Juan Ignacio Latorre, presidente RD: “La definición del FA fue que no había que tocar el corazón del proyecto constitucional”

Juan Ignacio Latorre, senador de Revolución Democrática (RD). “Si hay partidos que quieren más representación en el gobierno, deben responder al llamado del Presidente de ir una lista unitaria”
Mario Téllez / La Tercera

El senador admite que solo cedió a sentarse a conversar para un acuerdo de reformas antes del plebiscito porque lo pidió el Presidente Gabriel Boric. Cree que, con el consenso alcanzado, se apuntalará el Apruebo y descarta que haya sido “una cocina”.


El miércoles en la noche, apenas cerró el acuerdo de reformas con el resto de sus pares del oficialismo, el senador y presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, fue el encargado de enviarles formalmente el documento al Presidente Gabriel Boric y al ministro de la Segpres, Giorgio Jackson. Lo hizo desde su correo electrónico personal.

Con el Mandatario dice que habló en la previa de alcanzar el consenso. “Trataba de instarnos a llegar a acuerdo, no solo al FA, también al Socialismo Democrático”, afirma.

“Cualquier acuerdo de reforma debe ser a partir del 5 de septiembre, no antes”. Eso lo dijo usted en más de una oportunidad. ¿Por qué cambió de parecer?

Básicamente, el llamado que hizo el Presidente Boric. Yo soy un senador oficialista, soy presidente de un partido oficialista. Es muy distinto que te convoque un partido de la otra coalición, como era el PPD, que insistía desde hace varias semanas con sus ocho puntos. No me sentía interpelado por el PPD para sentarnos a una mesa de acuerdos previos al plebiscito.

Entonces, ¿si no hubiese sido por el Presidente, no se sientan a conversar?

Es que nunca nos llamaron a conversar. Por tanto, fueron puntos públicos.

Usted decía que instalar la idea de reformar antes del plebiscito debilitaba al Apruebo y favorecía al Rechazo. ¿Qué cambió?

La definición del FA y también en Revolución Democrática fue que no había que tocar el corazón del proyecto constitucional. Es decir, el sistema político, ni el cambio de paradigma que implica el Estado social y democrático de derecho, los derechos fundamentales, el Estado regional, la Constitución ecológica, la plurinacionalidad, la equidad de género, etcétera. Pero sí entendíamos que, instados por el Presidente, teníamos que buscar qué puntos hacen ruido a la ciudadanía o temores de la ciudadanía. Acá hay una campaña orquestada de desinformación muy brutal.

¿Está convencido de que hacer estas aclaraciones ahora beneficia al Apruebo y no al Rechazo?

Creemos que en esta recta final dar esta hoja de ruta de aclaraciones y que el gobierno también pueda elaborar una hoja de ruta con certezas a la ciudadanía, eso efectivamente puede beneficiar al Apruebo.

Dice que con este acuerdo se va a dar certidumbre, pero también se les cuestionan los cambios de postura que afectan la credibilidad de la coalición. ¿No les preocupa?

La gente valora cuando hay genuinos intentos de acuerdo que abren la cancha, no que son para la foto. Y estamos tomando posición respecto de ciertas cuestiones que a la gente le hace ruido.

Este acuerdo, para algunos, es un reconocimiento de que el texto quedó mal hecho.

Yo diría dos cosas. Una es que el Frente Amplio tuvo un rol en la Convención de articular acuerdos amplios, no como dicen algunos sectores que son solo de la izquierda. Entonces hay un acuerdo transversal que para nosotros es sustantivo y el corazón del proyecto lo valoramos y mantenemos.

Pero hay materias que corrigen, por ejemplo, la plurinacionalidad. ¿No es un reconocimiento de que las cosas se hicieron mal?

El concepto de plurinacionalidad no se entiende bien, porque en Chile no existe ni siquiera reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, la derecha se ha negado a hacer eso. Y eso es una bajada, es decirle a la gente que lo que le están diciendo no es así.

Entonces, ¿firmaron el acuerdo no porque el texto estuviera mal, sino que para evitar que la derecha siguiera usando una estrategia comunicacional?

La gran mayoría de los casos que pusimos en el acuerdo fue con el propósito de enfrentar una campaña de desinformación de la derecha que yo creo que es muy perversa y muy millonaria (…). En otros aspectos cedimos, y así hay que decirlo, a elementos que nos propuso el Socialismo Democrático, por ejemplo, la reelección presidencial que nosotros no teníamos ningún problema con aquello porque había sido un apoyo transversal en la Convención, pero cedimos.

Pero al final ceden y terminan concediéndole el punto a la derecha. ¿No les repercutirá?

Creo que no, la elección está abierta, la gente anda buscando saber más, despejar dudas, hay mucho interés en conocer el texto, hay filas por adquirir el librito y leerlo. Nosotros estamos proponiendo debatir democráticamente en el Congreso y con la ciudadanía. Y ciertamente las fuerzas oficialistas no tienen los votos y se necesitan en algunos casos 4/7 más referéndum, y ahí la pregunta es: ¿Es sincera la idea de reforma que tiene la derecha?

¿Y en el sector suyo hay voluntad real si gana el Apruebo de cumplir con el acuerdo? Más allá de que se corrigió, Guillermo Teillier dijo que no se podía garantizar su cumplimiento.

Sí, lo hablé con Guillermo después. Él se refería a que no tenemos los votos como fuerzas oficialistas, que se requiere de acuerdos y conversaciones con otros sectores, de la derecha, de la DC en los votos. Y requieren referéndum.

¿En ningún caso, si gana el Apruebo, se van a llevar la pelota para la casa?

No nos vamos a llevar la pelota para la casa. Nuestro compromiso como FA, como Apruebo Dignidad, va a estar por avanzar por estos acuerdos que suscribimos.

Los exconvencionales están molestos porque “cocinaron un acuerdo” sin que siquiera esté aprobado el nuevo texto constitucional.

Entiendo la molestia de algunos y algunas perfectamente. Un año en que se sacaron la mugre trabajando. Pero no es una cocina. Es un acuerdo político de fuerzas oficialistas que nos pide el Presidente Boric.

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