Álvaro Peralta Sáinz
Cronista gastronómico.

Crítica gastronómica de Don Tinto: Con Agallas, más fresco que una hawaiana

16 jun 2023 09:15 PM

Con Agallas

Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico

Siempre se ha comido -medio a la mala- en las pescaderías. Lo hacía un buen amigo en un local de Manuel Montt hasta hace no muchos años, cuando su dueño gentilmente le habilitaba un pequeño espacio detrás del mostrador. Lo hacía yo también a inicios de los 90 en mi natal Santa Cruz, cuando llegábamos a la pescadería del Guacho Elías con marraquetas, vino blanco, cilantro, limones y cebollas. Las almejas las ponía él y cerrábamos por dentro. Es obvio, nos gusta el marisco fresco y se supone que si se consume en la pescadería misma el éxito está asegurado.

Este mismo principio de frescura es el que se vive de jueves a domingo a la hora de almuerzo en la pescadería Con Agallas, donde se puede disfrutar de una “barra de mar” que ofrece una media docena de preparaciones frías que se comen ahí mismo, en unas bancas dispuestas afuera del local. Así que no me quedó otra que apersonarme por el lugar durante la semana y probar algunas cosas. Partí pidiendo una tostada de camarones ($6.990) más un agua tónica de pomelo ($2.500). De más está decir que, una vez más, la normativa vigente de alcoholes deja cojo a un emprendimiento gastronómico.

Luego me senté afuera y a esperar unos minutos hasta que llegó la tostada, que en realidad era una tortilla de tacos bien durita y que encima traía una buena cantidad de camarones cocidos, pequeños cubitos de apio, ralladura de limón más una ligera y exquisita emulsión hecha -según me contaron- en base a una vinagreta de almejas y camarones molidos. Lo cierto es que la combinación de ingredientes resultó simplemente deliciosa, con una textura suave y alimonada que se mezclaba muy bien con los camarones. Además, al final, comerse la tortilla levemente blanda debido a la humedad del resto de los ingredientes, resultaba muy agradable.

Pero seguimos y el turno fue para el mariscal frío ($12.990), que venía con dados de corvina, navajuelas, chochas y camarones (estos últimos, cocidos); más cebolla en cuadritos y ají verde cortado bien fino. Todo esto condimentado con la vinagreta de almejas y un polvo de piures. De los mejores mariscales que recuerde haber probado. Todo fresco y delicioso, como recién salido del mar.

Es cierto que no venden alcohol y que hay que sentarse en unas bancas y que por estos días hasta se pasa frío. Pero lo que se está comiendo en Con Agallas hace que valga la pena el sacrificio. Porque con tan buenos productos del mar que tenemos, da gusto cuando los cocineros se atreven a abandonar un rato las machas a la parmesana y el caldillo de congrio y correr con colores propios. Y eso es lo que está pasando en esta pescadería con ganas de ser restaurante.

CONSUMO TOTAL: $22.480