Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico
Debe haber sido por ahí por la segunda semana de marzo de 2019 la última vez que pasé a comer y beber algo a este tradicional bar de calle Bandera. La semana pasada volví a visitarlos. Eran casi las tres de la tarde y hacía un calor que invitaba a hacer una pausa. Y la hice sentándome en una pequeña mesa pegada a la pared del local porque su barra no ha vuelto a funcionar tras las restricciones de la pandemia. De hecho, el bar luce distinto. Con las puertas abiertas y los televisores apagados, mucho más silencioso que antes. Tampoco están los viejos de la punta de la barra que dejaban sus vasos de cola de mono a medio tomar y partían al Teletrak que queda a la vuelta a jugarle a algún caballo. También se extraña al maestro Castro y algunos garzones antiguos que no se ven. Hay más silencio y poco queda del barullo clásico de este bar que abrió sus puertas en 1961.
Ahora bien, cualquier dejo de nostalgia se acaba al momento de comer algo en el Ciro’s. En mi caso fue un clásico sándwich pierna mayo ($5.140) más una garza ($2.400), los que llegaron rápidamente a la mesa. El sandwich era idéntico a los que he probado ahí durante décadas. Es decir, servido en un impecable plato metálico y con una marraqueta que vaya a saber uno dónde la compran pero que es gloriosa. Con buena corteza exterior pero suave por dentro. El relleno, la misma pierna de chancho que descansa a un costado de la plancha sanguchera, cortada en finas lonjas y con una buena cantidad de la mayonesa preparada en el local, verdaderamente única, más líquida que las de otros lugares pero llena de sabor. Como complemento pedí algo de pebre, el que también sabía igual que siempre.
En resumen, una combinación perfecta. La verdad es que habría seguido con un caldo tronco, una de las especialidades del Ciro’s, pero hacía demasiado calor y más encima luego tenía que salir a asolearme por las peatonales del centro. Así las cosas, opté por un medio sandwich de pavo (otro clásico del local) más mayonesa y ají verde ($3.480). Una vez más, llegó a mi mesa un sándwich que era casi un déjà vu, con láminas tibias de pavo recién cortadas a cuchillo y esa combinación de mayonesa y ají verde que jamás falla. Un verdadero final feliz.
Es cierto, el Ciro’s luce distinto a lo que era dos años atrás. ¿Pero quién no ha cambiado en todo este tiempo? Lo importante es que da la impresión que está saliendo al paso, con algunos cambios de personal y estilo y por cierto con nuevos parroquianos. No están fáciles las cosas en el centro, pero estoy seguro que -una vez más- este lugar saldrá adelante.
CONSUMO TOTAL:
$13.420
DIRECCIÓN:
Bandera 220, teléfono 226960135, Santiago.
HORARIO:
Lunes a viernes 10 a 18 hrs.
ESTACIONAMIENTO:
No tiene.
PÚBLICO:
Todo público.
EVALUACIÓN:
✮✮✮
Calificaciones:
✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver