Tras 32 años en el Congreso, el senador y exdiputado Jorge Pizarro se encuentra en los últimos días de su trayectoria parlamentaria. Acaba de presentar un libro Más allá de lo posible, que sintetiza su historia política, y el próximo jueves se despedirá de la Cámara Alta, que presidió en dos ocasiones.

Si no hubiera límite a la reelección, ¿le hubiera gustado seguir en el Senado?

Cuando salí elegido el año 2013, manifesté que era mi último período. Son muchos años y entiendo que hay que ir haciendo renovación y también uno tiene que dedicarse al desarrollo personal. Me ha encantado la labor como senador, como diputado, la representación de mi región (Coquimbo), espero haberla hecho con compromiso, consecuencia, convicción y mucho trabajo. Creo que a cualquiera le encantaría seguir siendo senador, pero son etapas.

¿El empate en el Senado que se dio en las elecciones, influyó en que mejorara el clima político?

Es que todavía hay polarización. Lo estamos viendo en el debate de la Convención Constitucional. Lo estamos viendo en cómo algunos parlamentarios que van a ser de oposición ya hablan de obstrucción. Lo vemos en descalificaciones permanentes, “yo tengo la verdad, Uds. son mis enemigos”. Esa mentalidad lamentablemente todavía existe. La violencia de imponer algunas visiones. El Senado tiene que buscar acuerdos, ser un punto de encuentro. Es parte de su esencia, no dejarse llevar solo por la coyuntura, sino que tener una mirada de largo plazo. Me parece que tanto los futuros senadores de gobierno como de los de oposición lo tienen bastante claro. Eso es bueno para el país, es bueno para el futuro gobierno.

¿Es de los que está inquieto por el debate en la Convención?

En la Convención, da la impresión de que los que tienen una mayoría circunstancial quieren pasar por encima de los que son una minoría circunstancial. Si no son capaces de presentar una propuesta que sea muy consensuada, que dé mucha tranquilidad y confianza a los chilenos, va a ser una propuesta coyuntural que va a estar en permanente cuestionamiento y eso es malo.

Y si la propuesta constitucional es mala, ¿usted no tendría complejo en votar rechazo?

El país va a decidir eso. Yo espero que la Convención trabaje y haga un esfuerzo por buscar los máximos acuerdos sin marginar a nadie, porque tienen que pensar en los próximos 40 años. Cada uno tendrá que definir en conciencia. Yo trabajé por el Apruebo, pero como cualquier chileno voy a votar sobre la base de los resultados.

¿Y qué nombre le gusta más: Cámara Territorial o Consejo Territorial?

El tema no es el nombre, el tema es el rol del Congreso Nacional con un sistema bicameral. El Senado tiene funciones distintas a la Cámara. Somos una instancia donde la conformación del Senado o la duración de los senadores permite ese diálogo y esa búsqueda de acuerdos de más largo aliento. Y por último, el Senado siempre ha tenido una representación territorial importante de las regiones. El nombre es anecdótico.

El senador Álvaro Elizalde dijo que el Senado debe jugar un rol en el proceso constituyente. ¿No es un poco tarde? El 11 de marzo se votan en el pleno las normas que le ponen fin.

Más que el Senado, son los partidos políticos que tienen representación en la Convención, los que tienen que ser más coherentes en la construcción del nuevo régimen político. El tema no es si hay un Senado, si es unicameral o bicameral, el tema es de régimen político, y hoy es bien contradictorio lo que se está construyendo. Se está planteando un sistema presidencial con algunas modificaciones y este engendro de que sería una sola cámara, en circunstancias que la tradición del país de más de doscientos años es con un Congreso bicameral. Entonces, creo que los convencionales elegidos en listas partidarias tienen que colocar ese nivel de ponderación. El Partido Socialista, el Frente Amplio, el Partido Comunista, todos tienen algo que decir y que decirles a sus convencionales. Ellos no se mandan solos.

¿El Senado puede hacer algo?

Es que el Senado en su conjunto no creo que pueda hacer una propuesta, no le corresponde. Lo que sí pueden hacer senadores es entregar opinión a los convencionales con los cuales tienen relación. Aquí no se trata de hacer una defensa corporativa, se trata de construir una propuesta de un próximo régimen político que sea buena, eficaz y equilibrada. Hasta el momento, no está claro.

Lo que pasa es que las propuestas están sobre la mesa y se están votando. ¿Habrá margen para resolver cosas?

Hay mucho que hacer y mucho paño que cortar, como dicen. Hoy, en mi opinión, la responsabilidad la tienen los convencionales, que forman parte de colectividades políticas, que a su vez forman parte del futuro gobierno del presidente Boric. Ellos tienen una responsabilidad altísima de mejorar todo lo que sea necesario. Lo segundo es que uno no puede opinar de manera tan categórica hasta que no conozca la propuesta en su conjunto, pero la información que va saliendo es muy incongruente.

Pero si la propuesta termina siendo incongruente...

Si la propuesta constitucional es mala, obviamente que se va a rechazar por muchos sectores. Si la propuesta es buena, se va a aprobar abrumadoramente.

Ud. presentó una denuncia en la PDI por una foto que invadió su privacidad. ¿En qué está ese caso?

De ese tema no voy a hablar, está en la justicia.