El viernes 23 de junio, minutos después del mediodía, la senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic, adelantó en un punto de prensa que la alianza de gobierno, que agrupa a los partidos del Socialismo Democrático y de Apruebo Dignidad, publicaría una declaración en conjunto, como respuesta al escándalo de las transferencias directas que se hicieron entre el Ministerio de Vivienda y Democracia Viva, donde están involucrados militantes de Revolución Democrática (RD) y que, en ese momento, recién se destapaba.
La propuesta de declaración, según afirman personeros del sector, alcanzó a socializarse en el grupo de WhatsApp que comparten los timoneles. Además de condenar los hechos, el texto tenía un tono crítico con el comportamiento que, en ese momento, adoptó la oposición ante el caso. Un escrito que, aún así, no logró convencer a todos. Según quienes fueron parte de las conversaciones, la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, advirtió que era necesario hacer un duro mea culpa como alianza y no apuntar los dardos a la oposición. En tanto, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social, Flavia Torrealba, insistió con que se debía mencionar la presunción de inocencia de los posibles implicados.
Finalmente, la idea no cuajó. Y, en consideración de los estragos que provocó la lluvia en distintas zonas del país ese día, el comunicado no salió a la luz.
La declaración que no existió da cuenta de lo complejo que ha sido para la alianza de gobierno ponerse de acuerdo sobre cómo responder a la crisis que provocó el caso, que es calificada por algunos como la más grave que ha debido enfrentar la administración del Presidente Gabriel Boric.
Dentro del Socialismo Democrático -coalición que agrupa al PS, el PPD, los radicales y los liberales- han tomado cierta distancia de la crisis que encabeza RD. Piergentili y Leonardo Cubillos (radical), por ejemplo, no han tenido contacto con Latorre desde que el tema explotó, más allá de las reuniones que agrupan a todos los partidos.
En la coalición, además, sinceran cierta incomodidad, porque consideran que el gobierno debió reaccionar más rápidamente ante la crisis y hacer un llamado a la contención desde los distintos ministerios. En ese sentido, esta semana la senadora Vodanovic sostuvo una conversación con la ministra del Interior, Carolina Tohá.
De hecho, en el Socialismo Democrático dicen que, salvo las bajadas comunicacionales que manda la Secretaría de Comunicaciones (Secom), los ministros del comité político no han hecho esfuerzos por ordenar al oficialismo para enfrentar el caso.
Pese a la distancia, en las directivas de esa coalición han optado por no criticar duramente a RD y por dar un paso atrás. De hecho, Piergentili y Vodanovic han estado en permanente contacto y ambas, según afirman en el sector, le han ofrecido al gobierno colaboración para enfrentar la crisis. Por lo mismo, también las dos han conversado con algunos de los parlamentarios de sus respectivos partidos para pedirles que “cuiden el tono” y que sean “responsables” a la hora de emitir declaraciones.
Así, salvo algunas excepciones, como los senadores socialistas Fidel Espinoza y Gastón Saavedra -quienes han tenido posturas críticas sobre el Ejecutivo y el FA-, la mayoría de los legisladores ha tenido intervenciones moderadas. En parte, porque no quieren contribuir a los ataques que ya reciben desde la derecha. También, porque buscan evitar interferir en el futuro de la reforma tributaria que contempla el gobierno y que depende de los votos de la oposición.
Otras fuentes de la coalición sugieren que si bien ellos no están para hacer “defensas corporativas”, sería “injusto” irse contra RD, puesto que “las responsabilidades son individuales”. En esa línea, algunos admiten que Latorre solicitó ayer en la reunión de partidos oficialistas “no hacer una defensa corporativa” del caso, puesto que RD “actúa con la máxima rigurosidad”.
En esa línea, en un primer minuto, Vodanovic hizo saber a las demás colectividades que “cuando el problema es de uno de los partidos, finalmente tenemos que actuar en conjunto para poder dar soluciones. Aquí no se trata de hacer una caza de brujas”. Por su parte, Cubillos sostuvo que “la situación actual es una oportunidad (...) de salir con una agenda de probidad contundente y transversal, que permita evitar situaciones como las denunciadas”. Su par del Partido Liberal, Juan Carlos Urzúa, en tanto, sostuvo que la coalición ha definido que “seguir ahondando en los dimes y diretes entre partidos está muy lejos de la sensibilidad de la ciudadanía”.
Otra razón de peso para no cuestionar a viva voz al partido de Latorre es que no quieren actuar, dicen, “de la misma forma que el Frente Amplio en años anteriores”. Lo que quieren evitar, agregan las mismas fuentes, es que se diga que hoy ellos son los que pretenden mostrar una “superioridad moral”, término utilizado por el ministro Giorgio Jackson (RD) el año pasado y que molestó al Socialismo Democrático. “Ese discurso (de superioridad moral) siempre fue errado (...)”, dijo Piergentili la semana pasada.
A una semana del intento de comunicado, los esfuerzos del Socialismo Democrático están puestos en respaldar al Presidente Boric, al menos públicamente. Eso sí, en eso también han existido excepciones, por ejemplo, el senador Saavedra (PS) cuestionó que el Jefe de Estado respaldara a la delegada del Biobío, Daniela Dresdner.
En privado, en las directivas de los partidos algunos también lamentaron que el Mandatario entregara ese apoyo -aunque él mismo ayer precisó que sus palabras no apuntaron a ningún “blindaje”-, poniendo en juego su capital político.