El avance de las mujeres en México que puede coronarse con una primera Presidenta
En la misma semana, la Corte Suprema despenalizó el aborto a nivel nacional y se confirmó que Claudia Sheinbaum, por Morena, y Xóchitl Gálvez, por el Frente Amplio, serán candidatas a la presidencia en 2024. Pero el progreso en la representación política no necesariamente llega las vidas de las mujeres comunes y corrientes en el país norteamericano, donde cada día, un promedio de 10 femicidios tiene lugar.
Es casi seguro: a partir de 2024, a menos que tome ventaja un candidato independiente, la presidencia de México estará en las manos de una mujer. Viendo las dos coaliciones más importantes, que ya anunciaron a sus candidaturas presidenciales, será Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez quien suceda a Andrés Manuel López Obrador, después de las elecciones que tendrán lugar en junio.
Es la primera vez, indica GZERO Media, en que una campaña presidencial es disputada entre dos candidatas principales. Desde el oficialismo, Claudia Sheinbaum cuenta en su experiencia con haber sido alcaldesa de la Ciudad de México, mientras que en la oposición está la senadora Xóchitl Gálvez.
Durante la misma semana, la Suprema Corte de Justicia despenalizó el aborto a nivel federal, lo que obligará todas las instituciones de salud pública del país a ofrecerlo de forma gratuita. Además, en ningún caso el personal médico podrá ser criminalizado por llevar a cabo una interrupción del embarazo
Dos candidatas
No es la primera vez que una mujer es candidata a la presidencia de México, pero sí la primera vez en que son dos y ambas provienen de las grandes fuerzas políticas del país norteamericano: el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en 2018, y el Frente Amplio por México en la oposición, una coalición formada por los históricos PRI, PAN y PRD.
En la primera coalición, la oficialista, este miércoles la ingeniera en energía Claudia Sheinbaum se impuso sobre el actual canciller, Marcelo Ebrard, en las consultas de la centroizquierda. Exalcaldesa de la Ciudad de México, su ciudad de origen, había sido también secretaria de Medio Ambiente en los 2000, cuando AMLO gobernaba la capital azteca.
Asociada siempre con el actual mandatario, lo acompañó en sus tres campañas presidenciales. En 2018, fue electa jefa de gobierno de la Ciudad de México, con el 47% de los votos. Este jueves, en una cena reservada en el centro de la capital mexicana, el mismo AMLO le cedió un bastón de mando, como parte de una ceremonia al interior de Morena, representando el relevo.
Por parte del Frente Amplio por México, la fuerza con más arrastre en la oposición, la senadora Xóchitl Gálvez fue anunciada como la candidata a la presidencia. Originaria de Tepatepec, en el estado de Hidalgo, Gálvez proviene de una familia de escasos recursos. Estudió ingeniería en Computación y se volvió empresaria.
Habiendo estado en la alcaldía de Miguel Hidalgo, en Ciudad de México, el 2018 fue electa senadora por el Partido Acción Nacional (PAN), el mismo que ahora la lleva a las presidenciales de 2024.
Una encuesta de Reforma le da a Sheinbaum la ventaja: el 46% de los consultados votaría por ella, mientras que el 31% lo haría por Gálvez, y un 23% no respondió. A la espera de que el partido Movimiento Ciudadano oficialice a su candidato, que se espera sea el gobernador de Nuevo León, Samuel García, una encuesta de El Financiero asegura que Sheinbaum de nuevo lidera con un 46%, seguida por Gálvez con un 37% y García con un 8%.
Andrea Samaniego, politóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que es altamente probable que alguna de las dos gane la presidencia: “No es ningún partido menor el que las postula, así que es muy probable. Además, la contienda parece que será entre ambas, porque, aunque se registró un tercer candidato, es independiente y no cuenta con tanto apoyo. Sí podemos decir que va a ser una mujer la que gobierne al país en 2024, sea Sheinbaum o Gálvez”.
Respecto a carreras presidenciales anteriores, Samaniego recuerda que fue en 1982 que Rosario Ibarra de Piedra se inscribió como candidata, siendo la primera mujer en hacerlo en México. De ahí, vendrían seis. “El reconocimiento para el derecho al voto en las mujeres fue en 1947 a nivel estatal, local, y en 1953 a nivel federal. En 1955 las mujeres mexicanas sufragaron por primera vez en una elección federal. Es una historia reciente, y a pesar de que la Constitución decía que era un derecho para todos, lo cierto es que nosotras no estábamos incluidas en ese derecho. Hasta las elecciones de 1982, estamos hablando de casi 30 años después, recién lanzan a la primera candidata, y era un partido pequeño”, comenta la politóloga.
Desde el Eurasia Group, el analista Matías Gómez Léautaud comenta: “Tanto Sheinbaum como Gálvez lucharán como candidatas con el mismo problema, que es que el liderazgo masculino de sus propios partidos intentará imponerles sus propios temas y agenda. Y el éxito de ambos dependerá de cómo encaucen esta presión desde dentro mientras construyen una narrativa, un equipo y una agenda independientes”.
En el sentido de los obstáculos culturales que enfrentaron y enfrentarán las candidatas mujeres en México, Samaniego comenta: “Fueron obstáculos simbólicos, estructurales, una idea de que las mujeres no pueden mandar, y que son frases que todavía se escuchan en contextos políticos, en contextos sociales. Entonces son ese tipo de obstáculos que las mujeres políticas han tenido que sortear”.
Esto se suma a otra noticia que dio vuelta al mundo esta semana: la despenalización del aborto por parte de la Corte Suprema en todo el país. Hasta el momento, el aborto estaba prohibido en gran parte del país, compuesto por estados, cada cual con su propio Código Penal.
La consideración del Poder Judicial señaló que era “inconstitucional” que se castigara el aborto en el Código Penal federal, ya que violaba derechos humanos. Con esto, ninguna mujer podrá ser juzgada ni condenada por un aborto. La resolución, de paso, garantiza el poder abortar en cualquier recinto público de salud, y protege al personal médico de cualquier castigo por practicar un aborto.
“En el caso mexicano tenemos 11 entidades que en sus códigos penales habían despenalizado el aborto. La gran mayoría hizo estas reformas penales en los años 2021 y 2022, hasta hace poquito. La primera entidad fue Ciudad de México en 2007, durante el gobierno de Marcelo Ebrard. Era poco, porque se trata de 32 entidades federativas”, comenta Samaniego.
Sin embargo, señala la politóloga, incluso en estados donde se había despenalizado de antes el aborto, se persigue de otras maneras: “De acuerdo a reportes periodísticos el problema es que ya las mujeres no están en las cárceles por haber abortado, sino en cárceles por homicidio en grado de parentesco. Las meten por lo mismo bajo otro tipo penal. Todavía se sigue criminalizando a las mujeres por su derecho a la decisión”. Este caso incluso se vio en 2021 con un aborto involuntario en Yucatán.
Otro avance en derechos de las mujeres que vivió México fue la aprobación, en 2019, de una ley que exigía paridad de 50-50 en ambas cámaras de su Congreso, en los altos cargos de los poderes ejecutivo y judicial, y en las listas de candidatos de los partidos. En su momento, ningún legislador votó en contra de la proposición.
Esos requisitos entraron en vigor en 2021, y desde entonces, México se convirtió en uno de los seis países donde hay mujeres en al menos el 50% del poder legislativo, siendo el único junto con Nueva Zelanda que celebra elecciones competitivas. Datos de ONU Mujeres señalan que, en la actualidad, una de cada cuatro mujeres que ocupan cargos electos locales en la región está en México.
Esto le ha significado a México aparecer también en lo alto de los rankings de paridad política: según el mapa Mujeres en la Política 2023, es el país número 26 del mundo con mayor paridad, teniendo ocho ministras en su gabinete. En cuanto a presencia de mujeres en el poder legislativo, se trata del cuarto país en el mundo: 250 en la Cámara Baja y 64 en el Senado. México también está en el noveno lugar en el Índice de Poder de las Mujeres, creado por el CFR’s Women and Foreign Policy.
Pero el progreso en la representación no necesariamente llega las vidas de las mujeres comunes y corrientes en el país norteamericano, donde cada día, un promedio de 10 femicidios tiene lugar y sólo el 24% de los casos es investigado como tal.
Asimismo, estadísticas de 2022 muestran que las mujeres tienden a ganar un 14% menos que los hombres, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad.Esto significa que deben trabajar 51 días extras para tener el mismo sueldo que los hombres.
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