Elenco de gobernadores y reelecciones en duda: los nudos que la izquierda busca despejar
El oficialismo y la DC tendrán que resolver si prima o no el criterio de “el que tiene, mantiene” en los territorios que hoy les pertenecen. Pero también deberán disputarse los que administra la derecha. Algunos de ellos son codiciadas por más de la mitad de la alianza.
Han pasado más de tres semanas desde la última vez que los partidos del oficialismo -y la Democracia Cristiana (DC)- se reunieron por última vez para abordar el desafío electoral que se les viene por delante. Entre las vacaciones, la emergencia por los incendios y la muerte del expresidente Sebastián Piñera, las conversaciones de cara a los comicios de octubre han estado completamente detenidas. Eso hasta ahora.
Se espera que este lunes, en la habitual reunión de presidentes de partidos previa al comité político en La Moneda, se marque la entrada de lleno en la contienda electoral, en la que las 11 colectividades pretenden competir en un mismo pacto -en el caso de los cargos uninominales-. El lunes pasado, la ministra Carolina Tohá (Interior) ya instó a los timoneles a llegar a acuerdos en este ámbito. Un mensaje que, en todo caso, también ha transmitido el propio Presidente Gabriel Boric.
En las últimas reuniones, que se llevaron a cabo el 31 de enero y el 1 de febrero, se concluyó con el listado de las comunas que actualmente son administradas por la derecha y en que el oficialismo pretende competir, aunque aún sin nombres sobre la mesa. Entre las zonas más codiciadas están La Florida (la quieren ocho partidos), Puente Alto (siete), La Reina (cuatro) y Antofagasta (cuatro).
De las negociaciones han participado los presidentes, los secretarios generales y expertos electorales. Dentro de estos últimos se ha consolidado un grupo con una particular sincronía. Se trata de Pablo Monje (PC), Hernán García (PS), Lilet Rosas (Partido Radical) y Nicolás Valenzuela (Revolución Democrática), quienes, como venían trabajando desde antes, ya se conocen y saben entre sí que tienen experiencia en la materia.
En esas últimas ocasiones, los secretarios generales y expertos electorales dejaron como tareas pendientes, y que pretenden retomar a partir de esta semana, transparentar las pretensiones de los distintos partidos para la elección de gobernadores regionales.
Al interior de la DC ya tienen claro que quieren que los gobernadores Jorge Díaz (Arica y Parinacota) y Cristina Bravo (Maule) vayan a la reelección. También tienen precandidatos en la Región Metropolitana y Los Lagos, donde consiguieron el cargo en la elección pasada, aunque luego ambas autoridades -Claudio Orrego y Patricio Vallespín, respectivamente- renunciaron al partido. De todas formas, barajan presentar a Nicolás Preuss en la Región Metropolitana y a Eduardo Álvarez en Los Lagos. Anteriormente evaluaron postular al exdiputado Gabriel Ascencio en este último lugar, pero recientemente asumió como integrante del Tricel.
Pero eso no es todo. La DC también ha considerado postular candidatos en regiones que actualmente son del oficialismo. Ese es el caso de O’Higgins, que hoy es administrada por el socialista Pablo Silva. En este territorio la decé planea que compita el exdiputado Juan Carlos Latorre.
En el PS, además de Silva, quieren presentar a la reelección a Óscar Crisóstomo (Ñuble), a Andrea Macías (Aysén) y a Luis Cuvertino (Los Ríos). El PC, por su parte, ya ha transparentado que espera conseguir dos gobernaciones.
La disputa municipal
La otra tarea pendiente -y quizás la más difícil- que se desarrollará a partir de esta semana será transparentar las pretensiones de las comunas que son administradas por el oficialismo o por independientes. Ahí, y con las conversaciones aún incipientes, se han evidenciado varios conflictos.
El más conocido es Santiago, donde la actual alcaldesa, Irací Hassler (PC), buscará la reelección. A su objetivo le surgió como amenaza el socialista y exconcejal por la comuna Ismael Calderón. Su precandidatura ha generado sentimientos encontrados en el PS. Mientras que algunos personeros han respaldado la opción de que compita en primarias -Ana Lya Uriarte, Juan Pablo Letelier, José Miguel Insulza y Osvaldo Andrade, entre ellos-, otros han optado por respaldar a Hassler. De hecho, los diputados Daniel Manouchehri y Daniella Cicardini, en compañía del vicepresidente Eduardo Bermúdez, visitaron a la jefa comunal ayer en la tarde en el Caffé Pascucci.
Así como ese, son varios los casos. En Pudahuel, el actual alcalde, el independiente Ítalo Bravo, recibió el apoyo público del PC para ir a la reelección, pero apareció la amenaza del exjefe comunal Johnny Carrasco (PS). También pasa en La Cisterna, en que el alcalde Joel Olmos (Acción Humanista) pretende conseguir un nuevo período, pero donde Convergencia Social ha evaluado la candidatura de su secretaria general, Lorena Meneses.
Esta disputa ha hecho que algunas tomen precauciones. Por ejemplo, el presidente de Revolución Democrática, Diego Vela, y la alcaldesa Emilia Ríos (Ñuñoa) llegaron hasta la sede del PS el mes pasado para instar a la timonel de esa tienda, la senadora Paulina Vodanovic, a que se respete el principio de “el que tiene, mantiene” en la comuna, con el fin de que la actual jefa comunal vaya a la reelección sin ruido dentro del propio oficialismo.
Con estos dilemas sobre la mesa, las tiendas que integrarán el pacto electoral todavía tienen que dilucidar si están abiertos o no a primarias, las que se deben inscribir hasta el 10 de abril. Y, de ser así, en qué comunas.
El presidente del PC -partido que apostará por conseguir más de 80 municipios-, Lautaro Carmona, ha reconocido que él está abierto a considerar este mecanismo, aunque ha advertido que, en particular en el caso de Santiago, la derecha podría organizarse para votar en contra de Hassler por ser comunista.
De acuerdo al cronograma electoral del Servel, las eventuales elecciones primarias se realizarían en 106 días, el próximo domingo 9 de junio. Y la campaña de cara a ellas comenzaría el 10 de mayo.
Los expertos electorales también quedaron con la tarea de hacer simulaciones que consideren cómo influye el voto obligatorio que aplicará en los próximos comicios. Si bien hay partidos que manejan algunos escenarios, esto aún no es compartido en la mesa común de negociación.
Al interior de la alianza hay quienes sugieren que fue bueno dejar pasar algunas semanas antes de retomar las negociaciones, en consideración de los problemas que han afectado al oficialismo, como el silencio en torno al secuestro del teniente venezolano en retiro y la declaración de Miguel Crispi en Fiscalía. De esa forma, dicen algunos timoneles, llegarán con la cabeza fría el lunes, cuando se vean nuevamente las caras.
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