Si es que todos cumplen su palabra, a partir del 22 de octubre de este año la diputada y jefa de bancada del PC-FREVS-independientes, Karol Cariola, se transformaría en presidenta de la Cámara.

Sería la quinta mujer en ejercer el cargo. Sin embargo, el principal hito histórico es que sería la primera comunista en asumir la titularidad de la testera.

“Espero que el acuerdo administrativo al que llegamos con varias fuerzas políticas se sostenga y que se cumpla”, comenta Cariola , quien actualmente ejerce como presidenta de la Comisión de Constitución, función desde donde le correspondió poner en tabla el debate del llamado “quinto retiro”, a pesar de la resistencia inicial del gobierno.

“Uno de mis compromisos como presidenta de la Comisión de Constitución, y lo mismo sería si llegase a ser presidenta de la Cámara, es el cumplimiento de los reglamentos y de la voluntad mayoritaria de la Cámara. No soy partidaria de vetar las discusiones, las discusiones hay que enfrentarlas”, comenta la legisladora, quien fue una de las articuladoras para que La Moneda presentara una propuesta alternativa al nuevo giro previsional que promovía la diputada Pamela Jiles. La idea era evitar un desbande masivo de parlamentarios oficialistas, que hasta antes de la propuesta del Ejecutivo (que establecía un retiro acotado), solo tenían dos opciones: aprobar el “quinto retiro” o no aprobar.

En el PC han dicho que fue una frustración el rechazo al proyecto alternativo del gobierno al “quinto retiro” y que ahora procede concentrarse en las reformas estructurales. ¿Coincide?

Evidentemente, quienes nos jugamos por aprobar el retiro del gobierno, este retiro focalizado, responsable, enfocado en las personas más pobres, las mujeres, las personas que tienen deudas, obviamente fue un poco frustrante que no se aprobara. Me llama la atención que algunos parlamentarios que aprobaron la reforma constitucional que no hayan aprobado el otro proyecto. Más que preocuparles las personas, había una intención de generarle una derrota al gobierno. Ahora hay diputados de RN que están solicitando al gobierno que ponga en tramitación su proyecto.

¿Con las reformas estructurales se cierra el capítulo de los retiros?

Tengo entendido que el gobierno no va a insistir con el proyecto tal cual lo presentaron, pero sí van a insistir en buscar soluciones. Los precios subieron, la situación económica es apremiante, hay una desvalorización de los salarios. Por eso, no basta con las 21 medidas (económicas y sociales) que el gobierno presentó, es necesario seguir complementándolas.

Usted a nombre de su bancada también pidió transferencias directas, es decir, bonos.

El gobierno debiese evaluar la posibilidad de generar algunas transferencias directas a aquellas personas que más lo necesitan. Hay familias que llevan más de un año de cesantía. Hay que buscar opciones y hemos puesto sobre la mesa al gobierno distintas iniciativas.

También pidieron adelantar las reformas previsional y tributaria. El ministro Marcel se comprometió al segundo trimestre.

Lo que es relevante es que parta el proceso prelegislativo. Efectivamente, si presentan un proyecto de ley, antes de tener la resolución de la Convención Constitucional, es complejo el cruce de información. Pero el proceso prelegislativo tiene que partir ahora ya. Y eso tiene que ser una conversación con todos los sectores políticos.

Gloria Naveillán va a ser sancionada por los Republicanos por aprobar el “quinto retiro”. ¿Ustedes adoptarán alguna medida contra la diputada Marisela Santibáñez, quien también aprobó?

No, de ninguna manera. Estamos conscientes de que la discusión de la reforma era compleja y difícil y los diputados y diputadas tenemos una decisión personal. La diputada Santibáñez tomó una decisión y la respeto.

Usted dijo que el resultado de la gestión del gobierno para lograr los votos para el proyecto alternativo no fue positivo. ¿Da credibilidad a la versión que levantó el diputado Camaño (indep.-DC), de que hubo gente del gobierno que apostó a que se rechazara esa propuesta?

En la política no hay nada peor que generar acciones a partir de cahuines, chimuchina, cuando uno acusa al gobierno de algo tan grave, como un autoboicot, hay que hacerse cargo, porque el gobierno a través de sus voces oficiales nos dijo que ellos hicieron los esfuerzos por conseguir los votos. Lo que está claro es que no se consiguieron y ahí habrá que hacer una evaluación y una autocrítica. Eso no significa darle crédito a una acusación sin responsabilidad.

¿Y en el PC hay autocrítica, porque el proyecto alternativo se presenta a petición de ustedes?

Hicimos todos los esfuerzos como PC para contribuir. Creíamos que había que buscar una fórmula alternativa para las personas que más lo necesitaban. No nos conformábamos con decir no a la reforma original, sino que había que buscar alternativas y, por eso, hicimos una propuesta que se construyó con distintos sectores.

¿Quedan resentidas las relaciones con el gobierno por ese revés?

En lo absoluto, nuestro compromiso con el gobierno del Presidente Boric es pleno. Estamos comprometidos con la necesidad de que las reformas estructurales se cumplan. También tenemos entusiasmo para que el programa de gobierno se cumpla y vamos a contribuir.

Pero incluso el Presidente admitió que faltó diálogo. ¿Qué le faltó al gobierno?

Eso requiere de un análisis muy profundo. Habrá que hacer las autocríticas a quienes corresponda. Nosotros lo que hicimos fue proponer y generar propuestas para que las ciudadanas y ciudadanos pudieran tener una respuesta a sus necesidades. Y como no nos conformamos, no nos vamos a quedar con los brazos cruzados, por eso, estamos levantando distintas propuestas: para proteger la canasta básica, para que incluso se evalúen transferencias directas y para que existan soluciones concretas a las mujeres que tienen pensiones alimenticias pendientes.

El PC va a renovar la directiva. Ya definieron la fecha de cuando comienza el Congreso partidario.

Se definió que el Congreso debiera partir a fines de este año y son varios meses de discusión. La discusión parte de las células, luego los comunales, luego los comité regionales y finalmente hay una instancia nacional, al que llegan delegaciones de todo el país. Va a ser muy significativo para nosotros dar este debate teniendo el primer año de gobierno, porque nos va a permitir tener elementos para la discusión, en función de los años que vienen.

Sé que las formas en el PC son distintas a otras colectividades, pero independiente de eso, ¿le gustaría ser aspirante a presidir el partido?

Como diputada y militante, siempre he estado a disposición de las tareas que el partido me ha planteado, siendo parlamentaria, fui secretaria general de la Juventudes Comunistas. Pero a diferencia de otros partidos, la discusión tiene que estar dada por las necesidades del período, no por candidaturas, o intereses particulares o personales. Esa sería la peor manera, si se empiezan a levantar candidaturas individuales para presidir el PC, sin un debate previo del contexto y la coyuntura.

El senador Núñez dijo que le costaba entender las críticas de Daniel Jadue al gobierno. Hay incomodidad por estos cuestionamientos del alcalde.

El alcalde Jadue lo conocemos y sabemos que no tiene mayores aprensiones en entregar su opinión públicamente, lo hace permanentemente y sabemos que es algo que ocurre. Sin embargo, me quiero quedar con las palabras de la ministra vocera de gobierno (Camila Vallejo) sobre la necesidad de que todos los alcaldes del oficialismo se sumen y no tomen palco de la discusión que el gobierno está enfrentando. La opinión del PC formalmente ha sido comunicada por su presidente y es que nosotros tenemos un compromiso pleno con el gobierno del Presidente Boric en el cumplimiento de su programa. Cualquier crítica particular es responsabilidad de cada dirigente político, entre ellos el alcalde Jadue.

El año pasado, ud. fue (junto a la actual ministra Vallejo), una de las principales críticas del Senado por la demora de proyectos de ley. Eso coincidió con el proceso de campaña de la Constituyente. ¿Su crítica influyó para que cuajara la idea de poner fin al Senado en la Convención?

He manifestado hace varios años nuestra posición como PC de avanzar hacia a un Congreso unicameral. Es algo que propusimos, incluso, en un proyecto de ley. Sin embargo, quiero separar las cosas. Una cosa es el debate de la Convención. Y otra cosa es que durante el periodo pasado nos costó muchísimo que el Senado tomara en consideración proyectos de ley de alta urgencia ciudadana, que salían de la Cámara, de los cuales, en varios, soy autora: las cuarenta horas, sin consentimiento es violación, derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, el royalty minero, el impuesto a los súper ricos. Y la verdad, es que nosotras lo denunciamos, porque nos dimos cuenta que los proyectos llegaban al Senado y se quedaban estancados. Era constatar una realidad, no tenía que ver con una campaña contra la institución. Mi problema no es contra el Senado, sino generar una institucionalidad más ágil para la democracia que estamos construyendo.

Pero no era mejor cambiar el sistema electoral. Tal vez el problema son las personas que llegan al Senado y no la institución. Ud. es la diputada más votada y si no fuera por su edad (no tenía 35 años cumplidos), perfectamente pudo haber llegado al Senado.

El problema no es el Senado en sí mismo, sino cómo ha funcionado. Se ha transformado en una institución que responde a algunos elementos que la propia ciudadanía ha cuestionado, por ejemplo, la demora, la burocratización. Hoy es una institución adulto-centrista, o sea, que solo pueden llegar personas sobre 35 años al Senado, es un problema para la democracia, considerando que tenemos un Presidente que tiene 36 años. Que se elija la mitad de los senadores en cada período, es un problema, porque no permite la renovación de manera permanente. Habla de una institución arcaica del punto de vista de la democracia moderna, la alternancia y la renovación generacional. En el Senado estuvo el dictador más terrible de este país, Augusto Pinochet. El Senado es una institución que ha dado curso a distintas situaciones que no encarnan el tipo de democracia al que yo aspiro.