Un megaproyecto vs. sus inquilinos: el millonario plan que transformará el Estadio Las Condes en una casa del deporte
El plan tiene un costo mínimo de US$ 23 millones y contempla la construcción de tres modernas áreas para deportes. Las obras tardarán cuatro años como máximo. Los centros deportivos que funcionan ahí deberán partir y temen por pérdidas de empleos.
En la Región Metropolitana no son muchos los lugares que reúnen las características del Estadio Las Condes, un recinto que es la suma de tres paños de terreno, que en total suman una superficie de 100.682,13 m2. Los inmuebles fueron adquiridos por la Corfo en dos compras realizadas en 1969 y 1972. Ahí se inició las construcción de 12 canchas de tenis, piscina, pista atlética, cancha de fútbol, entre otros, convirtiendo al lugar en un punto de encuentro social bastante transversal, pues los precios para acceder son considerablemente más bajos que el de otras instalaciones.
Durante décadas este centro deportivo se ha mantenido a la vanguardia y se ha abierto a otros modelos de negocios. Desde el 16 de enero de 1990, la Corfo lo administra a través de su Fondo de Bienestar. Y hoy está próxima a levantar un megaproyecto, que promete remodelar y reconstruir la mayor parte del recinto. El ambicioso plan fue licitado hace menos de un mes y los plazos de concesión dependerán del monto que se invierta. Si el valor oscila entre los US$ 23 millones y es menor a US$ 30 millones, se asignará por 30 años. Si es entre US$ 30 millones y US$ 50 millones, se estira a 35. En caso de que la inversión sea superior a US$ 50 millones, el periodo sube a 40 años desde la fecha de apertura a público. Los resultados se conocerán en los próximos días.
Sin embargo, entre los inquilinos del recinto, es decir, las diversas academias deportivas que funcionan ahí, el plan es mirado con desconfianza, ya que, a juicio de ellos, amenaza directamente sus fuentes de trabajo. En efecto, todas las escuelas deportivas que funcionan ahí deberán finalizar sus concesiones y buscar un nuevo lugar. “Actualmente la oferta deportiva del estadio, tanto para sus suscriptores como al público en general, comprende solamente el uso y arriendo de instalaciones deportivas y recreativas, y el funcionamiento de las especialidades deportivas de pádel, tenis y natación, considerando estas últimas un aproximado de 20 puestos de trabajo”, responde por escrito la Corfo al ser consultada por El Deportivo. Esto es refutado por los arrendatarios, quienes afirman que se perderían más de 500 cupos laborales, tomando en cuenta a los entrenadores y al personal operativo que mantiene las canchas y realiza labores administrativas”.
La iniciativa tiene origen en 2013, tras un estudio encargado a la empresa Urbanica. El Plan Maestro propone tres áreas programáticas: un edificio de deportes indoor, un área de deportes al aire libre y un área de eventos. Asimismo, de acuerdo al brochure técnico de la licitación, se proyecta que el edificio de deportes indoor tenga una superficie construida de alrededor de 11.500 m2, contemplando una piscina olímpica, gimnasio, spa, multicancha, un court de gimnasia artística, servicios de atención médica deportiva, cafetería y/o restaurant, como servicio complementario a las actividades ligadas al deporte, graderías, servicios higiénicos, camarines y programas adicionales de apoyo, según se puede leer en el anteproyecto.
Asimismo, para la zona de deportes outdoor se planifica la construcción de canchas de futbolito, básquetbol y vóleibol, además de zonas de juegos infantiles, senderos peatonales y de trote. Mientras que el centro de eventos está proyectado en un área de 11.200 m2, “utilizando parte del subsuelo, además de la posibilidad de articular espacios con diferentes capacidades. Se contemplan recintos tales como: salones de eventos, patios interiores, terrazas, área de servicios gastronómicos, área administrativa y programas complementarios de apoyo propios del giro”.
Debido al aumento de capacidad en la infraestructura, se indica que fue necesario proyectar nuevos estacionamientos: 318 superficiales (6.051 m2) y 499 subterráneos (16.808 m2), los que se repartirían en dos subterráneos en el edificio del centro de eventos y un subterráneo conectado con el centro deportivo.
Además del estudio de Urbanica, la Corfo en 2016-2017 encargó otro de mercado a Adimark para establecer cuáles eran las necesidades deportivas de los potenciales clientes. Y ahí surgieron deportes bajo techo como el ráquetbol, squash, pádel, bowling y tenis de mesa, mientras que en las disciplinas al aire libre se sugiere incluir al balonmano, rugby, escalada, atletismo, patinaje y ciclismo.
Según el folleto técnico, el diagnóstico es lapidario en relación a otros recintos: “El Estadio Las Condes no es competencia para los centros deportivos, estadios y centros de eventos cercanos, dado el bajo nivel de infraestructura que ofrece actualmente, sin embargo cuenta con un enorme potencial a desarrollar y con atributos únicos en el sector, excelente ubicación y conectividad con vías estructurantes, como asimismo, condiciones espaciales favorables que permite albergar variedad de usos en un mismo lugar”.
“La idea de licitar el estadio nace de la necesidad de renovar y modernizar su infraestructura e instalaciones deportivas, que datan de la década de los ’70. El objeto es adecuarlas a los requerimientos actuales, para recintos de esa naturaleza, y mejorar la calidad de sus servicios deportivos, recreacionales y servicios complementarios a estos. Dada la magnitud significativa de las inversiones que se deben realizar, para lograr el estándar requerido, se estimó conveniente utilizar una modalidad de operación de largo plazo por un tercero, que permitiera efectuar las inversiones requeridas”, explica la entidad.
Ese diagnóstico es descartado por Felipe Pérez, profesor de tenis de la academia De la Peña-FullTenis. “Las canchas están en su mejor momento, los mismos jugadores me lo dicen. Se les ha entregado mucho cariño en cuanto a mantención, pintura, tierra, etcétera”, afirma. Y lamenta: “El hecho de pensar que esto puede terminar nos tiene mal, nos tiene con incertidumbre”.
Un cierre por cuatro años
El proyecto contempla un cierre por un largo tiempo, lo que tampoco les daría la opción a las academias de poder seguir funcionando. “La iniciativa contempla en las bases de licitación la ejecución de un plan de inversión, el que podrá ser ejecutado mediante etapas de construcción, y la primera de ellas, en caso que así lo contemple la propuesta que pudiera resultar adjudicada, no podrá ser superior a 1.461 días corridos, es decir, el estadio estaría cerrado por cuatro años máximo”, adelanta la entidad, que añade que “la solución y/o continuidad de las actividades deportivas actuales que pudiesen ser consideradas como academias y/o centros deportivos, dependerá de la oferta o proyecto que resulte adjudicado”.
“Esto perjudicaría a muchos deportistas, cuando no hay problemas de aforo, llegan hasta 3.000 deportistas de todas las comunas. Hay una convergencia única en Chile. No queremos que esto se cierre por cuatro o cinco años. ¿Dónde se puede conseguir una cancha de tenis, una pista atlética, sin la necesidad de ser socio?”, afirma la nadadora máster y séptima del mundo en 2019, Pilar Caviedes.
El récordman chileno Claudio Robles, uno de los mejores nadadores de la historia del país y quien volvió a las aguas en el Estadio Las Condes, lamenta la situación: “Cuando me enteré de que esto estaba funcionando, me vine a entrenar. Sin ser socio, el ambiente es lo más parecido a lo de un club, ya que los rostros se van conociendo y se va formando una comunidad, pero el proyecto amenaza con terminar con esto”.
Pablo Bascuñán, entrenador nacional de la categoría juvenil de waterpolo, también está afligido. “Antes estábamos en el Estadio Nacional, pero tuvimos que salir de ahí, y acá entrena la base de la selección para Santiago 2023. Es un lugar donde necesitamos tener desarrollo y buscar talentos. No sé qué vamos a hacer”, advierte. Mientras que su colega de natación, Juan Carlos Ramírez, se preocupa porque “Chile hoy se encuentra en los países con más niveles de obesidad a nivel mundial y no hay muchas instalaciones de nivel en Santiago”.
Por otro lado, ante las aprensiones por las cambios de uso de suelo, la Corfo garantiza que se mantendrá el uso de suelo. “Sí, la nueva infraestructura deberá cumplir con los usos de suelo y actividades permitidas por el Plan Regulador Comunal vigente y por las bases de licitación”, aclaran, en relación al proyecto que promete establecer un centro de primer nivel, pero que inquieta a la comunidad deportiva que habita el mítico recinto.
En los próximos días se conocerá el resultado de la licitación y comenzará la cuenta regresiva para el comienzo de las obras.
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