PPK acorralado por un Kenjivideo

Perú enfrenta horas críticas. Justo en la antesala de la votación en el Congreso para destituir al Presidente Pedro Pablo Kuczynski, estalló un sendo escándalo después que se diera a conocer un video en el que congresistas que responden a Kenji Fujimori intentan sobornar, a nombre del gobierno, a legisladores de Fuerza Popular, el partido de Keiko. No sólo se trata de una feroz lucha entre hermanos, sino que en Perú la consigna ya es que "se vayan todos".

PPK tiene sus horas contadas. De hecho, diferentes bancadas e incluso ex miembros del oficialismo han exigido que el jefe de Estado renuncie, antes de que el Congreso vote para sacarlo del Palacio Pizarro. La respuesta que ha dado el gobierno ante el caso de los videos ha provocado aún más indignación entre la mayoría de los peruanos. PPK, acorralado por sus negocios no del todo aclarados con Odebrecht cuando era ministro de Alejandro Toledo, es percibido como alguien que ha mentido una y otra vez.

Por eso, la figura por la que podría ser destituido mañana jueves en el Congreso es "incapacidad moral permanente" para gobernar. Perú está profundamente dividido, en un laberinto sin salida, ya que ni siquiera el "mal menor" (que no significa otra cosa que PPK permanezca en la Presidencia) aparece como una alternativa. Muchos también ven todo esto como una oscura maniobra fujimorista para derribar al mandatario y quedarse ellos con todo el poder, más allá de que debe ser el Vicepresidente Martín Vizcarra quien reemplace a PPK en caso de que lo destituyan.

Si en la misma votación de diciembre fue Kenji y otros nueve congresistas los que salvaron a PPK de la destitución, ahora el mismísimo hijo de Alberto Fujimori podría enterrarlo debido a la filtración del famoso video. Desde las distintas bancadas del Congreso se han dicho de todo. ¿Lo más suave?: "delincuentes".

El peruano promedio siente una fascinación especial por estos escándalos con videos. Desde la noche del martes, las redes sociales y los principales medios han "rememorado" los peores días del fujimorismo, la época cuando se dieron a conocer los llamados "vladivideos", en los que el entonces superpoderoso asesor Vladimiro Montesinos sobornaba a congresistas, políticos y empresarios desde su salita del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).

Para no pocos peruanos, el que "se vayan todos" es la mejor solución. Sin embargo, aquella consigna es falaz, ya que se sabe que no sólo no se irán todos, sino que, si en el mejor de los casos algunos dejan sus cómodos puestos en el aparato estatal, pronto volverán. Y por más. "En el Perú nunca te aburres", suelen comentar en privado los analistas políticos peruanos.