Crítica gastronómica de Don Tinto: La Uruguaya, más allá de la comida
Por Alvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico
Las noches de verano en Santiago generan ciertos espacios que el resto del año cuesta más encontrar. Por lo mismo, vale la pena aprovecharlos -por ejemplo- comiendo alguna carne asada con los amigos. Y si es en la terraza exterior de La Uruguaya, mucho mejor. Obviamente llegamos con hambre y sed, así que partimos pidiendo una ración de chorizo ($2.100), otra de morcillas ($2.100) y una porción de mollejas ($5.900). Y porque donde fueres haz lo que vieres -y porque hacía mucho calor- un par de cervezas Patricia de un litro ($5.990).
Las cervezas llegaron prontamente y también comenzaron a bajar prontamente. Afortunadamente apareció la comida. Partimos por el chorizo, bastante magro y suave, con poco ají de color (como le gusta a los uruguayos y que fue con lo que comenzó la historia de este restaurante en Santiago) pero con mucho gusto. Proseguimos con las prietas (también de factura propia), rellenas con nueces y con un perfume medio herbáceo muy agradable. Únicas en su tipo en Santiago. Para el final quedaron las mollejas: crocantes por fuera y suaves por dentro, como deben ser, servidas con unos gajos de limón para el que quiere ponerle unas gotitas. Literalmente, nada más que agregar.
Pero seguimos con hambre, así que se pidieron un par de bifes de chorizo ($9.900) y una pamplona ($5.900), más una porción de papas fritas ($2.800) y una ensalada mixta ($3.400). Y dos Patricias más. Vamos en orden. Los bifes llegaron en el punto ordenado y estaban bien de sabor y textura. Sin queja alguna. Para el final la pamplona, plato insignia y exclusivo -en Chile- de La Uruguaya, que consiste en una pechuga de pollo rellena con tocino, pimientos y queso; todo amarrado con una tela del interior del chancho y que luego le da mucho sabor y color en la parrilla. ¿Cómo estaba la pamplona? Como siempre, espectacular. Doradita por fuera pero jugosa en su interior. Y con tanta comida, poco tocamos las papas fritas y la ensalada, aunque nada malo tenemos que decir de esos acompañamientos.
Al final, una noche redonda y no solo por la comida. Es que más allá de lo bien que salió todo, uno no visita La Uruguaya solamente para saciar el hambre, sino que también para pasar un momento agradable en un lugar donde se vive la cordialidad de manera única. Si me preguntan cuál es el sello de este local no me demoro en decir que es la hospitalidad de sus dueños y empleados. Obviamente, a la uruguaya.
CONSUMO TOTAL
$65.960
DIRECCIÓN
José Domingo Cañas 1301, teléfono 222697570, Ñuñoa
HORARIO
Lunes a sábado 12:00 a 23:00. Domingos 12:00 a 17:00.
ESTACIONAMIENTO
Propio pero pequeño
PÚBLICO
Apto para todas las edades.
EVALUACIÓN
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Calificaciones:
✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver