Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico
Las cálidas noches de primavera que estamos viviendo en Santiago son ideales para salir a caminar y -si se tiene suerte, porque todo cierra demasiado temprano- comer algo por ahí. Justamente eso fue lo que aproveché de hacer cuando mis pasos me llevaron hasta la esquina de Pocuro con Tobalaba y me encontré con este pequeño bistró que no visitaba desde tiempos pre pandémicos. Sin embargo, para mala suerte mía, el local estaba lleno, por lo que no me quedó otra que esperar media hora por una mesa. Media hora fumando en la vereda y apoyado en un basurero. Nada de aperitivo, silla de cortesía ni nada. Y eso que su vecina pizzería, del mismo nombre, estaba vacía.
Afortunadamente el tiempo pasó y la barra del interior del local se desocupó, donde logré instalarme cómodamente. Como había tenido mucho tiempo para revisar la carta inmediatamente pedí unos Pinxos ($4.900) y un Vermut Rosso ($5.800). Nuevamente, hubo que esperar un poco hasta que finalmente llegaron ambas cosas. El trago era tal cual se describía en la carta. Es decir, vermú rojo con bastante hielo, rodaja de naranja y mondadiente con aceituna verde más una buena cantidad de soda. Simple, refrescante y rico a la vez. ¿Los pinxos (sic)? Exquisitos. Dos tostadas en pan de masa madre, tibiecitas pero no crujientes, con queso de oveja, tomates, boquerones, aceituna verde y un chorro generoso de aceite de oliva. Tan buenos estaban que el queso hasta les sobraba. Y para no volver a sufrir una larga espera, mientras comía todo esto pedí también el Cremoso de Arroz con Espárragos ($9.200) y una copa de sauvignon blanc de Viña Calyptra ($4.200) que estaba bastante bien. Y mucho mejor estaba el mentado cremoso, con toques de azafrán y algo de alioli, bien cargado a la pimienta y con unos espárragos pasados por la plancha con la textura precisa, deliciosamente al dente. Uno de esos platos en los que no quieres dejar nada. Por lo mismo, se habría agradecido que hubiese panera.
Pero bueno, así estuvieron las cosas en Guappo Bistro. Con un sabor que da gusto encontrar en una esquina cualquiera de la ciudad y en un local que se nota atiende día a día a clientes habitués y ocasionales. Y claro, cuando tienes ocho mesas en la terraza más una barra y una sola mesera, la cosa se puede poner complicada. O mejor dicho, lenta. Aún así, la comida estuvo tan buena que -a ratos- ayuda a olvidar los malos momentos. Si le ponen más nervio (y más personal), seguro se consolidan como una de las buenas cocinas de la ciudad.
CONSUMO TOTAL:
$24.100
DIRECCIÓN:
Pocuro 3091, teléfono 229932958, Providencia.
HORARIO:
Martes a sábado 12:30 a 16 hrs. Y 19 a 22:30 hrs.
ESTACIONAMIENTO:
No tiene.
PÚBLICO:
Todas las edades.
EVALUACIÓN:
✮✮✮
Calificaciones:
✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver