Desde las 8.30 hasta pasadas las 20.00 duró una nueva reunión de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) en el marco de las negociaciones de cara a las elecciones municipales y de gobernadores de octubre.
La maratónica jornada se dio luego de que la coalición fuera incapaz de anunciar en los días previos un acuerdo de unidad por las comunas, lo que se tuvo que ir postergando día a día, hasta que finalmente ocurrió ayer.
Fue en la sede de RN donde los tres timoneles -Javier Macaya (UDI), Rodrigo Galilea (RN) y Gloria Hutt (Evópoli)- anunciaron un acuerdo de candidatos únicos opositores en 284 comunas, lo que deja las restantes 61 zonas que se propondrán a partidos como Amarillos, Demócratas y el Partido Republicano.
Los nombres y el acuerdo se mantuvieron bajo máximo hermetismo, pero finalmente pasadas las 20.30 fueron anunciados en un punto de prensa.
Dentro de las zonas que se omitirán hay tres capitales regionales -Concepción, Coyhaique y Valparaíso-, y también algunas comunas emblemáticas como Recoleta, lo que significó una señal para republicanos que apuesta a llevar a Ruth Hurtado.
Además, levantarán postulantes a gobernadores para las 16 regiones del país, aunque falta resolver algunas por encuestas como la Región Metropolitana.
Lo que viene
Ya con los nombres sobre la mesa, para Chile Vamos ahora el próximo desafío es sentarse a la mesa a negociar con Amarillos, Demócratas y el Partido Republicano con los 61 nombres que se ceden. En esa línea, la propuesta formal de la UDI, RN y Evópoli involucró ceder comunas para que esos sectores puedan competir libremente, mientras que también se propuso realizar encuestas para dirimir entre Chile Vamos y el Partido Republicano.
La idea es trabajar de cara al plazo final de inscripción de candidaturas, que vence el 27 de julio. En ese sentido, el sector quiere a toda costa buscar candidatos únicos para así evitar dispersión de votos dentro de la derecha y recuperar algunas comunas emblemáticas de manos de la izquierda.
Sin embargo, la negociación con los otros sectores asoma compleja en distintas zonas.
Chile Vamos espera que el partido fundado por José Antonio Kast realice algunas concesiones bajando candidatos, como por ejemplo en Peñalolén y Maipú, donde presentaron oficialmente postulantes.
También la idea de Chile Vamos es influir en la tienda presidida por Arturo Squella para convencerlos de desistir en su idea de presentar candidatos a las gobernaciones en todas las regiones del país. Si bien ellos argumentan que en la lógica de una segunda vuelta no afecta la dispersión de votos, en Chile Vamos sostienen que así se reduce la posibilidad de ganar en la primera vuelta.
En cuanto a Demócratas y Amarillos, esos partidos han manifestado pretensiones en zonas como la Región Metropolitana, Coquimbo, el Maule y el Biobío. El Partido de la Gente (PDG), en tanto, quiere competir en zonas como Arica, Valparaíso y San Antonio, mientras que una negociación con el Partido Social Cristiano asoma como más difícil, pues esa colectividad está usando la municipal como estrategia para posicionar candidatos a las parlamentarias de 2025.
La mala semana
En Chile Vamos la contingencia marcó una mala semana para la derecha. Fue el lunes cuando bajo presión los tres partidos se sentaron a negociar los cupos pendientes.
El tiempo apremiaba ante la amenaza de que este domingo el oficialismo anunciara acuerdos en las 345 comunas, a lo que se sumaba que el lunes el Presidente Gabriel Boric aumentaba en la encuesta Cadem por octava semana consecutiva.
En la derecha, en tanto, el panorama era de tensión. El Partido Republicano aumentaba la presión para que Chile Vamos adoptara definiciones de candidaturas, en medio de críticas de sus dirigentes, incluyendo a su propio líder, José Antonio Kast. Todo ello, mientras los republicanos seguían levantando por goteo candidaturas para competirle a la propia derecha.
Mientras tanto, en Chile Vamos la UDIy RN se enfrentaban por las negociaciones. El lunes marcó una de las jornadas más duras cuando María José Hoffmann (UDI) se impuso como candidata a gobernadora por Valparaíso frente a Luis Pardo (RN). A este último se le tuvo que bajar, lo que provocó una rebelión interna en RN y un flanco para la mesa de Galilea, que vio cómo su vicepresidente, Ruggero Cozzi, renunciaba a la directiva.
Las colectividades de centro Amarillos y Demócratas, por su parte, presionaron a la coalición exigiéndole mayor espacio.
Con el correr de los días la presión aumentaba sobre el bloque. La propia figura presidencial de la UDI, la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei, afirmó en entrevistas radiales que la coalición se debía apurar, mientras Chile Vamos tuvo que recurrir a un conocido “apagaincendios” del sector:el exsubsecretario Rodrigo Ubilla (RN), quien entró de lleno en la negociación.
Todos los días de la semana se pretendía hacer el tan esperado anuncio, sin embargo, la fecha se iba dilatando, hasta ayer.
Pero las negociaciones municipales no eran la única inquietud en el bloque durante la semana. Por esos mismos días, Matthei también le abrió un flanco al sector.
La alcaldesa, quien es la mejor figura de la derecha para la presidencial, según las encuestas, venía a la baja en los sondeos de opinión. Y esta semana tuvo un nuevo traspié que la obligó a enfrentar al subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
La alcaldesa acusó que en 2023 entregó antecedentes de 75 nombres de venezolanos ligados al crimen organizado, de los cuales habría antecedentes de detenidos involucrados en el caso del crimen del exteniente Ronald Ojeda.
Monsalve la desmintió, a lo que se sumó toda una arremetida del oficialismo en su contra, que abrió la interrogante de cuánto debiera exponerse la alcaldesa siendo la presidenciable que lidera en todas las encuestas.
Ello recordó otros traspiés de Matthei, como cuando deslizó la posibilidad de “fraude” en las elecciones de dos días, o cuando afirmó que hay candidatos que se financian con platas del narco.
En medio de las dificultades en el sector por dirimir la negociación de las candidaturas, fueron varios quienes sintieron el vacío que dejó la figura del fallecido expresidente Sebastián Piñera, quien en medio de estos dilemas solía ser una especie de árbitro aceptado por todos los sectores, y que tomaba las decisiones finales para zanjar.
Las tensiones
En el sector reconocen que la negociación ha estado tensa, como se da habitualmente entre los partidos. Durante el último tiempo, uno de los factores que retrasaron el anuncio fue la disputa entre la UDI y RN, pues los dos partidos querían aparecer equilibrados en el anuncio final, y así evitar que una fuerza se impusiera por sobre otra, como es tradicional en este tipo de negociaciones.
A eso se sumaba que existió preocupación y demora por zanjar cuáles serían los lugares que se ofrecerían a Amarillos, Demócratas y republicanos. Las tres tiendas estaban tensionadas pidiendo mayor espacio, y para Chile Vamos era relevante convocarlas para revivir un arco opositor que fuera desde la derecha hasta el centro político.
En medio de ese tira y afloja es que en la derecha tomaron la decisión de no involucrar demasiado a la alcaldesa Matthei en las tratativas. Si bien algunos criticaron que le faltó mayor rol para ayudar en las negociaciones, los partidos solamente le encargaron la tarea de ayudar a convencer a candidatos a que se atrevieran a postular.
De todas formas, la alcaldesa estuvo directamente atenta a lo que fue la negociación municipal, pues le preocupa cuánto influirán las municipales de este año en las presidenciales de 2025.
En esa línea es que ha sostenido reuniones con los dirigentes partidarios y ha intervenido en algunas designaciones, como la de Santiago.
Y se espera que ya con la planilla de candidatos más definida comience a tener un rol más activo en acompañarlos a terreno y apoyarlos con fotos para que salgan electos en las elecciones.
En la derecha saben que el tiempo apremia, y que mientras no se inscriban los candidatos se pierde valioso tiempo de campaña, pues los postulantes de izquierda ya se encuentran desplegados y sin ninguna competencia que les haga contraste