Columna de Pablo Dittborn: Propuesta de devolución de IVA a los lectores
Por Pablo Dittborn, ex director general de Random House Chile.
En base a la declaración manifestada al inicio del retorno a la democracia, prometiendo que “el IVA al libro, volvería al libro”, propongo la siguiente reforma que cumple con ese propósito. Cada comprador de libros, en el mercado formal nacional, podrá acumular el IVA pagado de dicha compra en una cuenta Rut del Banco Estado. Ese monto acumulado solo servirá para comprar más libros, mediante una tarjeta-libro (emitida por el banco) en el mismo mercado formal nacional.
De esta forma no habrá perjuicio para los editores, distribuidores ni libreros por la ausencia de IVA de venta. Por ejemplo, la sola eliminación del IVA a los libros sería lapidaria para las librerías, puesto que el monto del arriendo se les incrementará en un 19% mensual. Las compras, usando la tarjeta-libro no generará una acumulación adicional de fondos en la respectiva cuenta Rut, ya que solo se irá incrementando el saldo de la tarjeta-libro por compras con todos los otros medios de pago.
Esta medida significará una disminución (16%) en el precio de venta de los libros, y contribuirá de manera directa al incremento en el consumo de libros por el solo hecho de que el IVA devuelto solo servirá para comprar más libros. Al tener información sobre la venta de libros, (vía ISBN de cada venta y Rut de las librerías) se puedan elaborar estadísticas serias y sistemáticas para conocer todo lo necesario sobre la industria del libro en Chile, información para reimprimir si fuera necesario, preferencias de los lectores para que el aparato público compre con información precisa, haciéndolo más eficiente, orientación para editores y libreros, información de los derechos de autor devengados para liquidarles a los autores como corresponde.
Esta propuesta puede ser financiada con el redireccionamiento de los fondos concursables destinados al libro, haciendo mucho más eficiente y beneficiosa la inversión pública en esta industria y así compensar el costo para el Estado de una reforma como esta. No existe ningún estudio serio y sistemático que demuestre que una rebaja en el precio de los libros incremente su venta y menos el desarrollo de hábitos de lectura. En Chile un alto porcentaje de jóvenes no entiende, lo que lee. Sin comprensión lectora es imposible desarrollar un hábito lector. Trabajemos en eso también prioritariamente.