar -por abajo- a su amigo Horacio Rodríguez Larreta y los heridos del radicalismo que lidera su otro amigo Gerardo Morales. Por eso, Patricia Bullrich necesita como el aire sumar hasta el último voto de su rival interno.

Seguidores de Javier Milei frente a la sede de su campaña luego del cierre de los colegios electorales durante las primarias en Buenos Aires, el domingo. Foto: AP

El dilema que enfrenta la candidata de Juntos por el Cambio es simple: ¿De dónde más puede sumar votos Patricia? Difícil que alguien que tuvo la audacia de votar a Javier Milei en las PASO, lo desvote en la general, cuando tienen todo para ganar. Tan difícil como que un peronista que votó a Massa elija pasarse en la general a Patricia. Por eso, la única jugada grande que le queda a Patricia es bajar al cordobés Juan Schiaretti que arañó cuatro puntos que ahora valen oro.

Paradojas de la política el que rechazó indignada ahora la puede salvar.

Mauricio Macri se dio el gusto de matar al parricida, pero en el medio dejo casi roto el juguete que creó hace ya muchos años atrás. Si logró asegurarse a través de su primo el control del distrito donde nació su fuerza. No es poco para lo que viene, donde Juntos enfrenta serios riegos de quedar afuera del gobierno nacional.

El expresidente es el único que tiene buen diálogo con Milei y este mismo domingo noche intentó ponerse en Papa del liberalismo, articulador de una nueva Argentina liderada por el economista y Patricia.

El problema es que acaso hay que dejar de pensar a Milei como un articulado de juegos mayores y verlo como un actor en sí mismo. De articulado a articulador es un tránsito natural en todo fenómeno político que irrumpe en el juego de los grandes.

¿Por qué Milei fue el más votado? La respuesta fácil es que supo catalizar la bronca de una sociedad frustrada y cautivó el voto rebelde natural de los jóvenes, que en la franja que va hasta los 35 años ya son el 40% del padrón. Voto bronca más voto inicial. Puede ser.

La candidata presidencial la coalición Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, a la izquierda, el excandidato Horacio Rodríguez Larreta, a la derecha, y el expresidente argentino Mauricio Macri, celebran en la sede de su campaña tras las primarias en Buenos Aires, el domingo. Foto: AP

Pero también Milei fue el único que ofreció una explicación detallada de cómo pensaba enfrentar la inflación. Puede gustar o no la dolarización que propone, pero es clara. Todos los estudios señalan que el alza de precios es la principal preocupación de la gente. Y por fracasos presentes y pasados, el peronismo y Juntos eludieron todo lo posible el tema. Apenas menciones generales de buenas intenciones. No mucho más.

Cristina Kirchner, para martirio de muchos peronistas, demostró que aún en retroceso conserva lectura política. Entregó la candidatura presidencial, pero su protegido Axel Kicillof está cerca de retener la provincia, igual que Mayra Mendoza (en la intendencia de) Quilmes y ahora Damián Selci (en la de) Hurlingham. Además, se quedó con casi la totalidad de los legisladores que entrarán en octubre por la provincia de Buenos Aires y la Capital. Si el peronismo pierde la Presidencia, ella mantendrá la cuota de poder más importante al interior de esa fuerza. El dato amargo: perdió Santa Cruz a manos del petrolero (Claudio) Vidal.

Pero claro, es habilidad en la retirada. El kirchnerismo es menos de la mitad del 27%. Un dato que resume la magnitud del cambio de época que parece haber decidido encarnarse en Milei.

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