No fue una sorpresa, pero son datos que mantienen en alerta a La Moneda. El informe que hace habitualmente la Secretaría de Comunicaciones (Secom) del gobierno, y al que accedió La Tercera, arrojó que el caso del ex subsecretario Manuel Monsalve -quien fue acusado de violación y hoy se encuentra en prisión preventiva- concentra todos los “flancos” del Ejecutivo.
El análisis -que se realizó entre el 11 y el 18 de noviembre y que se entregó el lunes a ministros, jefes de gabinete y encargados de comunicaciones- recoge la lista de hitos negativos que miden en Palacio cada semana.
En ese documento se da cuenta que el caso judicial del ex subsecretario incluso supera la crisis de seguridad que atraviesa el país.
En esos informes, el Ejecutivo identifica los 25 temas más relevantes para la opinión pública, los que califican en rojo aquellos que tienen menciones negativas, son “flancos” y se asocian al gobierno, verdes si son positivos y amarillos si representan un riesgo, pero no se asocian a La Moneda.
En esta ocasión, el análisis arrojó que en el ítem “casos judiciales”, que incluye el caso Monsalve, se posicionó con 12 apariciones de riesgo y 21 veces como “flanco”.
El informe entregado semanalmente también evalúa las apariciones de Presidente Gabriel Boric. En este caso, surgieron tres que, según identifican, corresponden a “críticas por el post sobre caso Monsalve, activación opositora por declaración a Fiscalía”.
Esto, en relación a que Boric, a los pocos minutos de la detención de la exautoridad, escribió -el jueves 14 de noviembre- en su cuenta de X que “en Chile nadie está por sobre la ley”.
A ello se suma la filtración de la declaración del Presidente ante la Fiscalía, lo que generó, advierten en el informe, una activación en la oposición. Ambos hechos, en los que se vio envuelto el Jefe de Estado, desataron críticas y pusieron nuevamente a La Moneda contra las cuerdas.
En materia de seguridad, en tanto, el análisis arrojó 35 apariciones consideradas como riesgo, pero solo uno considerado como flanco.
Por lo mismo, el gobierno concluyó que los hitos negativos más mediatizados sobre el gobierno superaron a los positivos. Además, sostienen lo evidente: que esto responde a las repercusiones del caso Monsalve y las acusaciones al Ejecutivo de supuesto encubrimiento y obstrucción a la investigación.
Aunque lo estudiado por la Secom solo alcanzó a este lunes, esta semana -reconocen en Palacio- ha sido una de las más duras, porque nuevamente el caso ha estado copando el interés público y no han logrado encontrar la fórmula para sacar la controversia de la casa de gobierno.
Hasta ahora, La Moneda ha intentado sortear la crisis, sin éxito, y para eso ha seguido operando el cuestionado comité de crisis, el que ha estado buscando fórmulas para intentar volver a recuperar la agenda.
Solo en esta semana se profundizaron los cuestionamientos tras conocerse que el jefe de gabinete de Boric, Carlos Durán, y el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi, y otros asesores de segunda línea estaban al tanto de la denuncia contra Monsalve antes de que se conociera públicamente el caso. Esto provocó que las críticas no solo provinieran de la oposición, sino que también de las propias filas oficialistas, desde donde llamaron al gobierno a realizar una “cirugía mayor” en el gabinete y los asesores.
Pero el propio Presidente contribuyó a que surgieran más reparos a la gestión y manejo del gobierno. El martes, luego de que la justicia decretara la prisión preventiva de Monsalve, el Mandatario decidió comentar el caso. “Es una decisión correcta por parte de los tribunales y demuestra que acá nadie está por sobre la ley”, dijo este miércoles el Presidente, durante la promulgación de la ley de funerales de alto riesgo en San Ramón.
Esto provocó que la senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic, dijera en radio Duna que “en este caso se ha hablado ya demasiado, yo esperaría que dejemos, como dijo el Presidente (Ricardo) Lagos, que las instituciones funcionen, que cada órgano se aboque a lo que corresponde”. Ese diagnóstico, en todo caso, es compartido por una mayoría de dirigentes del sector.
Reuniones extraordinarias
El caso Monsalve se ha transformado en el inquilino no deseado en La Moneda, por lo que tuvieron que activarse en dos oportunidades, solo esta semana, algunos de los integrantes del comité de crisis.
La instancia analizó el impacto de la controversia y buscó opciones que permitan evitar que vuelva a la casa de gobierno. Uno de los temas que se discutieron fue el impacto que podría tener para La Moneda si es que Monsalve -en su estadía en la cárcel de Rancagua, donde cumple prisión preventiva- sufriera alguna agresión.
La inquietud radica en que si eso ocurre, levantaría críticas hacia el gobierno por la falta de seguridad en los recintos penitenciarios. Sin embargo, hay otros que advierten que el Ejecutivo no puede verse “favoreciendo” al ex subsecretario, por lo que abordar el tema sigue siendo un dilema.
Este comité de crisis -cuyos participantes varían- también ha sido objeto de cuestionamientos estos días. Esto, porque entre sus integrantes están personeros que se enteraron antes de que el caso estallara de forma pública, entre ellos, Carlos Durán, Miguel Crispi y Pía Mundaca, la jefa de gabinete de la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD).
De todas maneras, La Moneda ha intentado hacer frente a las críticas, incluyendo las que vienen desde el propio oficialismo.
Así, este jueves la ministra de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo (PC), salió a defender el manejo que han tenido en la materia y a intentar contrarrestar las acusaciones de la oposición sobre un supuesto “pacto de silencio”. Esto último, de acuerdo a los análisis internos, se logró instalar en la opinión pública, por lo que debían salir a negarlo.
De esta forma, Vallejo señaló que “queremos ser tajantes como gobierno en este tema y muy categóricos. En política no todo vale (...). Si hay algo que no hemos hecho como gobierno es guardar silencio”.
Hasta ahora, los intentos de Palacio no han surtido efecto y algunos creen que el único camino viable es insistiendo en sacar adelante las reformas más emblemáticas, entre ellas, la previsional y también proyectos como el fin al Crédito con Aval del Estado (CAE). Sin embargo, ese objetivo está cuesta arriba debido a que, hasta ahora, no están los votos y la oposición se inclina por no entregar apoyo a esas iniciativas con el objetivo de no concederle triunfos al Ejecutivo.
Por lo mismo, la señal que entregó Boric el jueves -cuando se acercó al presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, para pedirle que retomaran las conversaciones- algunos lo interpretaron como una señal en esa línea.
Con esa colectividad, la relación del Presidente ha sido particularmente tensa y la ha emplazado en más de una ocasión.
Hasta ahora, en todo caso, no han agendado ninguna cita con el gremialismo.
Además, La Moneda todavía no muestra un diseño claro para enfrentar su agenda legislativa, lo que mantiene en alerta a los partidos de gobierno, que -advierten- se les agota el tiempo.