Crítica gastronómica de Don Tinto: Ambrosía Bistró, ¡Me pongo de pie!
Acortando la primera semana de este nuevo encierro decidimos pedir algo para comer en este pequeño restaurante de calle Nueva de Lyon que por estos días, como tantos otros, aguanta la pandemia a punta de delivery. Nos inclinamos por unos taquitos de pescado para comenzar y luego dos platos de fondo: una albóndiga casera con puré y salsa de tomates más un ramen de pato. Para cerrar el pedido, una tarta de limón glaseada. Según indicaciones del sitio de Ambrosía Bistró el pedido llegaría en 45 minutos. Sin embargo, todo arribó aproximadamente a la media hora, muy bien presentado y etiquetado. Y lo más importante, con la temperatura justa para ser consumido.
Comenzamos probando los taquitos verdes de pescado ($6.500), que eran tres gruesos bastones de merluza en tempura, cada uno con su respectiva hoja de lechuga para armar este pequeño taco y aliñarlo con las tres salsas que venían aparte: una muy ligera de pescado, otra de palta que era casi un mousse y una criolla con algo más que la dejaba muy cremosa y sabrosa.
Armamos los tacos con todo lo anterior y lo cierto que el resultado fue un bocado perfecto. Una mezcla frío – caliente, crujiente – blando y levemente dulce – picante que funcionaba estupendamente bien y dejaba el paladar activado para los platos siguientes. Continuamos con la albóndiga casera con puré de papas y salsa de tomates ($10.500). La base era un puré muy cremoso y sabroso, al que se le había añadido encima una buena cantidad de salsa de tomates ligeramente espesa, bien cocinada y aliñada y que además sorprendía con algunos muy pequeños trozos de queso que se habían fundido con el calor de la misma. Ya el puré con la salsa funcionaban a cabalidad como una sola preparación.
Ahora, si sumábamos la albóndiga, la cosa se ponía aún mejor. Una carne molida bien tierna y con algo de cebolla, que más sus respectivos aliños le daban un exquisito sabor que a su vez se potenciaba con la cebolla caramelizada y el cilantro picado bien fino que llevaba encima. Sin embargo, había que probar todo junto. Puré, salsa de tomates y albóndiga. ¿El resultado? Una mezcla exquisita que funcionaba a dos bandas, porque por un lado evocaba necesariamente a sabores caseros que tenemos en nuestro recuerdo, pero al mismo tiempo sorprendía con texturas suaves y novedosas. Un gran mix.
Luego vino el Ramen de pato ($11.000), que llegó en un envase de plástico desechable que aguantó muy bien la temperatura hasta el momento en que lo traspasamos a un bowl. Aparte, traía tres pirotines con cebollín crudo picado bien fino, nori y katsuobuchi (virutas de pescado seco y ahumado); las que había que verter a gusto en este caldo liviano pero bien condimentado -levemente oscuro, con toques picantes y también dulzones- y que traía además muchas verduras, finas láminas de pato, hongos y fideos más el tradicional huevo mollet (con la clara cocida pero la yema cremosa).
Al final, se trataba de una mezcla equilibrada y exquisita, como todo lo que probamos esa noche. De más está decir, un plato potente, que te deja feliz pero prácticamente en el suelo. Tras una necesaria pausa vino el la tarta de limón ($4.000), que en realidad era una crema de limón glaseada, con un crumble de almendras por encima. De una delicada suavidad interior, contrastaba muy bien con la crocancia del crumble. Más ácido que dulce, de verdad muy rico y perfecto para cerrar la comida.
Siempre he comido bien en Ambrosia. En los tiempos del primero que estuvo en el centro, después en el local de Las Condes y luego en la barra del Bistró de Nueva de Lyon. Esta vez, vía delivery, no fue la excepción. Mantener calidad, esencia y sabor a lo largo del tiempo no es nada fácil. Y eso, hay que reconocerlo.
CONSUMO TOTAL
$37.000
DIRECCIÓN
Nueva de Lyon 99, teléfono 994518195, Providencia.
PÚBLICO
Apto para todas las edades
HORARIO
Martes a sábado, 13 a 20 hrs.
EVALUACIÓN
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Calificaciones:
✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver