Crítica gastronómica de Don Tinto: Barra de Pickles, hasta pronto

Barra de Pickles
Barra de Pickles. Foto: Instagram


Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico

Resulta un verdadero placer dirigirse un día de semana desde Providencia hacia el Barrio Franklin en la Línea 6 del Metro. Es media hora de viaje tranquilo (siempre que no se te meta un músico al carro) y a buena temperatura, en la que se puede -por ejemplo- leer en paz. ¿Por qué este desplazamiento? Porque me enteré que la Barra de Pickles cierra sus puertas en algún momento de febrero para trasladarse a un nuevo local en la Avenida Irarrázaval. Buena excusa para pasar a probar sus sabores.

Como era jueves y aún temprano para almorzar la Barra de Pickles estaba totalmente vacía, por lo que aproveché de mirar bien la oferta y pedir: un sándwich de arrollado de malaya ($7.000) y una cerveza Sol ($4.000), pagué y luego me senté en el pasillo exterior a esperar. Llegó rápidamente la cerveza, pero servida en uno de los mismos frascos de vidrio que usan en By María (la fábrica de encurtidos propietaria del boliche). ¿En qué momento se normalizó usar frascos y no vasos?

Para pasar el mal rato también llegaron a la mesa unas papitas fritas de bolsa, un rico kétchup By María y sus ya clásicos pepinos encurtidos. Hasta que llegó el sándwich. En una marraqueta simplemente deliciosa, humedecida levemente con mayonesa casera y con varias lonjas finas de arrollado de malaya más pickles de piña con ají, mostaza con semillas, hojas de cilantro y ralladura de limón. Una verdadera bomba de sabor, con el picante de la piña cortando la grasitud de la malaya y todo bien fresco gracias al abundante cilantro. Una joya de sándwich.

Pero como este trabajo es duro había que seguir, así que pedí un sándwich de arrollado de huaso ($7.000). El sándwich venía con un mix de hojas verdes pero me dijeron que “aún no llegaban”, así que las reemplazaron por hojas de cilantro. La verdad es que quedó bueno igual. Arrollado huaso cortado bien fino, queso mantecoso también finito, pickles de ají verde (bien potente), las hojas de cilantro, mostaza dulce, mayonesa y gotas de limón. Otra vez en marraqueta y otra vez un gran sándwich. Fresco, picante y sabroso. Todo a la vez. Casi tan bueno como el primero, aunque me comí solo la mitad y el resto lo llevé a casa. Hay que cuidarse.

Siempre he dicho que donde mejor quedan los encurtidos By María es en sandwichs y lo que probé en esta Barra de Pickles me lo confirma. Salvo el frasco de la cerveza y el mix de verdes que no llegó, todo estuvo como siempre lleno de sabor y potencia. Solo queda esperar que su mudanza a Ñuñoa sea para mejor y que, por ejemplo, puedan funcionar todos los días de la semana.

CONSUMO TOTAL: $18.000

DIRECCIÓN: Franklin 741 (Factoría Franklin), teléfono 994103087, Santiago.

HORARIO: Jueves y viernes 12 a 17 hrs. Sábado y Domingo 12:30 a 17:30 hrs.

ESTACIONAMIENTO: No tiene.

PÚBLICO: Todo público.

EVALUACIÓN: ✮✮✮✮

Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver

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