A causa del Covid-19, hasta hace no demasiado tiempo cualquier persona que quisiera ingresar a Chile desde el extranjero debía cumplir con rigurosos requisitos: doble PCR (uno en su país de origen y otro al llegar a Chile), cuarentena, validación de vacunas, declaración jurada y, para no residentes, incluso un seguro Covid.
Sin embargo, al mismo tiempo que a nivel mundial la pandemia del coronavirus comenzó a retroceder, las medidas de seguridad sanitaria, en casi todo ámbito, comenzaron a relajarse. Y en Chile, coincidencia o no, fue al mismo tiempo que con el cambio de gobierno y ante la presión de los sectores turísticos, que el verano pasado estimaron en 90% la baja de visitas.
“Hay algunas restricciones que se impusieron y que dada la situación actual no tiene sentido que se mantengan”, dijo en abril Verónica Kunze, subsecretaria de Turismo. Era un adelanto de lo que vendría. En ese momento, por ejemplo, el Minsal exigía a los no residentes un trámite de validación del esquema completo de vacunas Covid, que podía llegar a tardar un mes. Chile era el único país de Sudamérica que lo pedía y a ello se sumaba la declaración jurada, el test de PCR en el país de origen y la misma pesquisa a la llegada.
Pero entre abril y mayo todo comenzó a cambiar a partir del nuevo Plan Fronteras Protegidas, el que categoriza a Chile en tres niveles de alerta (1, 2 o 3) y que, dependiendo del estado en que se encuentre el país, cambian las exigencias de ingreso.
Hoy, al estar en Alerta Nivel 1, la declaración jurada es lo único que se exige para vacunados y no vacunados. No hay necesidad de tests obligatorios, de cuarentenas (con excepción de que a un pasajero se le detecte Covid en su PCR o antígeno aleatorio), de seguro Covid (solo se recomienda), ni homologación obligatoria de vacunas. Esto último, según el Plan Fronteras Protegidas, “es voluntario, pero no contar con ella no permitirá acceder al Pase de Movilidad” que se exige en ciertos sitios.
“Desde siempre he planteado que un pase o carnet verde debe ser la llave para tener controlada la pandemia, tanto a nivel nacional como de personas que ingresan a Chile”, dice Lidia Amarales, exsubsecretaria de Salud y hoy subdirectora académica del CADI de la U. de Magallanes. Y añade: “A lo que se debería apuntar es a mantener un control sanitario para no cerrar todo de nuevo, por eso digo que las medidas mínimas deberían ser el carnet verde y seguir con el PCR aleatorio a la llegada”. ¿Por qué insiste con lo de un pase? “Las personas vienen hacinadas en los aviones, con 11 o 12 horas de cero distanciamiento, entonces la vacuna debería ser exigencia siempre para entrar al país”.
Mientras, para el exministro de Salud Jaime Mañalich, ómicron y su variante BA5, que ya se está viendo en el mundo, hacen “imperativo tener no solo un PCR aleatorio, sino que esta solicitud sea más intensa a personas que vienen de países donde hay nuevas cepas”. Y justifica: “Estamos demasiado relajados y esta variable merece respeto, porque si bien es menos letal, es mucho más contagiosa. Estamos muy relajados; es preocupante, porque nuestra actitud es bastante tranquila, como que no pasa nada”.
Como sea, con la Alerta Nivel 1 Chile tiene requisitos similares a otros países de Latinoamérica. México está casi al mismo nivel, por ejemplo: no hay exigencia de cuarentena, ni de test, y solo se debe completar un cuestionario a la llegada.
Hay otros países con ciertos matices a los requisitos chilenos actuales, como Colombia, que solo exige una declaración jurada y permite el ingreso a personas vacunadas. Quien no lo esté, puede presentar un PCR o incluso un antígeno. Algo similar ocurre en Ecuador, donde no hay exigencia de cuarentena, con excepción de un paso previo por India, y se debe presentar una declaración jurada y un PCR negativo o carnet de vacunación. Argentina, en tanto, solo exige una declaración jurada y un seguro Covid.
En otras latitudes, de hecho, están más estrictos: en Canadá exigen cuarentena, test y declaración jurada a los no vacunados, mientras que en Japón, con ciertos requisitos, se permite el ingreso por negocios, estudio o turismo, y en España las fronteras están abiertas para pasajeros con esquema completo de vacunación o un PCR o certificado de recuperación.
Sin embargo, toda esta situación de relajo en las medidas chilenas cambiarían si es que se avanza a Alerta Nivel 2. Ahí, la cuarentena de siete días se torna obligatoria para casos confirmados y sus contactos estrechos del vuelo, además de todos quienes no tengan homologación de vacuna o Pase de Movilidad. Asimismo, en esta fase se exige PCR o antígeno en el país de origen y al arribo a Chile. En Alerta Nivel 3 todo se hace más severo, incluso con restricción de viajes, cuarentenas y test de diagnóstico.