A fines de este mes un grupo de militantes del Partido Social Cristiano (PSC) tomará un avión a Estados Unidos, con destino a Washington y luego a Nueva York.

La idea es compartir experiencias sobre gestión municipal, pero también política con grupos afines. Esto, con el objetivo de recoger ideas para próximos desafíos electorales.

Uno de los que viajará es Héctor Muñoz, ex-RN, alcalde electo por Concepción, el único jefe comunal del partido y en una de las capitales regionales que era la más codiciada por el Partido Republicano y la UDI. El también vicepresidente de la colectividad ganó, de forma sorpresiva, por una diferencia de 2.143 votos a su contendor más cercano, Aldo Mardones de la Democracia Cristiana (DC).

No era de los favoritos en las encuestas, incluso el analista electoral de la UDI Gonzalo Müller reconoció en el streaming Comando Jungle que el resultado de Muñoz “hizo quebrar la mitad de las encuestadoras”. Pero el nuevo alcalde no es un desconocido: fue concejal por dos períodos en la comuna y fue seremi de Salud de la región en plena pandemia del Covid-19.

El de Muñoz es el resultado más notorio, pero en la colectividad también destacan sus 24 concejales electos, seis consejeros regionales y el 7,44% de las preferencias en gobernadores, aunque no eligieron a ninguna autoridad pese a haber competido en las 16 regiones. Lo cierto es que la irrupción de la colectividad en estas elecciones territoriales fue un punto en tabla en los análisis posteriores de Chile Vamos.

Aunque hubo conversaciones entre la coalición y el partido liderado por la diputada Sara Concha -electa el 2021 por el Partido Conservador Cristiano, antecesor al PSC-, no prosperó que uno u otro partido se omitiera en las zonas de interés. Incluso se intentó realizar un sondeo en Concepción para definir un candidato único de la derecha entre Muñoz, James Argo (Partido Republicano) y Valentina Pávez (UDI). Eso tampoco flotó.

En ese entonces Héctor Muñoz afirmó a La Tercera que “lo que tratan de hacer Chile Vamos y republicanos es invisibilizar al Partido Social Cristiano”.

Así, en Chile Vamos aún resienten resultados como el de Antofagasta en la gobernación regional. Lo describen como una “tormenta perfecta” al dispersar votos entre su propio aspirante, Carlos Cantero, Carlo Arqueros (Partido Republicano) y Carolina Moscoso (PSC).

Aunque la suma hipotética de porcentajes y votos nunca es lineal en las elecciones, entre los tres candidatos se podría haber alcanzado el 40% requerido para ganar en primera vuelta. O bien, si no se alcanzaba esa cifra, en los análisis sí está sobre la mesa que de haber escogido un solo candidato podrían haber tenido representación en la segunda vuelta. Hoy allí compiten dos cartas de la izquierda.

Otro ejemplo es Peñalolén. La postulante de RN, Claudia Mora, perdió frente a Miguel Concha (Frente Amplio) por apenas 148 votos. Y es que en esa ecuación incidió Carlos Alarcón, exjefe comunal de Peñalolén por RN, que compitió al alero del PSC.

Por lo mismo, en republicanos y en Chile Vamos le endosan a la nueva fuerza de derecha ser responsables de la derrota en varios lugares del país.

Los primeros pasos

Muñoz, quien ha viajado constantemente a Santiago en los últimos días, ya se ha reunido con líderes del sector como Evelyn Matthei y José Antonio Kast. El porcentaje de preferencias en gobernadores regionales y tener un alcalde electo, dicen en la colectividad, los pone en otra posición negociadora con Chile Vamos y el Partido Republicano de cara a los comicios parlamentarios del próximo año. Así, tienen intención de al menos llegar a acuerdos, aunque advierten que tienen cartas para competir en los distritos más grandes.

“Ellos (Chile Vamos y republicanos) solamente querían que los candidatos se bajaran y eso no es una forma de conversar. Esperamos que esto no vuelva a suceder porque sino republicanos y Chile Vamos van a ser nuevamente los grandes responsables de una derrota electoral para la derecha”, dice el alcalde Muñoz.

En uno de esos viajes a la capital, junto a la timonel Sara Concha, dieron su respaldo al candidato a gobernador por la Región Metropolitana Francisco Orrego (RN) y a la carta de Chile Vamos en Valparaíso, María José Hoffmann (UDI). Aunque días más tarde quien compitió al cargo en la RM por el PSC, Rodrigo Logan, dio su apoyo al actual gobernador Claudio Orrego, desde la colectividad aseveraron que lo de Logan fue “una decisión estrictamente personal”. Eso marcó el primer “descuadre” del joven partido.

Capturar el voto cristiano

Aunque en su declaración de principios se definen como un partido que no es confesional, sí declaran abrazar la “cosmovisión cristiana”.

Y es que en la colectividad reconocen que “el mundo cristiano, evangélico como cualquier ciudadano, y más aun con el voto obligatorio, se ha ido empoderando”. Ese voto a capturar, con interés en los temas valóricos, pero más afín a la centroderecha social que a una derecha más radical como la del Partido Republicano, explican, es el espacio que esperan ocupar.

Además de Concha a la cabeza, Antaris Varela como secretaria general y Muñoz en la vicepresidencia, el pastor evangélico de Talcahuano, Juan Carlos Venegas integra la directiva en el cargo de consejero. Entre otras autoridades de la tienda está la diputada Francesca Muñoz, exmilitante RN y esposa de Héctor Muñoz, encargada de mujeres del partido.

Como no se han enfrentado aún a elecciones parlamentarias y presidenciales, la bancada está compuesta solo por exmilitantes. Además de Concha y Muñoz, también están los diputados Enrique Lee (electo por el extinto PRI), Roberto Arroyo (ex-PDG), Yovana Ahumada (ex-PDG) y Gloria Naveillán (ex-Partido Republicano). En el Senado tienen a Juan Prieto (ex-RN) y a Rojo Edwards (ex-Partido Republicano). Este último, hasta ahora, es la apuesta presidencial de los socialcristianos.

De hecho, una de las cuentas que también le cobra Chile Vamos a esa colectividad es que la mayoría de sus militantes y candidatos son figuras que se fueron de sus partidos o que rechazaron para postular a diferentes cargos.