Solo en los últimos días entre las regiones Metropolitana y de Valparaíso, 7.741 hectáreas han sido afectadas por sendos incendios que, sobre todo ayer, trajeron consecuencias no solo ambientales, sino que admnistrativas. Y políticas.
Y es que, ya la noche del jueves en ciertos lugares de la capital se sentía olor a quemado y cuando comenzó a amanecer un denso humo era posible notar en varios puntos de la capital. Según reportaban usuarios de Metro, la presencia del humo no solo era en la superficie, sino que también llegó a los andenes, creando dificultad para respirar entre los pasajeros. El tono anaranjado en la superficie era el filtro visual que acompañaba la jordana matutina.
Reflejo de ello es que el Sistema de Información de Calidad de Aire reportaba temprano que las estaciones Cerro Navia, Pudahuel y Cerrillos II registraba alertas por los niveles de material particulado fino respirable (MP2.5).
En paralelo, las autoridades comenzaban a inquietarse y desplegarse, aunque al final del día la evaluación sobre cómo se comunicó la Alerta de Riesgo Sanitario en la RM fue negativa, luego de que a eso de las 9.30 de la mañana el seremi de Salud, Gonzalo Soto, advirtió que el humo que llegó a la capital sobrepasaba los límites de riesgo y que podía afectar la salud de las personas, evaluando -ya a esas alturas- suspensión de clases en algunas comunas y prohibición de actividad física en colegios y liceos.
Si bien el Ministerio de Salud había agendado una pauta para abordar la situación por esa misma hora, la convocatoria se reprogramó y no fue, hasta pasadas las 11.15, que tras participar de una ceremonia de Janucá, la ministra Ximena Aguilera dio sus primeras palabras. Llamó a no alarmar a la población y a dar señales de tranquilidad, mientras se dirigía apurada a la Onemi.
Fue ahí donde se realizó una reunión de emergencia de la mesa integrada por otros ministerios sectoriales como Medio Ambiente y Transportes. A esas horas la ministra del Interior, Carolina Tohá, se encontraba en una visita a Arica y su subsecretario, Manuel Monsalve, en Colchane.
Antes del punto de prensa en que pasadas las 12.00 la ministra Aguilera dio a conocer las medidas oficiales que estaba tomando el Ejecutivo, fue la delegada presidencial, Constanza Martínez, quien respondió ante las preguntas de la prensa durante la mañana, concentrando las críticas por la falta de información por parte de las autoridades del gobierno.
Así por ejemplo, la diputada María Luisa Cordero decía que “no es posible que el retraso debido a la falta de organización de parte de los ministerios competentes afecte la salud de los chilenos, hago un llamado al sentido común y no esperar largas jornadas para tomar decisiones (...) Chile no puede seguir esperando horas para que sus gobernantes actúen”. En la misma línea, el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, exponía que “después de la tardía reacción del gobierno frente al incendio forestal que ha ahogado a la RM, cabe señalar que nadie espera que un gobierno funcione 24/7, pero sí se espera que sea capaz de reaccionar no 18 ni 24 horas después de que empiece una crisis”.
Ante la descoordinación, el Presidente Boric pidió a sus equipos despejar -en parte- su agenda para concentrarse en monitorear la situación. En la mañana, tras participar de la ceremonia de Janucá, se reunió con su amigo Luis Maira y durante la tarde realizó un saludo protocolar al cuerpo diplomático. Justo después decidió subirse a un helicóptero y sobrevolar la zona con su equipo más estrecho. Al cierre de esta edición, el Mandatario se reuniría con la delegada presidencial de Valparaíso, Sofía González, y después tenía previsto visitar el IST de esa ciudad donde está internado un bombero lesionado.
Con la conciencia de que había habido problemas de comunicación, el jefe de Estado pidió a sus ministros sectoriales la máxima coordinación y mayor diligencia para informar lo relativo a la contingencia de los incendios.
En Palacio se explicaba que las piezas que fallaron fueron el Minsal y Medio Ambiente, carteras que tienen a cargo los equipos técnicos que debieron haber dado la alerta de manera más anticipada, sobre todo, dado que ya el jueves en la tarde se tenía conocimiento de que esto podía ocurrir. Asimismo, la ausencia de Tohá y Monsalve complicaron el cuadro. Al cierre de esta edición, se le había pedido al subsecretario volver anticipadamente a la capital para hacerse cargo de la emergencia.
Como sea, con la Alerta de Riesgo Sanitario en la RM ya decretada y las críticas arreciando, fue la ministra Aguilera, a quien se le encomendó una suerte de vocería, la que tomó el guante de las reprobaciones. “Siempre hay que acoger las críticas. Sin embargo, hay que explicar que la calidad del aire empeoró en la mañana. Aunque ya habían incendios, todo depende de cómo va evolucionando la pluma de humo. Por lo que me informó el seremi de la RM, quien estuvo presente en la evaluación, esta situación del aumento del material particulado en algunas de las estaciones del sector poniente de Santiago se produjo temprano, por eso se decretó esa situación en la mañana”, dijo en CHV. Al ser cuestionada sobre si es que las 09:30 de la mañana es realmente “temprano” y si no se pudo haber emitido una alerta antes, retrucó: “No estuve en esa situación pues asistió el seremi de Salud y el monitoreo y empeoramiento de la calidad del aire fue a esa hora de la mañana”.
¿Y las clases?
Aunque las autoridades nunca zanjaron la suspensión de clases, varios establecimientos daban cuenta de problemas desde temprano. No por nada hasta ayer 14 comunas de la RM ya habían solicitado la suspensión, la que se había determinado en los jardines infantiles Junji desde las 13 horas. Desde el Mineduc, en todo caso, el ministro Marco Antonio Ávila aclaró que la suspensión no es lo recomendado.
Justamente y según señalan desde La Moneda, al ministro Ávila le había llegado la instrucción de comunicar “bien” las decisiones que se iban a tomar y se definió que solo los ministros necesarios visitaran para no “entorpecer el trabajo”.
Los incendios
Según el reporte entregado ayer por Onemi, hay 16 incendios activos en Chile, de los cuales nueve están con alerta roja, correspondientes a Quilpué, Catemu, Villa Alemana y Santo Domingo en Valparaíso; Curacaví y San Pedro en la RM; y Nacimiento, San Pedro de la Paz y Florida en el Biobío.
De la zona central, los que implican mayores hectáreas afectadas -ambos con riesgos a viviendas- son los de Santo Domingo (2.150) y Curacaví (4.000) según Conaf. Este es el que, dicen los entendidos, provocó el humo en la capital y que obligó a la presencia de, entre otras cosas, brigadas, retroexcavadora, helicópteros y el apoyo de bomberos de Curacaví, Santiago, Quilicura, La Granja y Maipú. Además, de acuerdo a Carabineros, provocó la muerte por calcinación de una persona, la que fue encontrada ayer en Quilpué, hasta donde llegó el fuego originado en Curacaví.