Columna de Antonia Urrejola: El caso Silala y la solución pacífica de las controversias internacionales

Gabriel Boric


Por Antonia Urrejola Noguera, Ministra de Relaciones Exteriores

Chile recibe con satisfacción la sentencia de la Corte Internacional de Justicia en la Controversia sobre el Estatus y Uso de las Aguas del Silala, entre Chile y Bolivia, cuya lectura fue este jueves en La Haya.

La política exterior chilena se ha caracterizado por mantener una línea de continuidad, donde el respeto por el Derecho Internacional es un principio rector en su conducción.

Dicho respeto implica la búsqueda de mecanismos para la solución pacífica de las controversias, principio fundamental del derecho internacional. Chile actúa con el convencimiento que la diplomacia, el Derecho Internacional y el multilateralismo son los únicos medios legítimos a nuestra disposición. Máxime cuando se trata de nuestros vecinos.

En los últimos años nuestros equipos han defendido con profesionalismo los intereses del país. Sucedió en la delimitación marítima con Perú, en el caso obligación de negociar una salida al mar con Bolivia y en este último sobre un río internacional.

La Corte ha señalado que los recursos hídricos compartidos exigen la cooperación y gestión conjunta de los países, respetando principios como el uso equitativo y razonable y la prevención del daño ambiental significativo que uno pueda irrogar al otro. Pero la cooperación entre los Estados y la prevención de los conflictos son tareas esenciales y permanentes de llevar a cabo, guiadas siempre por un actuar de buena fe para superar los problemas en beneficio mutuo.

La estrategia chilena hacia el mundo y especialmente hacia nuestros vecinos responde a procesos meditados, de largo estudio y continuo acercamiento. Por esto, recibimos la sentencia de la Corte con satisfacción, pero también con tranquilidad; contábamos con los estudios técnicos y argumentos jurídicos, pero también con una visión estratégica para avanzar hacia una mejor política de buena vecindad con Bolivia.

La lectura del fallo del caso Silala cierra un capítulo en la historia de ambos países. Esperamos esta sea la oportunidad para seguir avanzando en una agenda de intereses compartidos con Bolivia. Desde Chile existe la disposición y voluntad para promover y reforzar el diálogo y la cooperación mutua.