Christian Grollmus (55) recuerda cada detalle de la tarde del 29 de agosto del 2022, cuando el grupo Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) atacó su casa, quemó el histórico molino del que era dueño junto a su padre, Helmuth Grollmus (86), en Contulmo, y dejó a su tío herido de bala en una pierna que tuvieron que amputarle.

Tras ese episodio el Presidente Gabriel Boric se formó la convicción de la existencia de atentados terroristas en la Macrozona Sur, lo que abrió la disposición del Ejecutivo para anunciar una reforma a la Ley Antiterrorista.

En entrevista a La Tercera, Christian Grollmus recuerda los hechos y se refiere también a la formalización de los 11 sujetos que habrían participado en el atentado, quienes esta semana quedaron en prisión preventiva.

“No es fácil, porque uno vuelve a revivir los hechos cuando los habla, pero a la vez los va sanando”, expone el abogado de 55 años.

¿Qué significó esto para su familia?

Se nos produjo un trauma inesperado, brutal, violento y terrible. Evidentemente esto es un antes y un después.

¿Cuáles fueron las consecuencias?

Hay niveles de consecuencia. Las víctimas que son mi papá, que falleció, el tío Carlos Grollmus con las consecuencias trágicas de haber perdido una pierna por el ataque, don Cristián Cid que perdió un ojo y su hijo Ramón que lo golpearon. Pero además la vecina Lorena Camaño a quien le quemaron su casa que arrendaba.

Su padre murió antes de la detención de los acusados, ¿qué representa aquello?

Mi papá no se merecía eso, era un hombre alegre, trabajador, espontáneo. Y cuando fallece, lamentablemente no había ninguna detención. Pero ahora estas detenciones fueron un balón de oxígeno para nosotros. Esta semana él cumplía años, por lo tanto, esto es como un regalo. Ahora mi padre está viendo desde el cielo la acción de la justicia.

Usted vivía con su padre...

Cuando murió mi papá, a quien debo reconocer su valentía en el ataque, sentí el impacto del atentado y la envergadura de eso. Y han sido años hasta el día de hoy súper duros, muy crudos, muy solos, pero con harto apoyo institucional de la Armada, Carabineros, también hay que reconocer a la Delegación Presidencial y sobre todo a la PDI. Bueno, y para qué hablar de la Fiscalía que se ha portado muy bien con nosotros.

Christian Grollmus (a la izquierda).

¿Cuánto daño material causó?

El molino era un centro cultural maravilloso, funcionaba con la tecnología del siglo XIX, con su turbina, su mecánica de Newton, y era una joya, era un tesoro. Este molino además era un molino que unía, era como una especie de encuentro de las tres culturas acá, chilenos, mapuches, alemanas.

¿Cómo calificas la investigación de la Fiscalía? Fueron dos años…

Ahora que conozco la causa, y que tengo los antecedentes, creo que ha sido muy profesional. No tengo nada que decir, el fiscal jefe de Cañete, Danilo Ramos y el fiscal Johnny Cáceres, realmente han sido muy profesionales, con muchos antecedentes. También agradezco a los abogados de la delegación, los encontré espléndidos. Así que sólo tengo agradecimientos a la Fiscalía local de Cañete, a la Fiscalía regional y la PDI que se jugó con nuestro caso.

¿Cómo se han tomado la detención de este grupo?

Contentos de que haya resultados concretos y tranquilo porque se acaba un período de incertidumbre y entramos en un período de batalla judicial de certidumbre. Esto está enmendando todo el tiempo transcurrido, donde pensamos que ya no había resultado. Y sí, los hay.

Usted conoce la investigación, ¿ante qué tipo de grupo estamos?

Estoy convencido de que estamos ante grupos terroristas de un nivel muy profesional. Criminales de tomo y lomo. Y creo que no tienen vuelta, porque hay una ideología de ellos que es simplemente asesinar, matar.

Este fue el primer hecho que el Presidente Gabriel Boric calificó como terrorista. ¿Qué opina de eso?

Nos llamó mucho la atención y nos dio mucho alivio escuchar eso del Presidente; entiendo también sus tendencias políticas anteriores. Acá hubo un acto terrorista y el Presidente dijo la verdad, y cuando la verdad se dice se agradece.

Este caso incentivó al gobierno a apoyar una nueva Ley Antiterrorista.

Nuestro caso, lamentablemente, mirando el vaso medio lleno, logró reimpulsar las modificaciones que se necesitaban. Pero creo que falta mejorar el tema de reparación de las víctimas que la legislación chilena no considera.

“No hay que sacar el Estado de Excepción”

El gobierno ha dicho que los hechos violentos han caído en la Macrozona Sur. ¿Siente lo mismo?

Hay que ser objetivo y eso es verdad, han disminuido los actos. La gente ha podido desplazarse de manera mucho más segura, pero esto es gracias a la intervención y la presencia del Estado. Ahora, la sensación de inseguridad es otra cosa, y eso todavía persiste mucho.

¿Considera que se puede levantar o desescalar el Estado de Excepción?

Si han disminuido no hay que sacar el Estado de Excepción. Lo digo derechamente, ningún espacio, ni un milímetro para sacarlo de esta zona. No es posible desescalar cuando se está empezando a producir resultados.

Pronto terminará el trabajo de la Comisión para la Paz y el Entendimiento, que busca una salida institucional para el conflicto mapuche y considera reparaciones. ¿Tiene esperanza en ese proceso?

La verdad es que con todo lo que significa la violencia, los actos terroristas, no tengo ninguna esperanza en ese proceso. Creo que esa comisión tiene que ver con un tema de entrega de tierras, que no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo acá en la Macrozona Sur en cuanto a la violencia. Esto no es una causa mapuche, es la causa de los terroristas narcotraficantes y grupos organizados criminales. El 99% de los mapuche son personas pacíficas, trabajadoras.

¿O sea que no detendrá la violencia? ¿Cómo lograr aquello?

El resultado de esa comisión no va a detener la violencia. La única manera de detenerla es desarticulando estos grupos, como está sucediendo ahora, a través del Ministerio Público y con presencia del Estado.

Algunos integrantes de la Comisión han propuesto una reparación, ¿Qué le parece una medida de ese tipo?

Me parecería estupendo que toque la parte de reparación. Y si el presidente así lo estima, y se produce la institucionalidad de la reparación, gracias a esta comisión, bueno, habría que celebrarlo.

¿En todo este proceso ha sido contactado por alguien del Ejecutivo?

Sí, por la misma Delegación Presidencial Provincial, que a través del delegado Humberto Toro nos ha llamado, lo cual se agradece. No hay nada que decir en ese sentido, desde el punto de vista humano. Desde el punto de vista material del Estado, no ha estado a la altura y falló en el tema de la seguridad y la falta de servicio que es brutal.

¿Van a exigir compensaciones?

Todo eso está todavía en evaluación. Pero lo que está acreditado, y no cabe duda, es que aquí hubo una falta de servicio del deber de seguridad por parte del Estado cuando nos atacaron. Hay que considerar que incluso ya estábamos en Estado de Excepción.

¿Y cómo exigirán esa reparación?

Para que te reparen la indemnización integral del daño no queda otra alternativa que demandar al Estado. Y eso, por supuesto, que en algún momento lo vamos a hacer. Ahora, si se dictara una ley antes, cambia la situación.

Pero aquí hubo un daño a varias familias, mi tío perdió su pierna, mi padre murió después, un trabajador perdió un ojo, se quemó un molino de más de 100 años, ¿Cómo se avalúa todo eso?