La imagen es clara: un hámster que pedalea sin llegar a ninguna parte, sin tregua y sin descanso. Ese agobio por la falta de tiempo, por la “optimización”, por correr, crecer y avanzar, el filósofo y sociólogo alemán Hartmut Rosa la describe como propia en la era de la “aceleración”, concepto que ha desarrollado en sus obras -traducidas a 20 idiomas-, entre las que destacan Lo indisponible, Remedio a la aceleración y Aceleración y resonancia.
Hoy es director del Centro Max Weber de Estudios Culturales y Sociales Avanzados de la Universidad de Erfurt y catedrático de Sociología y Teoría Social de la Universidad Friedrich Schiller de Jena (Alemania). En 2013 fue incluido por el Nouvel Observateur en la lista de los 25 pensadores más importantes del mundo. En el listado actual (2019) de los 500 intelectuales más importantes de Alemania, publicado por la revista Cicero, figura entre los 50 primeros y entre los tres estudiosos más importantes de las ciencias sociales y las humanidades.
Considerado uno de los más destacados intelectuales de la “nueva teoría crítica”, Hartmut Rosa desarrollará sus conceptos e ideas en Puerto de Ideas Valparaíso 2022, el próximo 12 de noviembre, a las 18.30, en el Aula Magna de la Universidad de Valparaíso.
Vía Zoom, desde Alemania, dice a La Tercera que él igual a veces siente que su vida está acelerada. Y que no es un gurú ni un coach de “decrecimiento” o vida “lenta”, sino un filósofo que describe un modo de vivir obsesionado con el rendimiento, y que cuestiona entonces sus consecuencias y sus antídotos.
Para empezar, ¿quién tiene la culpa de esa aceleración del tiempo que tan bien ha descrito?
En mi análisis es realmente un problema estructural de la sociedad moderna. Si uno quiere atribuirlo a una sola fuente, se podría decir que es el capitalismo, ¿verdad? Lo cual es cierto hasta cierto punto: es un modo de producir que no es solo producir, en hacer nuestro metabolismo con la naturaleza realmente, de modo que todo el sistema económico y social está realmente impulsado por la lógica de la acumulación de capital. Entonces, lo que realmente describo es que la sociedad moderna necesita aceleración permanente, crecimiento e innovación solo para mantener su estructura. Ese es básicamente el hecho principal. Eso es lo mismo en Chile que en Reino Unido, o en Alemania, o en todas partes.
Pero, ¿crecer es también un modo eficiente de enfrentar la escasez, o no?
Es que no es ‘tenemos que crecer para superar la escasez’. Todavía tenemos escasez, pero esta lógica normalmente no la acaba, sino que agrava el problema. Pero solo para mantener el número de puestos de trabajo, pero también para mantener las empresas, también para mantener los planes de pensiones y los planes de seguros, etc., necesitamos acelerar, crecer e innovar permanentemente. Así que se podría decir que es una lógica estructural que nos obliga a correr cuesta arriba, a acelerarnos, a volvernos creativos solo para quedarnos donde estamos. Siempre uso la imagen de las escaleras mecánicas descendentes para esto: es como si estuvieras en una escalera mecánica que te baja y tienes que correr cuesta arriba permanentemente para mantener tu lugar. Eso es verdad para usted y para mí como individuos.
Optimización permanente…
Optimizarse, sí. A esto lo llamo ‘optimización paramétrica’. Cada vez tenemos más parámetros con los que nos miden y nos medimos a nosotros mismos. Para un periodista, por ejemplo, cuántos lectores o cuántos clics recibe un artículo, cuánto tiempo leyeron las personas, con qué frecuencia les gustó, con qué frecuencia lo compartieron. Es lo mismo en todas partes. Pero volviendo a su pregunta, claramente el capitalismo es el principal impulsor de esto, pero no es solo capitalismo. Es realmente una estabilización dinámica, como yo lo llamo. Es una característica que abarca a la sociedad moderna. Lo ves en la política: tienes que ser reelegido cada cuatro años, y eres reelegido haciendo promesas de algún tipo de aumento. Y lo ves en la ciencia, nuestro desempeño se mide cada vez más por nuestros resultados. O incluso en el arte, la estabilización dinámica significa que el arte no es fiel a un cierto estilo de ser mimético con la naturaleza, por ejemplo, sino innovador, original, etc. Entonces creo que quien tiene la culpa es la lógica estructural de la sociedad moderna, que está impulsada principalmente, pero no exclusivamente, por el capitalismo.
¿Cuándo empezó usted a ver los signos de esta aceleración del tiempo, a pensar que esta es una nueva era en términos de cómo manejamos nuestro tiempo?
Es una buena pregunta, y podría decir que esto no es nuevo en el siglo XXI, ni siquiera en el siglo XX. Se podía ver claramente (antes), en la percepción y en la realidad. En el siglo XVIII tenemos un historiador alemán llamado Reinhart Koselleck, que demostró que la gente hablaba diferente del tiempo y percibía el tiempo de manera diferente entre 1720 y 1750. Diría que desde el siglo XVIII en adelante realmente se podía ver que en nuestra autoconciencia el tiempo se vuelve importante. Una de las fuentes más tempranas podría ser Shakespeare, cuando Hamlet dice: ‘El tiempo está dislocado’. No es nuestra época la que está en desorden, es algo que han pensado los griegos, y los romanos, y los cristianos... Y es importante para mí que el nuevo signo no sea el crecimiento, otras sociedades también tuvieron crecimiento, hasta cierto límite. Tiene que ver con los inventos modernos, como la máquina de vapor, el sistema ferroviario, los fertilizantes agrícolas. (Pero) para mí es realmente muy importante ver que esos inventos técnicos no fueron lo primero: estas cosas eran respuestas al cambio en nuestra percepción del tiempo. La revolución industrial, que claramente es una revolución de la velocidad, ya es una respuesta a un cambio de sentido de la temporalidad. Y este sentido de la temporalidad viene a través de lo que yo llamo la lógica de la estabilización dinámica: solo puedes mantener lo que tienes a través del aumento, del crecimiento.
¿Fue una aceleración lineal?
Creo que no, vino en oleadas: la revolución política e incluso la globalización del mercado financiero, la digitalización y la caída del imperio comunista y del muro, eso condujo a una ola de aceleración después de 1990 que todavía estamos viviendo.
La paradoja es que supuestamente en esta era tenemos formas de comunicarnos más rápido y de trabajar más fácilmente: la promesa era que íbamos a tener más tiempo para nosotros. ¿Qué sucedió que tenemos menos?
Esta es la paradoja que me hizo pensar en todos estos problemas. Y no solo comenzó con la digitalización. Realmente diría que todos los inventos tecnológicos, desde la máquina de vapor y el ferrocarril y todo lo que viene con eso, todas eran promesas de ahorro de tiempo... Piense, por ejemplo, en los secadores de pelo, o el horno de microondas, o el automóvil y todo lo que tiene que ver con el transporte, siempre promete que será más rápido, que por lo tanto tendrás más tiempo. Pero hay un economista sueco en la década de 1970 que dijo que la paradoja es que cuanto más rica se vuelve una sociedad en riqueza material, más pobre se vuelve en riqueza temporal. Hay una relación inversa, así que cuanto más riqueza tenemos, menos tiempo tenemos.
¿Por qué?
Esa es la buena pregunta, y mi respuesta a esto nuevamente tiene que ver con mi fórmula de estabilización dinámica. Por ejemplo: escribir un e-mail es el doble de rápido que escribir una carta, así que si envías 10 mensajes por día y si escribes cartas te toma una hora, entonces si escribes 10 correos solo te toma la mitad. ¿Por qué esto nos estresa más que relajarnos? Bueno, porque no escribimos 10 correos electrónicos por día cuando escribías 10 cartas antes; es más probable que escribas 20 correos electrónicos ahora. Y aquí ya hay una ilusión, porque ahora tienes que pensar en 20 procesos diferentes y 20 respuestas diferentes al mismo tiempo. Entonces esto ya te está dando una sensación de aceleración, porque tienes que pensar en 20 destinatarios y qué responder. Pero además de esto, es más probable y empíricamente cierto que ni siquiera escribes 20 correos electrónicos, sino 30 o 40. Llamo a esto que la tasa de crecimiento es mayor que la tasa de aceleración… Por lo tanto, aumenta la escasez de tiempo.
Volviendo al capitalismo como una de las fuentes de esta aceleración, se podría argumentar que gracias al crecimiento, millones de personas han podido salir de la pobreza, y eso también es muy importante…
Esta es una pregunta muy importante también y es muy importante decir que no me opongo al crecimiento, eso es lo que siempre digo. No me opongo al crecimiento per se ni a la aceleración per se. Siempre digo que un bombero rápido siempre es mejor que un bombero lento. Y es lo mismo con una conexión a internet, no quiero una conexión a internet lenta en la que no pueda hablar contigo o tenga distorsión todo el tiempo. Así que no hay nada malo con la velocidad ni nada malo con el crecimiento. En particular cuando hay una escasez particular. Por un lado, creo que es absolutamente cierto e importante ver que el capitalismo fue una herramienta muy poderosa para sacar a la gente de la pobreza, muy claramente, y para hacer todos estos avances tecnológicos y científicos, pero mi argumento principal es este: cuando hay escasez de algo, digamos comida, claramente necesitamos crecimiento. Y si hay una nueva enfermedad como Covid, entonces necesitamos inventos rápidos y producción rápida. Hay un deseo o una necesidad que viene primero, y luego hay crecimiento. Pero la realidad de nuestro mundo moderno es todo lo contrario. Y esto es tan importante de ver y es tan poderoso. Tomemos un país como Alemania, donde la fabricación de automóviles es muy importante. Cada año, todos nuestros fabricantes, VW, Mercedes, etc., intentan producir y vender más autos. Ahora el problema es: no hay necesidad de más automóviles, ya son un problema. Cada hogar ya tiene dos o tres en Alemania. Pero todavía necesitan crecer; no es para satisfacer una necesidad. El problema es que si no crecen despedirán a la gente, no tendrán dinero para reinvertir, no podremos pagar las pensiones, etc. Así que realmente nuestros fabricantes de automóviles cada año intentan producir más camiones, más automóviles, a pesar de que los camiones y los automóviles son un gran problema. No es que haya una necesidad que pueda ser satisfecha por la economía. El peor problema para el capitalismo es cuando no se necesitan más automóviles, más aviones, más computadoras y más alimentos. Esto, creo, es completamente perverso. Por supuesto que todavía tenemos escasez, en Alemania y en Chile, y ciertamente en el sur global: el problema con el capitalismo es que no satisface este tipo de necesidad: los que tienen hambre no pueden pagar la comida. Entonces, el capitalismo tiene que en realidad venderlo a las personas que pueden pagarlo. Para resumir el argumento, tengo una fórmula muy fácil: el crecimiento y la innovación, e incluso la aceleración, son buenos cuando se necesitan para cambiar el statu quo estructural; por ejemplo, para sacar a la gente de la pobreza. Pero son malos cuando necesitas crecer solo para mantener las cosas como están... Así nunca es suficiente y esta lógica es completamente perversa.
Dice que una forma de lidiar con la aceleración es la ‘resonancia’. ¿Cómo podemos describirla? ¿Conexión?
Yo no digo que la aceleración siempre sea mala, porque después de mi primer libro me malinterpretaron como el gurú de la lentitud y la desaceleración… Así que reinterpreté y dije que la aceleración solo es mala cuando conduce a la alienación. Entonces la pregunta es ‘¿qué es la alienación? Es la falta de la capacidad para conectarse verdaderamente. La alienación es una forma de estar en el mundo donde tienes incluso poder - por ejemplo, tenemos poder para hacer entrevistas y volar- pero te sientes totalmente desconectado de lo que haces. No nos conectamos con la gente, ni con el lugar, ni con el trabajo. Así que mi opinión es realmente que la alienación es una pérdida de la conexión intrínseca, de la conexión significativa. La peor forma de alienación es el agotamiento (burn out) o la depresión. En un estado de agotamiento, es posible que tengas mucho dinero, muchos amigos y un buen trabajo, tal vez una familia. Pero sientes que ninguno de ellos te toca de verdad, te habla de verdad, te conmueve de verdad... Entonces es una falta, por un lado, de afecto, de algo que me hable, o me toque, o me conmueva, y una falta de autoeficacia, es decir, de la experiencia y la expectativa de que puedo hacer algo. Así que mi pregunta era: si la alienación es una relación sin una verdadera conexión interna, ¿qué es una relación conectada? ¿Qué es lo opuesto a la alienación? Y así es como llegué al concepto de resonancia: no estamos alienados cuando somos capaces de entrar en resonancia con las personas, con los lugares, con el trabajo que hacemos, incluso con nosotros mismos.
¿Qué elementos tiene la resonancia?
Tiene cuatro elementos. Número uno es que algo realmente me hable o me toque. Cuando nos impulsa la aceleración estamos en una rueda de hámster, en que básicamente soy un poco frío e indiferente hacia lo que hago. Incluso, tengo una especie de disgusto... ‘oh, tengo que escribir ese informe’... pero en algún momento de repente algo me toca, escucho una música y probablemente deje de trabajar por un minuto... y eso es un momento de resonancia. Te conmueve. Pero eso no es suficiente. La resonancia tiene este segundo elemento: hago algo con eso y tengo la experiencia de la autoeficacia. La resonancia tiene un efecto transformador, y ese es el tercer elemento: cambia mi estado de ánimo, pero incluso podría cambiar mi forma de pensar, cambiar de alguna manera mi visión del mundo, y el cuarto elemento es que me cambiará de manera impredecible. Eso es la incontrolabilidad. Entonces, la resonancia es una cosa dinámica interactiva que está más allá de nuestro control. No puedes diseñarlo y decir ‘oh, hoy a las 9.15 estaré en resonancia contigo’, porque no siempre funciona. Creo que este elemento de resonancia va en contra de esta lógica de optimización paramétrica que impulsa el capitalismo, por el hecho de que es incontrolable, en este doble sentido: no puedes comprarlo ni mercantilizarlo. Y siempre se intenta mercantilizar, ¿verdad? Organizo un viaje al Desierto de Atacama con la esperanza de tener una experiencia realmente transformadora. Pero solo puedo comprar el viaje, no puedo comprar la experiencia. Puede que venga o puede que no venga. Entonces hay una tensión entre la lógica de la resonancia y la lógica del capitalismo.