Desde que Gabriel Boric llegó a La Moneda, de tanto en tanto surge el nombre de Gonzalo Muñoz (RD) para asumir algún cargo en el Ministerio de Educación. Ya estuvo allí como jefe de Educación General en Bachelet II, participando del diseño de la Nueva Educación Pública (NEP), que apunta a la desmunicipalización. Hoy, en su calidad de miembro del Consejo de Evaluación de dicho sistema, el también académico UDP habla de la crisis del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Atacama, que cumple más de 50 días y tiene a 30 mil estudiantes sin clases y al ministro Nicolás Cataldo en la mira. El sociólogo plantea aquí culpas compartidas.
¿Cómo se llegó a esta crisis?
En Atacama se reunieron distintos factores: algunos tienen que ver con el diseño de la reforma y los ajustes que no se le han hecho, otros con dificultades de gestión de una herencia municipal desastrosa, y otros con capacidades y tensiones políticas locales.
La ley buscaba sacar la política de la educación, y hoy se acusa que sigue inmersa.
Ningún servicio público está ajeno a las tensiones y disputas políticas, pero todavía se puede seguir mejorando la legislación.
¿Estaba Atacama preparada para ser pionera?
Siempre se supo que ese territorio era uno de los más complejos, que es donde uno debería trabajar, pero eso tiene costos, y uno de ellos es que se hace más difícil la implementación.
¿Ve riesgo de que esto ocurra en otros SLEP?
La evidencia en general muestra que la NEP está avanzando y resolviendo gradualmente los problemas a los que se enfrenta, a pesar del poco tiempo y que se implementó en pandemia. ¿Significa eso que la reforma no tiene problemas? Por cierto que no. Más allá de Atacama, los problemas están identificados en los informes anuales del consejo; es indispensable mejorar el diseño ahora.
¿Por qué si están identificados no se resolvieron?
Porque son cambios complejos y no han tenido la suficiente prioridad política. Ojalá que exista el consenso para hacer ahora los cambios que no se han podido hacer por falta de apoyo.
¿No han sido prioritarios para algún sector político?
No ha sido prioritario para el gobierno de Sebastián Piñera y ahora no se le ha puesto la urgencia suficiente. Y el conjunto del sistema político tampoco se ha comprometido lo suficiente.
La subcomisión mixta rechazó el presupuesto de la NEP.
La NEP requiere más recursos y apoyos, no menos. Ojalá que el sistema político sea parte de la solución y no genere más problemas.
Atacama es usada como argumento por quienes aún se resisten a la desmunicipalización.
Atacama no es representativa de la NEP. Es cierto que los SLEP enfrentan algunos problemas, pero no hay ninguna razón seria para poner al sistema en tela de juicio. Los problemas se resuelven potenciando la nueva institucionalidad, no deteniendo el proceso.
Por el contrario, hay quienes reflejan en esta crisis el deterioro de la educación municipal.
Parte importante de los inconvenientes de la NEP no tienen que ver con el diseño de la reforma, sino con la pesada mochila que los municipios le están traspasando.
¿Y cuánto refleja esta crisis las limitaciones de la administración pública?
Si bien la ley tiene problemas, evidentemente esto también está chocando con las limitaciones del Estado y la administración pública. Es evidente que el Estado requiere modernizarse.
¿Hay un tema de capacidades?
Es indispensable que el Estado tenga una estrategia de captación de capacidades. Los concursos también se demoran mucho. Hay un desafío de abordarlo con una política de Estado que se anticipe.
¿Y los recursos?
Si bien no son el problema principal, se requiere un modo de gestión que permita que los SLEP puedan funcionar, y ello implica recursos adicionales en ámbitos específicos. Es indispensable que todos los actores que pueden destrabar los problemas lo hagan ahora, y un rol crucial es de Hacienda, que tiene que abrirse a fórmulas.
¿Hacia dónde tienen que apuntar los cambios a la ley anunciados por el ministro Cataldo?
Asegurar capacidades técnicas y los recursos para el buen funcionamiento de los SLEP; adecuar las normas para que puedan funcionar sin rigideces administrativas; asegurar un mejor traspaso con exigencias y consecuencias para municipios y sus autoridades, y crear herramientas para anticiparse y resolver situaciones críticas como Atacama.
¿Con más peso del Mineduc?
De la Dirección de Educación Pública para intervenir rápido.
Si bien hay problemas de arrastre, ¿se podría haber gestionado mejor la crisis actual?
Las responsabilidades son compartidas: se diseñó en Bachelet II, estuvo cuatro años a cargo de Piñera y lleva dos años con este gobierno. La derecha y el gobierno del Presidente Piñera no pueden desatenderse de su responsabilidad: iniciaron la implementación de varios SLEP -entre ellos Atacama- y aplicaron la ley del mínimo esfuerzo, haciendo muy poco para que esta reforma funcionara bien.
¿Y este gobierno?
El ministro Ávila presentó un proyecto de ley e intentó resolver algunos problemas, pero a esta altura resulta evidente que bajo su liderazgo no se dio la suficiente prioridad ni el sentido de urgencia a este problema. El gobierno del Presidente Boric tiene una nueva oportunidad con una agenda que es crítica para el país, y si priorizar recursos para la desmunicipalización o NEP implica postergar otras reformas, habrá que hacerlo. Y el ministro Cataldo está haciendo un esfuerzo importante y su desafío es lograr un acuerdo lo más transversal y de largo plazo posible para que esta reforma se pueda desarrollar de buena manera.