Columna de Pedro Tenorio: Dina en su laberinto

Protest demanding Peru's President Dina Boluarte to step down, in Cuzco
Una manifestante sostiene un cartel que dice "Fuera Dina" durante una protesta exigiendo la renuncia de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en Cuzco, el 2 de febrero de 2023. REUTERS/Paul Gambin


Por Pedro Tenorio, periodista Latina Televisión.

En el Perú no hay día en que no sucedan estas tres situaciones: Uno, que le pregunten a la Presidenta Dina Boluarte si va a renunciar; dos, que el Congreso no encuentre (no quiera encontrar) una fórmula legal de adelanto de elecciones para este año; y tres, el cierre ilegal de, al menos, medio centenar de carreteras, afectando el suministro de alimentos y combustibles en las zonas centro y sur del país. La crisis política da paso al caos político. Y si bien Boluarte es una Presidenta constitucional, su desgaste aumenta día a día.

Muchos preguntan: ¿cómo y cuándo terminará esto? Dependerá únicamente de cuánto tiempo soporte Boluarte los embates de quienes piden su dimisión. Una encuesta del IEP publicada el último domingo registra un 74% a favor de que se vaya a su casa: se cree que es la manera más rápida de salir del entrampamiento. Sin embargo, la llave de salida la tiene el Congreso, que puede aprobar los cambios constitucionales que permitirían adelantar elecciones y, de esta forma, un ordenado “¡Que se vayan todos!”. Pero el Parlamento no quiere, debate por días y desde la izquierda castillista pretenden atar cualquier adelanto a un referéndum para que la población exprese si desea una “Asamblea Constituyente” en medio del caos. El Legislativo acaba de rechazar esta vía por mayoría de votos (75 versus 48), pero se sigue usando para atizar las pugnas a costa de la parálisis social y económica del país.

Como en toda tragedia hay un culpable, Pedro Castillo, quien protagonizó en diciembre el golpe de Estado más estúpido de la historia peruana (simplemente salió en TV para anunciar que cerraba el Congreso e intervenía a la judicatura y otras instituciones, mientras sus ministros renunciaban vía Twitter y sus congresistas afines se distanciaban a velocidad de rayo) y una víctima, que es el pueblo peruano. El ciudadano de a pie que desconfía cada vez más de sus políticos. El Congreso ha comenzado a debatir una nueva propuesta para adelanto de elecciones, a iniciativa del gobierno, pero no se augura éxito. Solo la renuncia de Boluarte gatillaría la llegada al poder del presidente del Legislativo para convocar de inmediato a elecciones, ya mismo y a la carrera... Ante tanto laberinto solo queda observar, nada por predecir.

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