Guerra en Medio Oriente: ¿Comienza una nueva fase?
A cuatro semanas del ataque de Hamas, el 7 de octubre, Israel ya entró en una nueva fase de su ofensiva contra el grupo islamista, mediante una paulatina incursión terrestre, aunque manteniendo los bombardeos aéreos contra la Franja de Gaza. El enclave palestino enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes y ya se ha comenzado a hablar del futuro de Gaza sin Hamas, al tiempo que acecha el fantasma de que el conflicto se extienda por la región.
Cuando han pasado cuatro semanas desde el sorpresivo ataque de Hamas el 7 de octubre pasado, en el que sus militantes mataron a más de 1.400 israelíes y tomaron como rehenes a 241 personas, Israel puso en marcha una nueva etapa de su ofensiva contra Hamas tras el inicio de una campaña terrestre en la Franja de Gaza, que según el mismo gobierno podría tomar meses.
Los líderes de Israel han declarado que Hamas será borrado de la faz de la Tierra y que Gaza nunca volverá a ser lo que era. “Hemos fijado dos objetivos para la guerra: eliminar a Hamas destruyendo sus capacidades militares y de gobierno y hacer todo lo posible para traer a nuestros rehenes a casa”, anunció el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Pero los bombardeos israelíes en Gaza han causado la muerte de más de nueve mil personas -de los cuales dos tercios son niños y mujeres- y más de 22.900 han quedado heridas, según cifras de Naciones Unidas.
El enclave palestino se encuentra sin agua, alimentos y combustible, lo que ha causado una crisis humanitaria sin precedentes. De hecho, la entrada de 374 camiones con ayuda, tras la autorización de Israel el 21 de octubre pasado, no ha sido suficiente para cubrir todas las necesidades, según denuncian diversas ONG. Al tiempo que la llegada de combustible -imprescindible para el funcionamiento de hospitales- hasta el enclave aún sigue siendo prohibido por las autoridades israelíes.
Israel hizo un llamado a los gazatíes de evacuar el norte de la Franja hacia el sur y el miércoles se permitió la salida de las personas heridas y los que tengan doble pasaporte.
El objetivo de aniquilar a Hamas ha sido respaldado por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, quien ayer en su visita a Israel presionó para que se lleve adelante un cese el fuego por razones humanitarias, algo que fue rechazado por Netanyahu mientras esto no incluya “la liberación de nuestros rehenes”. El mandatario israelí prometió que la victoria será “nítida y clara” y “resonará durante generaciones”.
“Israel ha dicho que su objetivo nunca se ha hecho antes, el cual es eliminar las capacidades militares de Hamas y sus capacidades de gobierno. Y para ello entró en terreno después de varias semanas de una campaña aérea. Y creo que, por lo que estamos viendo, está bastante claro que sobre la marcha está tratando de ver cómo cumplir su objetivo, ya que tiene que ver lo que es capaz de lograr a medida que avanza. Y tiene, por supuesto, muchas limitaciones y factores diferentes, uno de los cuales es la cuestión humanitaria en Gaza. El otro es la implicación de Estados Unidos, que también presiona para que se permita la ayuda humanitaria y se intente al menos minimizar el daño a los civiles”, dijo a La Tercera Mairav Zonszein, analista del think tank Crisis Group.
“También está la amenaza regional de lo que está ocurriendo en la frontera norte con Líbano y Hizbulá. Por supuesto, también existe la amenaza de una guerra regional mucho mayor. Todos estos elementos juegan un papel en cómo Israel procede. Es muy difícil para Israel realmente ir y deshacerse de cada militante de Hamas y cada arma, porque todos están enterrados profundamente en estos sistemas de túneles”, agregó.
Guerra de guerrillas
Existe el consenso para los especialistas que una ofensiva mayor terrestre en la Franja de Gaza implica combates urbanos casa por casa y conlleva inmensos riesgos para una población civil de más de dos millones que vive en el enclave. “No creo que Israel pueda desmantelar a todos los miembros de Hamas”, dijo a la cadena BBC el analista militar Amir Bar Shalom, de la Radio del Ejército de Israel. “Pero puedes debilitarlo tanto como puedas para que no tenga capacidades operativas”, añadió.
Los expertos han recordado que Israel ya ha librado cuatro guerras con Hamas y todos los intentos de detener sus ataques con cohetes han fracasado. Un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijo que el objetivo principal era que Hamas ya no tuviera la capacidad militar para “amenazar o matar a civiles israelíes”.
“No es posible aniquilar a Hamas porque aunque el movimiento sufra militar u organizativamente, sigue siendo ante todo una ideología. Por tanto, aunque el movimiento reciba un duro golpe en su formato actual, no será difícil imaginar cómo surgirá otra organización comprometida con la liberación de Palestina, que utilice la resistencia armada”, indicó a La Tercera el analista Tareq Baconi, del centro de estudios palestino Al-Shabaka.
Aparte de los más de 25.000 efectivos de su ala militar, Hamas tiene entre 80.000 y 90.000 miembros más que forman parte de su infraestructura de bienestar social, o Dawa, señaló.
Mientras las tropas israelíes -que ingresaron al enclave el 27 de octubre pasado- avanzan hacia Ciudad de Gaza, el mayor centro de población de este territorio palestino, han enfrentado una oposición de los militantes de Hamas. Según el canal Al Jazeera, “los combatientes de Hamas y su aliado la Yihad Islámica Palestina saltan de túneles para disparar contra los tanques israelíes antes de regresar a su vasta red subterránea”.
El canal catarí señaló que el combate al estilo guerrilla ha obligado a Israel, que a menudo utiliza su Fuerza Aérea para atacar los escondites de Hamas desde arriba, a una guerra terrestre mientras busca derrocar al grupo radical por completo.
El Ejército israelí dijo el jueves que había perdido al comandante de su 53º batallón en los combates, elevando a 18 el número total de soldados israelíes muertos desde el martes, indicó The Times of Israel.
Israel reconoció que Hamas estaba “bien preparado” para la batalla, citando “campos minados y trampas explosivas” que dificultaban el acceso a la ciudad.
“Este es ciertamente un terreno que está más sembrado que en el pasado con campos minados y trampas explosivas”, dijo a la Radio del Ejército el general de brigada Iddo Mizrahi, jefe de los ingenieros militares de Israel. “Hamas ha aprendido y se ha preparado bien”, afirmó.
En este sentido, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dijo que la ofensiva terrestre planeada podría durar meses, “pero al final, no habrá Hamas”.
Una Gaza sin Hamas
Desde que comenzó la ofensiva de Israel contra Hamas, en respuesta a los ataques del 7 de octubre, la pregunta que ha rondado desde entonces entre los funcionarios internacionales es ¿qué ocurrirá con Gaza cuando ya no esté Hamas? Cuando se le preguntó a Blinken quién gobernaría la Franja tras la devastadora guerra de Israel contra el movimiento, el secretario de Estado dijo que una “Autoridad Palestina eficaz y revitalizada” reconocida internacionalmente tendría “más sentido”.
Lo que no mencionó es que el Presidente palestino Mahmoud Abbas ya le dijo a mediados de octubre que no tiene interés en asumir el poder si cuenta con la ayuda de Israel. “No regresaré encima de un tanque israelí”, le comentó Abbas a Blinken, según citó la agencia The Associated Press.
“El desafío de Israel no es Hamas, sino las aspiraciones políticas del pueblo palestino, que lleva mucho tiempo intentando destruir. Su objetivo en Gaza es crear una situación en la que pueda establecer una autoridad política dócil, como la Autoridad Palestina en Cisjordania, comprometida con la seguridad de Israel y con la administración de las necesidades de los palestinos bajo un sistema general de apartheid, en otras palabras, un Bantustán”, dijo Baconi.
Para el analista del think tank Carnegie, Jonathan Adler, “está más claro que la guerra persigue la expulsión masiva de palestinos de la Franja de Gaza”. “Los políticos y funcionarios israelíes del sistema de defensa israelí han pedido una segunda Nakba e instado a los militares a arrasar Gaza”, añadió. En este sentido, mencionó un documento filtrado del Ministerio de Inteligencia israelí que recomendó el reasentamiento forzoso de 2,2 millones de palestinos de Gaza en el norte del Sinaí y la construcción de una zona de amortiguación a lo largo de la frontera israelí para impedir su regreso. Se trata de un documento también citado por el diario The Guardian.
Conflicto regional
El temor que se desencadene un conflicto regional ha rondado desde el comienzo. El líder del grupo libanés Hizbulá advirtió a Estados Unidos que prevenir un conflicto regional dependía de detener el ataque israelí contra Gaza, y dijo que existía la posibilidad de que los combates en el frente libanés se convirtieran en un guerra en toda regla.
Para muchos observadores el hecho que Israel no haya comenzado una operación terrestre a gran escala puede ser deliberado, para permitir la diplomacia, conversaciones secretas y acuerdos clandestinos. Sus vecinos –Egipto, Jordania, Líbano y Siria– no quieren que el conflicto se intensifique y se están cuidando de no atizarlo de ninguna manera. Qatar está liderando los esfuerzos diplomáticos para la liberación de los cautivos retenidos por Hamas y evitar una mayor escalada.
Para Baconi el riesgo de una escalada en Medio Oriente existe “en particular, si se lleva a cabo una limpieza étnica de palestinos de Gaza o Cisjordania hacia Egipto o Jordania”. “Existe una gran posibilidad de que la situación se agrave a escala regional, con la participación de Hizbulá e Irán”.
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