Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico.

Quienes tienen hijos pequeños saben que los días declarados “interferiados” por los colegios pueden ser complicados. Claro, porque los regalones de la casa se levantan y quedan desocupados mientras que los adultos debemos trabajar con normalidad. Así las cosas, tratar de tener un panorama con ellos en esa jornada no es fácil, salvo que logres terminar temprano con el trabajo y arrancarte al cine. Justamente eso fue lo que hice hace un par de lunes con mi hijo y aprovechamos de ver Garfield en el Parque Arauco. Pero claro, a la salida había hambre, y mucha.

Para fortuna nuestra, justo en frente del cine está Rosso Italiano, un restaurante que ocupa el mismo espacio que años atrás usara el Vendetta y con la misma inspiración. Es decir, pizza, pastas, carnes y más; todo en clave italiana. Se supone, claro. Tras ubicarnos en un casi vacío salón muy bonito y amplio, revisamos la carta digital y nos decidimos por la pizza. Mi hijo pidió una de Pepperoni Americano ($10.990) y yo una Regina Margherita ($9.900). El mozo me explicó que la Margherita era solo “la base” de las pizzas, pero yo le insistí que esa era la que quería probar. Para beber mi hijo quiso una limonada ($3.600) y yo un Schop Heineken ($4.400).

Pronto llegaron los bebestibles junto a una panera con unos pancitos pequeños, tibios, pero algo añejos más un poco de mantequilla. En un lugar así habría esperado aceite de oliva para el pan y, por supuesto, pan fresco. Pero bueno, al poco rato llegaron las pizzas, de un tamaño mediano bastante bien para el disfrute individual. Sin embargo, su masa era algo extraña. Ni tan delgada como una napolitana ni tan gruesa como una al molde y con unos bordes que pareciera quisieron subir pero se quedaron a medio camino por culpa de la poca potencia del horno.

¿Qué tal mi pizza? Discretísima, porque a la masa ya señalada se le sumaba un queso insípido (ni rastros de algún tipo de mozzarella) más algo de salsa de tomate y orégano. ¿Hojas de albahaca? Nada. Por su parte mi hijo, un experto en pizza pepperoni, reclamó que la suya llevaba simplemente un salame común y corriente. Para peor, debo decir, cortado algo grueso, lo que hacía imposible que se fundiera con el queso de la pizza. En resumen, decepcionante.

Hace ya una década que en Santiago se comen buenas pizzas, así que ofrecer un nivel como el de Italiano Rosso no tiene excusa alguna. Ni siquiera el que estén en un mall los podría disculpar, porque hace rato también que en muchos de estos centros comerciales se puede comer muy bien pizza, carnes y más. Al final, a años luz de lo que alguna vez ahí mismo probamos, cuando el lugar se llamaba Vendetta.

CONSUMO TOTAL: $28.800

DIRECCIÓN: Avenida Kennedy 5413, local 373A, teléfono 222292010, Las Condes.

HORARIO: Lunes a domingo mediodía a 23:30 hrs.

ESTACIONAMIENTO: En el mall (pagado).

PÚBLICO: Todo público.

EVALUACIÓN:

Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver