Ni se caminó ni se masticó chicle. Así describe la jefa de bancada de los diputados del Frente Amplio, Camila Rojas, los últimos cuatro años, en que, dice, la clase política estuvo tan concentrada en sacar adelante los procesos constituyentes, que se dejó de lado responder a las necesidades sociales que se arrastraban desde hace tiempo.
Sin una nueva Constitución, la militante de Comunes asevera que se está en una “situación muy crítica del sistema político” y que es imperante responder a las urgencias ciudadanas.
¿El plebiscito fue un fracaso para la derecha o para toda la clase política?
Es un fracaso para los republicanos y para la derecha, porque ellos impusieron sus ideas en ese texto y no lograron convencer a la mayoría. Pero si uno piensa en el proceso completo, el sistema político no fue capaz de responder a la necesidad de tener una nueva Constitución.
¿Es doloroso quedarse con la Constitución heredada de la dictadura?
No es solo la situación de la Constitución, donde el sistema político no está siendo capaz de responder, y que puede ser frustrante, doloroso. Tenemos un problema mayor: tampoco hemos podido responder al tema de las pensiones, seguimos teniendo problemas en salud, en las isapres. Estamos en una situación muy crítica del sistema político.
Quizás la clase política dejó temas de lado para priorizar la nueva Constitución.
No se puede desconocer que en términos del sistema político estaba siendo un problema la Constitución vigente. Pero claramente pudimos haber respondido en todo este tiempo a las necesidades sociales que llevan mucho tiempo planteadas. No fuimos capaces ni de caminar ni de mascar chicle, ninguna por sí sola. Es un momento crítico y todos tenemos que intentar responder a las urgencias sociales. Para eso se requiere llegar a acuerdos.
¿El oficialismo salió fortalecido tras el plebiscito?
Yo tengo muy claro quién perdió: Kast, los republicanos, la derecha. Pero no creo que nosotros hayamos ganado. Lo que nosotros podemos hacer luego de este proceso es decir que acá hay que atender los temas urgentes. Me cuadro con lo que señaló el Presidente Boric esa noche: de manera humilde, sin exitismo, empujando temas con los que el gobierno también asumió, que están en su programa.
¿No considera que quedan en un mejor pie para enfrentar las municipales?
Si hubiese ganado el “A favor”, nosotros estaríamos en un momento muy complicado como oficialismo. Y no fue así. Siendo una alianza de gobierno, estos contextos se tienen que aprovechar. La mejor manera de hacerlo es empujar aquellas reformas pendientes. Agradezco que la ministra Jara de inmediato haya puesto el tema de las indicaciones (en pensiones). Ha sido una semana donde el gobierno ha tomado la ofensiva. Es innegable que tiene que ver con el resultado, y me parece bien. Así funciona la política: cuando hay resultados electorales que nos dan la posibilidad de instalar agenda, hay que aprovecharlos.
¿Eso no tiene algo de exitismo?
No lo creo, porque se ha hecho con responsabilidad. El pacto por el crecimiento, la nueva ley de pesca y la reforma de pensiones se vienen trabajando durante todo el año. Pero quizás, y aquí hago política ficción, si hubiese ganado el “A favor” no se podrían haber hecho como durante diciembre, habría que haber esperado.
¿Hay espacio para cambiar las prioridades? El Socialismo Democrático ha sugerido dejar de lado compromisos como la condonación del CAE.
Nosotros le debemos lealtad al Presidente Boric y a lo que él comprometió. No solo se trata del programa, se trata de temas que han sido reafirmados posteriormente. Yo veo que el Socialismo Democrático y sus ministros están alineados con el Presidente. Si hay alguien que considera que no tiene que ser así, habrá espacios para discutir. Pero yo me apego a lo que el Presidente ha señalado.
¿El plebiscito abre un nuevo tiempo para dialogar con la oposición?
Nuestra disposición está. Ahora la pelota está puesta del lado de la derecha. Depende de ellos. Yo de verdad quiero que ellos se sumen a una agenda de acuerdos que nos permita sacar estos temas adelante. No solo es importante para el gobierno, sino para dar cuenta de que la política es útil.
¿Miguel Crispi (RD) y el ministro Carlos Montes (PS) se han transformado en un problema para el gobierno?
El Presidente es quien toma la determinación respecto de los ministros y de sus equipos más cercanos. No voy a ser yo, y menos por la prensa, quien diga que el Presidente tiene que hacer cambios.
¿No teme que la permanencia de Crispi y Montes pueda entorpecer el trabajo que queda por delante?
Yo respeto lo que el Presidente ha decidido: que Miguel Crispi siga en el Segundo Piso y que Carlos Montes siga siendo ministro.
¿Cómo se toma que desde el Socialismo Democrático abiertamente se diga que Crispi es un problema?
Puede haber personas que hayan tenido señalamientos de ese carácter, pero lo que importa son las posiciones institucionales.
Pero lo dijeron tres timoneles…
Sí. Yo creo que el llamado es a que nos ordenemos como alianza de gobierno. No sé a quién le sirven ese tipo de cosas, pero no le sirve al gobierno. Es un error.
¿Es fallarle al Presidente?
El Presidente Boric requiere de una alianza de gobierno ordenada, así que todos nos tenemos que poner en esa disposición.