Un informe de la Brigada de Lavado de Activos (Brilac) de la PDI puso en alerta a los investigadores. Y es que tras el alzamiento de secreto bancario a las cuentas del exalcalde de Vitacura (ex RN) Raúl Torrealba, investigado por fraude al Fisco reiterado, y su esposa, María Soledad Simonetti, quedaron al descubierto una serie de transacciones que hoy están en la mira del fiscal Centro Norte Francisco Jacir. Esto último ya que la mujer, autodefinida como dueña de casa, tiene una serie de depósitos en efectivo que se sospecha serían un mecanismo del otrora jefe comunal para ocultar el desfalco al municipio que dirigió por casi 25 años.

El peritaje realizado por los detectives concluye: “En relación a estos cargos, generados a partir de inversiones efectuadas con dineros provenientes desde la cuenta corriente que mantiene doña María Soledad Simonetti en el Banco Santander, fundamentalmente en los años 2015, 2016, 2020 y 2021, y que suman un total de $ 478.000.000, no se tiene total certeza o claridad de la procedencia u origen de estos dineros, debido a que se requiere que esa entidad bancaria complemente la respuesta remitida a esa Fiscalía”.

Por tal motivo es que el pasado 18 de enero y bajo absoluta reserva se desarrolló en la Fiscalía Centro Norte una diligencia clave con miras al futuro judicial de la cónyuge del exjefe comunal, quien lleva más de siete meses en prisión preventiva por este caso de corrupción en Vitacura. Ese día la mujer -con quien Torrealba lleva más de 50 años casada- fue interrogada como imputada ante la fiscal adjunta Alicia Ascencio.

Simonetti en su interrogatorio, al que accedió La Tercera, partió diciendo que su patrimonio es parte de la herencia que en vida le adelantó su padre en los años 70 o principios de los 80.

Cabe mencionar que la cónyuge del denominado “Tronco” está vinculada al negocio de la Inmobiliaria Simonetti.

El exalcalde de Vitacura, Raúl Torrealba.

Administrador de bienes

Respecto de los dineros traspasados por su progenitor dijo a la Fiscalía que “precisamente, una porción de estos dineros la ocupé el año 1988 en la adquisición del inmueble situado en calle Cerro Lagunillas. Me estoy refiriendo a lo que fue nuestra vivienda familiar correspondiente al inmueble consistente en el lote 4 A 1 ubicado con frente a calle Cerro Lagunillas, Las Condes (hoy Lo Barnechea), adquirido a Inmobiliaria y Constructora Tarapacá Limitada en 7.161 UF”.

Luego de eso detalló ante los policías y el Ministerio Público que ellos como matrimonio bajo régimen de sociedad conyugal adquirieron otro inmueble, tras vender su primera casa, esta vez en Carolina Rabat, comuna de Vitacura. En esa transacción, asegura, ella puso el 70% y Torrealba el 30%. “Hago presente que mi marido era el que manejaba el dinero”, se lee en su declaración.

Nunca vio sobres con dinero

Tras relatar otras ventas y compras de casas y departamentos sostuvo que en el mes de mayo de 2022 -cuando ya se sabía que Torrealba era investigado por fraude ocupando para ello a las corporaciones Vita- vendieron un departamento en 29.000 UF y se compraron un departamento en Av. Santa María Lateral. “Este dinero tuvimos que depositarlo en mi cuenta del Banco Santander, ya que las cuentas de Raúl habían sido cerradas por esta causa”, aseguró. De todas formas no pudo explicar el porqué en esa oportunidad el inmueble quedó sólo a su nombre.

Ya entrando de lleno a la imputación que pesa sobre su cónyuge, Simonetti aseguró a la Fiscalía: “En relación a los hechos que se investigan, Raúl jamás me habló de la existencia de sobres o del hecho de que él recibiera de alguna forma dineros desde los Vita. Es mi marido y siempre he confiado en él, nunca me entrometí en sus cosas y menos en su trabajo”.

Consultada por qué Torrealba enviaba a sus choferes a depositarle dineros, Simonetti fue enfática: “No sé por qué mi marido mandaba a un tercero a depositarme dinero en efectivo a mi cuenta. No sabía de aquello. Me imagino que de ser así era porque tenía poco tiempo y no iba a ir a hacer la fila”.

Exalcalde de Vitacura, Raúl Torrealba. FOTO: FELIPE GUARDA/AGENCIAUNO

Era un empresario exitoso

Junto con esto aseguró que “Raúl antes de ingresar como alcalde a Vitacura ya era un empresario exitoso, y luego comenzó a recibir su sueldo como alcalde, por lo que nunca me llamó la atención, ni me cuestioné el origen de los dineros con que solventábamos nuestros gastos. No es que hayamos llevado un estilo de vida muy caro, pero cuando ingresó a la municipalidad, incluso podría decir que fuimos disminuyendo algunos gastos: mi marido mientras era alcalde no era empresario, no realizaba ninguna actividad diversa mientras fue alcalde”.

Sobre las compras de casas y departamentos, explica, siempre lo hicieron vendiendo otros inmuebles y con algunos préstamos bancarios.

De Torrealba, en efecto, dijo que a veces le pasaba dinero en efectivo para los gastos de la casa $ 40 mil, $ 60 mil y, además, le transfería $ 1 millón mensual. “Evidentemente en un matrimonio de 50 años van a existir depósitos del uno al otro”, replicó.

Sobre su dinero propio aseguró que toda su vida fue dueña de casa, pero que entre 2014 y 2021 trabajó en el estudio de su hermano Rodrigo. Ahí le pagaban $ 4 millones por supervisar las gestiones de cobranza a clientes, explicó.

Una de las cosas que más llamó la atención de los investigadores fue que consultada cómo se adquirió, o con qué dinero la casa de Cunco que tienen en la Región de La Araucanía, donde pasaban largas estadías, dijo no saber.

Finalmente, expresó y defendió a su esposo: “Raúl no solo tenía su sueldo como alcalde, sino que también tenía su patrimonio, el que había adquirido antes de asumir como tal, por lo que nunca me cuestioné el origen del dinero que él me entregaba. Jamás experimenté o vi un cambio en nuestro estilo de vida o mayores lujos cuando él ingresó a Vitacura, solo vi a un hombre que trabajó por muchos años arduamente, todos los días y por muchas horas en la municipalidad”.