Crítica gastronómica de Don Tinto: Yamile, calor de hogar
Noche de frío y algo de lluvia. No dan ganas de salir. En rigor no lo haría ni aunque los restaurantes atendieran público y no estuviéramos aún con este eterno toque de queda. Tampoco hay ganas de cocinar, pero sí de comer algo que alimente y que nos abrigue. Comfort food gustan decir algunos. Comida de casa, prefiero yo. En este caso, sería de un hogar con raíces árabes, porque el lugar escogido fue Yamilé, un humilde comedor que funciona hace años en Av. Perú y que por estas semanas solo lo hace en su modalidad para llevar.
La orden, sencilla y clásica, igual que el negocio. Un menú para dos ($27.500) que consiste en dos mix de rellenitos -hojas de parra, hojas de repollo, pimientos, zapallitos italianos, berenjenas, ajíes, papas y tripas de cordero- más una porción de kubbe crudo y una selección de dulces árabes, a lo que agregamos una malaya ($8.900) también rellena con la típica mezcla de carne molida, arroz y especias. Lamentablemente no les quedaban mazarines (las tripas de cordero rellenas), por lo que tuvimos que reemplazarlos por las siempre apetitosas hojas de repollo. Al final, un banquete contundente y con el cual cuatro personas comerían sin mayor problema.
En menos de media hora llegó todo a casa en el formato de siempre. Es decir, cajas de poliestireno envueltas en papel para envolver. Tal vez por lo mismo -y en una noche tan fría- valía la pena meter al horno a fuego mínimo las preparaciones calientes mientras se comía el kubbe, que venía con sus aliños precisos y una carne muy suave que no necesitaba nada más para ser disfrutada perfectamente. Luego, los rellenitos. Sabrosos y enjundiosos. Bien condimentados y por lo mismo aromáticos, con las verduras aún resistentes al tacto y el relleno bien compacto. Tal vez la papa un poco seca, pero aún así era todo lo que uno espera de un rellenito estilo casero. Y aquí quiero detenerme, porque los que hemos pedido comida a Yamilé más de una vez lo que queremos es justamente ese inigualable sabor a casa, sin sofisticaciones ni innovaciones. Simplemente la mezcla de productos vegetales y animales (ojo que también tienen opciones veganas) más ese único mix de aliños que la hace tan particular pero que al mismo tiempo al paladar nacional se le torna tan próximo.
Seguramente especias como el comino, la canela y el cilantro tienen mucho que ver con eso. Y esto se da, una y otra vez, con Yamilé. Es cierto, la malaya estaba un pelito pasada de cocción (demasiado blanda) y el hummus no es el mejor de la ciudad. Aún así, el resto juega solo y es una verdadera aventura de sabores y aromas que a uno de verdad le dan sosiego. El resto, abrir una botella de vino para acompañar y simplemente disfrutar.
La idea era cerrar con la selección de dulces árabes, los que para nuestra sorpresa no venían en el pedido. Reclamamos (todo se hace vía WhatsApp), pero ya habían cerrado. De todas maneras, en ese momento habría sido un abuso comerlos. Llegaron a la mañana siguiente y fueron devorados. Dulces e intensos. Deliciosos. Al final, aunque la comida y entrega estuvieron matizadas por algunos detalles, estos se perdonan porque son los menos y la suma total sigue teniendo saldo positivo. Y justamente por eso, uno siempre vuelve a Yamile.
CONSUMO TOTAL
$38.400
DIRECCIÓN
Av. Perú 647, teléfono 998920213, Recoleta.
HORARIO
Lunes a sábado de 11 a 20 hrs.
Domingo de 11 a 17 hrs.
(Solo delivery o retiro en el local. Todos los pagos se hacen vía transferencia bancaria)
ESTACIONAMIENTO
No tiene.
PÚBLICO
Apto para todas las edades.
EVALUACIÓN
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Calificaciones:
✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver
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