Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico.

Por lo general no acostumbro a visitar locales con pocos meses de funcionamiento, pero fueron tantos y tantos los buenos comentarios que escuché acerca de este lugar especializado en desayunos y almuerzos ubicado en la calle Santa Beatriz que durante la semana decidí pasar. Y aunque recién era pasado la una de la tarde, la terraza de este lugar ya estaba llena. Afortunadamente logré instalarme en la última mesa que quedaba disponible en su interior.

La verdad es que una vez sentado comenzaron algunos períodos de espera que se repitieron durante todo mi almuerzo. Al rato la mesera me pasó una carta y tras revisarla pedí como entrada el Repollo Asado ($7.000) y de fondo la Milanesa Cacio e Pepe ($9.500) más un Té Frío ($2.000).

Tras esto, se vino un nuevo período de espera, solo interrumpido por el momento en que la mesera volvió a preguntarme por lo que había pedido para beber. Al final, llegaron el té (exquisito) y la entrada prácticamente juntos. Este plato consistía en una mezcla de repollo asado tibio más repollo morado encurtido, todo esto bañado en una salsa holandesa bien buena pero que curiosamente tenía un dejo a queso. Al fondo del plato un juguito cítrico muy pero muy agradable. Después, no quedó más que nuevamente esperar, ahora por el plato de fondo, el que consistía en unos muy buenos espaguetis cacio e pepe, con mucha pimienta y una muy cremosa mezcla de queso pecorino y agua de cocción de la misma pasta. Probablemente la mejor pasta cacio e pepe que alguna vez probé en Santiago. Ahora bien, la milanesa de berenjena que complementaba el plato no estuvo a la altura. Perfecta en apariencia y con un empanizado tipo panko, no sabía mal. Sin embargo, estaba demasiado pasada de aceite, era casi una esponja que había absorbido buena parte del aceite en que fue frita.

Al final el almuerzo tuvo varias cosas buenas, pero también varias malas. La entrada muy bien y ni que decir la pasta. Además, revisando la carta se nota que hay buenas intenciones y búsquedas interesantes en la cocina. Sin embargo, la falla en la milanesa y sobre todo la falta de nervio y prisa en el servicio no se pueden pasar por alto. Más en un local tan pequeño. Aún así, la apuesta es interesante y por lo mismo urge que aprieten las clavijas. Y claro, habrá que volver más adelante. Mientras tanto, reafirmo mi hábito de no visitar restaurantes abiertos recientemente.

CONSUMO TOTAL: $18.500

DIRECCIÓN: Santa Beatriz 223, Providencia.

HORARIO: Martes a sábado 10 a 18 hrs.

ESTACIONAMIENTO: No tiene.

PÚBLICO: Todo público.

EVALUACIÓN: ✮✮✮

Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver