La campaña del ofertón: “Gas a precio justo”
En definitiva, aunque se llegue a la meta del 2022, para el 99% de los chilenos esta medida, a todas luces, se clasificaría como publicidad engañosa. Esto, ya que jamás tendrían acceso a dicho beneficio, el cual supuestamente busca hacerse cargo (en parte) del alza del costo de la vida, que sabemos que es el gran problema que atañe a la mayoría de las familias actualmente.
Estando cada vez más cerca del día en que la ciudadanía votará a favor o en contra de la propuesta de nueva Constitución, el Presidente salió a fines de la semana pasada a anunciar por sus redes sociales que ENAP -empresa del Estado- entregará cilindros del #GasDeChile a un “precio justo”. La noticia, que ya se dejaba ver en la Cuenta Pública con el compromiso de beneficiar a 100.000 familias durante este año, se dio a conocer intempestivamente mediante un plan de lanzamiento encabezado por el propio ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, acompañado del ministro de Energía, Claudio Huepe, quienes salieron a entregar con bombos y platillos el primer cilindro fucsia a una familia en Chiguayante.
Ahora bien, desentrañemos la realidad del asunto. ¿Cuál es en concreto el plan del piloto? Se han disponibilizado 6 mil cilindros para que ENAP beneficie a 3 mil familias vulnerables pertenecientes a solo 3 comunas -Chile tiene 346-, con un descuento equivalente al 40% del valor normal. ¿Suficiente para la envergadura del anuncio que se hizo a nivel nacional? Pareciera ser que no. Solo para hacernos una idea, cabe decir que la industria cuenta con una plaza cercana a los 22 millones de cilindros. Es decir, el anuncio equivaldría a un 0,027% de la producción nacional. ¿Aún no se convence? Mirado desde otra perspectiva, si consideramos que la ciudadanía consume, en invierno, entre 250.000 a 300.000 balones de gas diarios, y que estos duran aproximadamente un mes en el hogar, la noticia correspondería a vender solo 100 cilindros por día (y tener otros 100 en el lugar de venta). En definitiva, aunque se llegue a la meta del 2022, para el 99% de los chilenos esta medida, a todas luces, se clasificaría como publicidad engañosa. Esto, ya que jamás tendrían acceso a dicho beneficio, el cual supuestamente busca hacerse cargo (en parte) del alza del costo de la vida, que sabemos que es el gran problema que atañe a la mayoría de las familias actualmente.
Toda esta campaña despierta ciertas dudas. Es un gran alivio para los pocos que podrán efectivamente acceder a la compra de un balón de 15 kg por $ 15.200, pero: ¿no será que dicho precio justo está disimulado por pérdidas de la empresa que se pagarán vía impuesto? Al menos, la experiencia vivida con las farmacias populares da para ser escépticos sobre el tema. Es más, en caso de que eso suceda en una economía social de mercado, ¿no estaríamos frente a un problema de competencia desleal? ¿Cómo se puede competir con una empresa estatal que no puede quebrar, pues el Estado está atrás para capitalizarla? Si el mercado no funciona adecuadamente desde una perspectiva competitiva, como lo plantea el polémico informe de la Fiscalía Nacional Económica, hay que propiciar medidas pro-competencia y no lo contrario. No olvidemos que esto, a su vez, también traería consecuencias negativas para los bolsillos de las personas. Entonces: ¿cuál es el objetivo de engañar a la gente más vulnerable con un ofertón de campaña? Dedúzcalo usted mismo.