Crítica gastronómica de Don Tinto: Wine Rebels + Gabilondo, mezcla perfecta
Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico
Aunque por lo general la pizza se asocia a la cerveza, lo cierto es que consumir esta preparación tan popular con una copa de vino no es ninguna rareza. De hecho, hace años que esto se da en pequeñas pizzerías artesanales de Estados Unidos. Y aquí al lado, en Argentina, aún se ofrece vino dulce Moscato en algunos lugares para acompañar una pizza. Sin embargo, acá en Chile eso no pasa. Tanto así, que incluso en algunas pizzerías que sí tienen vino en sus cartas, igual los únicos líquidos que se aprecian encima de sus mesas son bebidas de fantasía y cerveza. Nada más.
Afortunadamente desde fines del mes de abril existe una suerte de excepción a esta regla y que se llama Wine Rebels, una barra de vinos que funciona algunas tardes-noche a la semana al interior de la pizzería Gabilondo de calle Merced. A cargo de la sommelier Nadia Parra, en este sitio podemos encontrar una muy interesante selección de etiquetas de pequeños productores que prácticamente no se consiguen en el comercio santiaguino.
Así las cosas, en mi última visita a este lugar partí probando una copa de Bocaseca Sauvignon Blanc de Puquillay, Colchagua ($4.000). Seco y con una rica acidez, muy refrescante. Seguí con otra copa de blanco ($4.000), en este caso un Gillmore Vermentino del Maule, un poco más frutal que el anterior pero también muy refrescante y placentero.
Y como el vino suele dar hambre, pedí una Margarita con Mozzarella Fresca ($12.650) y -a sugerencia de la sommelier- una copa de Almaule País Patrimonial de Gillmore ($4.000). La verdad, la mezcla resultó perfecta. La pizza era de una masa liviana y delgada, pero con ese borde voluminoso producido por el calor que le da consistencia. Y aunque a la salsa de tomates le faltó un pelito de sal, la mozzarella fresca y la albahaca combinaban a la perfección. Lo mismo el vino, fresco y ligero, uno de los ricos País que he probado en el último tiempo y, me queda claro, ideal para acompañar una pizza. Para cerrar pedí una copa más, en este caso un Parrone Grenache Colchagua 2019 ($4.000) que fue todo un hallazgo: puro jugo de uva en una botella, como para comprarlo por cajas y tener siempre algunas botellas enfriando.
Salvo un poquito de calor (entre los vinos y el horno), lo cierto es que este es un lugar para seguir visitando y así probar más de su selección de vinos -en constante cambio- y su extenso catálogo de muy buenas pizzas. ¿Algo más? Buena barra para comer de pie o sentado y una atención certera e informada, algo que poco se ve por estos lados. También hay mesas y hasta terraza exterior.
CONSUMO TOTAL: $24.650
DIRECCIÓN: Merced 346 (al interior), Santiago.
HORARIO: Jueves, viernes y sábado 17 a 22 hrs.
ESTACIONAMIENTO: No tiene.
PÚBLICO: Todo público.
EVALUACIÓN: ✮✮✮✮
Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.