Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico.

Cualquiera que haya recorrido la ciudad seguramente se ha topado con esos almacenes de barrio donde aún se puede comprar algo de jamón, queso y pan para que ahí mismo te armen un sándwich. Algo parecido pasa en las cadenas de tiendas de conveniencia, que si bien están arrasando con los antiguos almacenes, conservan aún la venta de un pan más una lonja de queso y otra de jamón. Aunque claro, ya no te arman el pan y te pasan todo por separado. Como sea, son miles de oficinistas, estudiantes, empleados del comercio y obreros (los que van quedando) los que desayunan o almuerzan bajo esta modalidad.

¿A qué viene todo esto? A que no dejo de pensar que en La Fiambrería tal vez tomaron esta vieja costumbre proletaria -además de hacer un guiño a los panini italianos- pero la llevaron a un nivel superior. Primero, por la calidad de la charcutería propia y quesos que ofrecen; y segundo por el servicio de venta de sandwichs que implementaron en su local inicial de Eleodoro Yáñez, luego en Franklin y ahora en el del MUT; el cual visité durante la semana.

Tras hacer una pequeña fila y aprovechar una muy informada degustación de charqui, chicharrones y salame que la misma gente de La Fiambrería ofrecía, me decidí por dos sandwichs: uno de Pastrami y otro de Porchetta de Cerdo ($7.990 c/u), ambos en pan ciabatta, más una bebida en lata ($2.000). De más está decir que a este sitio le llora una máquina de schop y una carta de vinos por copa. Pero bueno, tras una breve espera me pasaron el pedido y fui a acomodarme a una de las mesas compartidas que hay en este lugar y que pueden ser ocupadas por los usuarios de todos los locales e incluso por gente que llega con su almuerzo desde casa.

Para partir opté por el sándwich de pastrami, que además de pastrami traía un queso gauda ahumado más coleslaw y una buena cantidad de una salsa tan indescifrable como rica. Un sándwich fresco y de sabores suaves, muy sabroso. Para el final dejé el de porchetta y la verdad es que no me equivoqué, porque este era un sándwich tibio con porchetta cortada bien fina (se extrañó algún bordecito crocante) más una exquisita crema de alcachofas, queso gorgonzola y rúcula. Simplemente espectacular. Un sándwich de sabores intensos y equilibrados que se disfrutó de principio a fin. Para repetirse.

En resumen, La Fiambrería ofrece comida rápida pero con productos de calidad y llenos de sabor, ideal para degustar al paso. Además, venden fiambres y pichanga a granel. Todo esto en uno de los subterráneos del MUT, que está muy agradable.

CONSUMO TOTAL: $17.980

DIRECCIÓN: Apoquindo 2730, nivel -2, teléfono 931406280, Las Condes.

HORARIO: Lunes a sábado 9:30 a 19:40 hrs. Domingo 10:30 a 17:30hrs.

ESTACIONAMIENTO: En los subterráneos del MUT (pagado).

PÚBLICO: Todo público.

EVALUACIÓN: ✮✮✮✮

Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver