Chile se prepara para recibir más de 325 mil pasajeros en la temporada de cruceros 2024-2025. La cifra muestra un incremento del 25% respecto a la temporada anterior, según estimaciones de la Subsecretaría de Turismo. Este crecimiento no solo refleja la recuperación del sector, sino que supera las cifras prepandemia de 294 mil visitantes.
Además del número de pasajeros al alza, se proyecta que haya 411 recaladas, un hito para el país.
El impulso de la industria de cruceros en Chile, según la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, se debe a la extensa costa de más de 8.000 kilómetros y la diversidad de puertos a lo largo del país.
“Chile ha mostrado una notable recuperación en el turismo de cruceros. En la temporada 2023-2024 recibimos 410 recaladas en 23 destinos del país, un aumento del 22% respecto al período anterior. Si bien la temporada prepandemia 2019-2020 registró 294 mil pasajeros, en la última alcanzamos los 260 mil, lo que refleja una reactivación sostenida del sector”, señaló Pardo.
El perfil de los pasajeros que llegan a Chile también juega un papel importante. El 98% de los cruceristas proviene del extranjero, principalmente desde Estados Unidos (36%), Canadá (14%), Reino Unido (12%) y Alemania (9%). Tienen una edad promedio de 60 años, viajan en grupos de 2,4 personas y realizan un gasto individual diario de entre US$ 80 y US$ 100, beneficiando así a la economía local.
Chile cuenta con 56 puertos a lo largo de su extensa costa, de los cuales ocho concentran la mayor parte de las recaladas de cruceros: Punta Arenas, Puerto Montt, Puerto Williams, Valparaíso, Castro, Puerto Chacabuco, San Antonio y Coquimbo. Para la próxima temporada, Castro y Coquimbo quedarían fuera del ranking, según la Subsecretaría de Turismo.
Las principales líneas de cruceros que operan son Princess Cruises, Hurtigruten, Holland America Line, Azamara, Silversea y Ponant, de acuerdo a Pulso.
El presidente de la Corporación de Puertos del Cono Sur, Eduardo Arancibia, afirmó que el incremento de recaladas está fuertemente impulsado por el desarrollo del turismo antártico y la apertura del muelle de Puerto Williams. “Esto posiciona a Chile como una puerta de entrada estratégica a la Antártica”, explicó. Además, destacó que el muelle ya es utilizado como base para la línea de lujo Silver Sea, en lugar de Ushuaia, Argentina, y que la compañía ha anunciado la construcción de un hotel en Puerto Williams con una inversión de US$ 30 millones.
El interés por el turismo de cruceros no solo se centra en la cantidad de recaladas, sino también en la calidad de la experiencia. Según el director nacional de Sernatur, Cristóbal Benítez, esta industria genera beneficios a toda la cadena comercial del turismo, incluidas las pymes locales. “El impacto de estas recaladas es tal que los beneficios los recibe toda la cadena comercial del turismo, incluidas las pymes que ofrecen alojamiento, gastronomía y otros servicios”, comentó Benítez.
A pesar del crecimiento, la industria aún enfrenta desafíos. La infraestructura portuaria y la legislación vigente limitan el desarrollo total de la actividad.
Actualmente Chile no permite el cabotaje para cruceros de menos de 400 pasajeros, lo que significa que estos barcos no pueden operar exclusivamente en territorio nacional. Este vacío legal ha obligado a muchas líneas a utilizar puertos en países vecinos. “Mientras Ushuaia recibe 550 recaladas, nosotros no podemos competir porque no tenemos la legislación adecuada”, lamentó Arancibia.
El cabotaje permitiría resolver uno de los principales desafíos de la industria chilena: la falta de un circuito consolidado que permita a los turistas recorrer solo puertos nacionales sin tener que cruzar a países vecinos.
En definitiva, la temporada de cruceros 2024-2025 promete ser histórica para Chile, tanto por el número de pasajeros como por la consolidación de la industria en el extremo sur. Desde Conosur afirman que la industria seguirá aumentando, ya que se están firmando contratos para las próximas dos temporadas, proyectando un desarrollo sostenido en el futuro cercano.