Cuando Raúl Torrealba del Pedregal (74) dejó su oficina en el tercer piso de la Municipalidad de Vitacura, el 28 de junio de 2021, le inquietaba su incierto futuro.
Así lo recuerda hoy uno de sus cercanos. Había estado casi 25 años administrando una de las comunas de mayor ingreso económico del país y podría haberlo seguido haciendo hasta su muerte. Pero una ley, promulgada un año antes, limitó las reelecciones de autoridades a tres periodos. El militante de Renovación Nacional había excedido con creces ese plazo, ya que seis veces ganó esa votación. Debía partir. Un mes antes había sufrido una derrota colateral al no conseguir traspasar su popularidad al concejal Max del Real. La elección esa vez la ganó Camila Merino (Evópoli), asestando una dura derrota a RN, que desde 1996 tenía bajo su dominio esa alcaldía.
Pero a quienes lo rodeaban les había confesado que otra cosa le preocupaba más. Era su pelea con un antiguo amigo -Domingo Prieto Urrejola-, quien durante 20 años fue el representante de Vita Salud, Vita Emprende y Vita Deportes, corporaciones sin fines de lucro que funcionaban al alero del municipio y que -por ende- recibían subvención estatal. La última vez que se habían visto, Torrealba lo había acusado de tener un desorden contable inmenso en las organizaciones, y Prieto, por su parte, quien por esa época ya padecía una grave enfermedad, lo amenazó de vuelta y le dijo que si lo echaba “lo contaría todo”. Y así fue.
La venganza de Prieto
El 22 de julio, a casi un mes del arribo de la nueva alcaldesa, el director de jurídica de la Municipalidad de Vitacura, Mauricio Irarrázabal, se presentó ante el fiscal Felipe Sepúlveda. En sus manos tenía una denuncia. Iba dirigida en contra del exjefe municipal y su estrecha colaboradora y directora de Desarrollo Comunitario, la publicista Antonia Larraín Prieto. Se sospechaba de varios delitos: malversación de caudales públicos, cohecho, fraude al Fisco, falsificación de documentos públicos y lavado de activos. En definitiva: una bomba descubierta por la nueva administración.
En el escrito, que estuvo durante más de un año protegido por la reserva especial en la tramitación de causa por blanqueamiento de capitales, y al que accedió La Tercera Sábado, se revela el episodio en que la amenaza de Prieto a Torrealba terminó por concretarse. Merino llevaba sólo unos días a la cabeza de Vitacura cuando los registros de egreso de dineros y falta de respaldo de los mismos comenzaron a llamar su atención. Fue ahí cuando Prieto golpeó la puerta de su oficina, la misma que visitó durante tantos años cuando iba a ver a su otrora amigo. La nueva autoridad lo recibió. Ante Merino, Prieto denunció diversos hechos de los cuales habría sido testigo presencial al interior del municipios. También aseguró a la alcaldesa que su firma había sido falsificada para girar dinero en efectivo desde las corporaciones, que, a su vez, recibían plata de Vitacura, y que dichos montos tenían como destino las arcas particulares de Torrealba y Larraín que, dicho sea de paso, es su sobrina.
La publicista, que aún permanecía en el municipio, al enterarse de lo que había hecho su pariente -y por consejo de amigos- decidió autodenunciarse. En el expediente consta su declaración, pieza clave de la investigación que ahora está en manos del fiscal jefe de Santiago, Francisco Jacir.
Los sobres con efectivo
El 19 de agosto de 2021, renunciando a su derecho a guardar silencio y a ser asistida por un abogado, Antonia Larraín partió diciendo ante el Ministerio Público: “Manipulé sobres con dinero”.
“Esto ocurre desde hace tres años, desde el mes de julio o agosto de 2018, cuando comencé a ocupar el cargo de directora de Desarrollo Comunitario. Apenas asumí en el cargo, el alcalde Raúl Torrealba me citó a su oficina y me señaló que todos los meses yo recibiría un sobre con la suma aproximada de $ 5 millones que debía entregárselo a él. Este sobre lo recibiría los primeros días del mes y me lo entregaría Domingo Prieto Urrejola, quien es mi tío abuelo por línea materna”, señaló.
La imputada dijo que los dineros provenían de las corporaciones que dirigía Prieto, quien estaba a cargo de las finanzas de los “Vita”.
“Estos dineros me los entregaban dentro de un sobre, que podía ser de los de color blanco, café, de distintos colores, sin identificación alguna. Estaban sellados con el pegamento que traen, otras con scotch. Al principio contaba el dinero y efectivamente cada sobre traía $ 5 millones. Después dejé de contarlo. Yo le entregaba de inmediato el dinero al alcalde y después me iba”, detalló. A veces, dijo, cuando no estaba Torrealba en el municipio, le dejaba el dinero bajo una carpeta azul. “Siempre supe que esto estaba mal, que era ilegal y que podía ser un delito, pero acepté hacerlo solamente porque me lo pidió Raúl Torrealba, a quien conozco desde los cinco años (es la mejor amiga de una de sus hijas), él me dio trabajo cuando más lo necesitaba. Recuerdo que en unas cinco oportunidades Torrealba me entregó $ 200 mil, pero no recibí nada más de ese dinero”, confesó.
Una billetera grande
En diciembre de 2020 las triangulaciones pararon. Según Larraín, porque se dieron cuenta de que Prieto tenía un gran desorden en la contabilidad de los “Vita” y que luego de esto decidieron desvincularlo en marzo de 2021. Sin indemnización, después de 20 años.
Luego relató que para la “Semana de la Chilenidad”, tradicional festejo de Fiestas Patrias en Vitacura, el alcalde le pasaba millones en efectivo para las actividades propias del evento y que lo que sobraba, que podía ser $ 1 millón, se lo devolvía a Torrealba.
“En el mes de julio me enteré por dichos de pasillo que Domingo le había dicho a la alcaldesa Camila Merino que yo y Torrealba nos habíamos robado toda la municipalidad”, le dijo Larraín a la fiscalía para sellar su autodenuncia.
Uno de los contadores de las corporaciones, quien también entregó su testimonio a la justicia, develó que la práctica ejecutada por Larraín venía de antes. Según él, el exdirector de Desarrollo Comunitario, Renato Sepúlveda -embajador en El Salvador hasta marzo de este año- hacía lo mismo. “Prieto siempre decía que esta plata no había cómo justificarla, pero que en algún momento, en 2017, sacaron mucho dinero de Vita Deportes, del orden de $ 100 millones, y que fue presionado para conseguir con terceros boletas de honorario a fin de justificar la salida de este dinero”, declaró el profesional.
Del destino de los dineros que le llegaban en sobre al “Tronco” Torrealba, como es llamado por sus amigos, hay algunas pistas.
Algunas de ellas las entrega uno de sus dos choferes, quien relató cómo el alcalde le pasaba dinero en efectivo y él debía ir a depositárselo al banco a distintas cuentas que poseía. Su secretaria dijo que como su jefe no usaba mucho la tecnología, ellos le manejaban los talonarios de depósitos y que “era normal que nos pidiera estos documentos para hacer distintos depósitos en efectivo en sus cuentas, pagaba con dólares su cuenta internacional, sobre todo cuando él viajaba. Recuerdo que también mandaba a depositar dinero para pagar a su trabajador que tiene en su casa en el sur”.
La caída
El 3 de septiembre del año pasado la jueza Francis Fell, a petición de la fiscalía, alzó el secreto bancario de las cuentas de Torrealba, Larraín y Prieto. Del primero, según un hallazgo realizado por la PDI, se detectó una cuenta del Banco de Chile en la que tiene más de $ 2.300 millones. El origen del dinero son cientos de depósitos de dinero en efectivo por distintos montos: $ 1 millón, $ 6 millones, etc. Su renta mensual como alcalde, según registros del SII, era de $ 3 millones 500 mil. ¿De dónde proviene ese dinero? Es una de las explicaciones que prepara su defensa.
Ese día, además, la magistrada cursó una orden de entrada y registro en la segunda vivienda de Torrealba, en Lago Colico, comuna de Cunco, Región de La Araucanía. En el registro se encontraron, según fuentes policiales, fajos de billetes ocultos en una pared. Ese día las pesquisas se centraron en un computador que usaba como alcalde y que se llevó al sur antes del allanamiento en su departamento en Vitacura.
Un testigo apuntó a que luego de padecer un cáncer a la mandíbula, el alcalde pagó en efectivo un millonario tratamiento de rehabilitación.
Hasta el momento, la PDI, junto al fiscal Jacir, han logrado establecer que muchas veces los dineros traspasados por Prieto a Larraín y esta a su vez a Torrealba venían de las concesiones de publicidad que la Corporación Municipal de Deporte licitaba.
Conocedores de la investigación apuntan a que falta poco para que el Ministerio Público decida formalizar al histórico alcalde. Y que debido a la gravedad de los hechos, lo más probable es que se pida su prisión preventiva.
Tres días antes de su cumpleaños número 74, el 1 de diciembre de este año, la fiscalía alzó el secreto que pesaba sobre el expediente que contiene las pruebas que hoy tienen en un complejo escenario al exalcalde.
Ese día -comentan cercanos- guardó silencio. La pregunta es si cuando sea citado a declarar como imputado mantendrá esa posición. b