Álvaro Peralta Sáinz
Cronista gastronómico.

Crítica gastronómica de Don Tinto: Handi Masala, gusta y pica

Hace 14 horas

Crítica gastronómica de Don Tinto: Handi Masala, gusta y pica. Foto: Instagram Handi Masala.

Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico.

Hubo una época en que la única forma de probar comida india en Santiago implicaba moverse hasta el centro de la ciudad, hacia el final de la calle Santo Domingo, para ahí deleitarse con los sabores que ofrecía el restaurante Majestic, que como tantos otros boliches, instituciones y personas emigró luego hacia la zona oriente. Relativamente cerca de ahí, en la calle San Martín, funciona desde hace algún tiempo este pequeño restaurante especializado en comida india y que tiene su peak de funcionamiento a la hora de almuerzo de días laborales, cuando no pocos oficinistas llegan a ocupar su reducido espacio en busca de buena comida india a precios más que convenientes.

A sabiendas de lo anterior decidí asomarme por Handi Masala pasadas las tres de la tarde, cuando ya había tranquilidad en el local y en el barrio en general, que como buena parte del centro, se aprecia con muy poca gente sobre todo por las tardes. Y como hasta las cuatro de la tarde hay disponibles algunos menús a precio fijo me decidí por el vegetariano, que por $6.990 incluía unas albóndigas de verduras en una salsa de curry más arroz, pan naan y postre. Y claro, una limonada, porque ya sabemos lo que pasa con las patentes de alcohol en este país.

Pero bueno, mientras veía -sin entender mucho- una película de Bollywood en la televisión del local, llegó la comida. Todo junto, postre incluido. Partí probando el pan que estaba recién hecho y que además de rico resultaba perfecto para untarlo en la muy buena salsa de las albóndigas, las que contenían una mix de vegetales poco identificables pero extremadamente sabrosos. Y así seguimos, mezclando albóndigas, un arroz basmati bien perfumado y el buen pan. De que se sentía el grado cuatro de picante que se pidió, se sentía. Pero era algo realmente reconfortante.

La verdad es que lo comido hasta ese momento estaba perfecto para un almuerzo de semana, pero unos shawarmas que vi pasar, que si bien son de origen árabe pero entiendo muy populares en India, me distrajeron; por lo que no me quedó otra que pedir el de camarones ($8.990), que llegó rápidamente, bien contundente y calentito, acompañado además de una salsita con toques de cilantro, bien fresca. No me equivoqué con el antojo. Para el final dejé el postre que tenía pendiente, unas pequeñas bolitas de leche condensada y almíbar que ayudaron a bajar el calor ambiente y del paladar.

En resumen: un lugar con buena comida india, bien atendido y a precios razonables. Para la próxima, voy por la carta que se ve extensa y apetitosa. Y así al menos tengo otra razón para volver al tan alicaído centro de la ciudad.

CONSUMO TOTAL: $15.980