En militantes es el partido más grande de Apruebo Dignidad y el que tiene más representantes en el comité político. Sin embargo, la evaluación de sus figuras políticas más relevantes -como el timonel Guillermo Teillier, el alcalde Daniel Jadue o la de la diputada Karol Cariola- está al final de la tabla en el sondeo de Cadem de mediados de este mes.
Esas cifras se transformaron en un antecedente más de las turbulencias que está viviendo la tienda comandada por Teillier hace 17 años.
Si bien las deliberaciones internas del partido suelen ser herméticas, los movimientos bruscos son la manifestación pública de la intensidad de esos debates.
Una muestra de ello es que a dos semanas del último comité central, el PC endureció el tono con el gobierno para pedir ajustes en la gestión, apurar la agenda de reformas sociales y criticar la agenda de seguridad y orden público.
Para algunos, era una forma de medir su peso en un momento crítico de la administración del Presidente Gabriel Boric, donde el Socialismo Democrático (especialmente el PS y PPD) ha ganado terreno.
No obstante, para otros, el nuevo tono del PC era un reacomodo interno tras la arremetida del alcalde de Recoleta y excandidato presidencial, Daniel Jadue, para tratar de que el gobierno vuelva al eje del programa y termine con su viraje hacia la centroizquierda.
El jefe comunal no solo calificó de “represión” el actuar policial en el pasado aniversario del 18-O, además ha criticado a la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), y al presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS).
Además, este miércoles -en su programa emitido a través de YouTube, Sin Maquillaje- reveló sentirse molesto con el Socialismo Democrático y acusó un giro hacia políticas más afines a la ex Concertación, como el TPP-11. “En el último tiempo me he comenzado a sentir muy incómodo (...). Me preocupa mucho que la Concertación esté poniendo en peligro el proyecto político de Apruebo Dignidad”, dijo.
Jadue ha sido uno de los factores que han agitado las aguas en el partido, que ya está suficientemente tensionado por situaciones externas, como el “retroceso” de Apruebo Dignidad dentro del gobierno y el amplio triunfo del Rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre, derrota de la que el oficialismo aún no se recupera.
Renovación de directiva
En el frente interno, si hay algo que está claro en la tienda de Vicuña Mackenna es que no hay certeza de cuándo se podría elegir una nueva mesa directiva.
Según el acuerdo interno, Teillier debía culminar su período este año y su sucesor debía surgir de un proceso de deliberaciones en el marco del Congreso Nacional del Partido Comunista.
Sin embargo, en abril de este año, y en entrevista con La Tercera, el secretario general, Lautaro Carmona, señaló que esa decisión se postergaría hasta después del plebiscito. “La decisión tiene que ver con los ciclos políticos”.
El problema es que el proceso de Congreso dura entre tres a cuatro meses. En 2020, por ejemplo, el XXVI Congreso del PC, que sirvió como contexto para la última elección de directiva, comenzó el 22 de septiembre y culminó el 24 de diciembre de ese año.
Ello implicaría que, en los hechos, Teillier continuará siendo el timonel -al menos- durante la primera parte de 2023.
Pero parte del retraso -además de la coyuntura política- pasa porque la sucesión de Teillier no está resuelta. Hasta hace algunos años, se pensaba que la carta natural era Carmona, quien junto a Teillier lideran las dos almas distintas del partido. A Teillier se le asocia con la renovación encabezada por rostros como Cariola, la ministra vocera Camila Vallejo o el exconvencional Marcos Barraza, mientras que Carmona es encasillado en un sector más tradicionalista de la colectividad.
No obstante, en cierto momento empezó a verse con simpatía el nombre del senador Daniel Núñez: cercano a Teillier, pero, a su vez, un nombre que concita simpatía en los círculos más duros de la tienda. Parte de ello se ha reflejado en que el senador no es obsecuente con el gobierno y ha espetado críticas en más de una ocasión.
Eso sí, Núñez no está oficialmente “ungido” por ninguno de los principales jerarcas.
De hecho, Barraza era considerada la carta heredera de Teillier. No obstante, el fracaso de la Convención golpeó al exconstituyente, debido a que él fue uno de los articuladores del texto que se rechazó en el plebiscito.
En este vacío de sucesión, el sector más “díscolo” de Jadue empezó a generar alianzas. Al alcalde lo acompañan la diputada Marisela Santibáñez y el exdiputado y exconvencional Hugo Gutiérrez, quien aún no se decide entre apoyar a Núñez o Carmona.
Fuentes del partido explican que Jadue hoy está distanciado de Teillier y de su grupo, quienes tienen esperanzas en que la actual vocera Camila Vallejo pudiera embarcarse en una futura aventura presidencial en 2025 en vista de su buena evaluación en la actual administración.
Esas señales internas han puesto en alerta a Jadue, quien mantiene vigente su aspiración y su plan de gobierno para volver a competir por La Moneda.
La diferencia con Vallejo es que ella no puede mostrarse aún como presidenciable, mientras que el alcalde, al tener una postura crítica con Boric, no tiene impedimento en comenzar a adelantar la carrera presidencial.
Respecto de la influencia de Jadue dentro del PC, las versiones son contradictorias.
En el pleno del último comité central, el jefe comunal tuvo un discurso particularmente duro con La Moneda. Sin embargo, no concitó el respaldo de la militancia como en otras ocasiones.
No obstante, una semana después, el 22 de octubre, se realizó un encuentro de delegados políticos, territoriales y sindicales, quienes habrían compartido las críticas del edil respecto de la marcha del Ejecutivo, según algunas versiones.