Aunque faltan 16 días para que los distintos colectivos de la Convención Constitucional puedan presentar los patrocinios necesarios para confirmar sus cartas para la Comisión de Armonización, eso no ha sido impedimento para que durante esta semana se empezara a conversar de manera incipiente la materia dentro del órgano constituyente.

La Comisión de Armonización -que de acuerdo al reglamento funcionará entre el 17 de mayo y el 9 de junio-podría ser la última instancia para hacer cambios sustantivos a la propuesta de nueva Constitución.Por eso su composición final es un tema que preocupa tanto dentro como fuera de la Convención.

En el reglamento del órgano constituyente se establece que la Comisión de Armonización - que será integrada por 40 convencionales de todos los colectivos- tiene como objetivo visibilizar las contradicciones, errores gramaticales o problemas de coherencia del borrador de nueva Constitución.

Y si bien ahí mismo se explicita que ésta no contará con la facultad de modificar o reemplazar una norma ya aprobada, ni tampoco podrá escribir nuevos artículos, lo cierto es que dentro de la Convención algunos creen que sus facultades son interpretables.

En este contexto, es que entre los distintos colectivos ya se asoman algunos nombres que podrían integrar la instancia, para la cual cada postulante requiere de la firma de cuatro convencionales -tres en el caso de los escaños reservados-, los que pueden entregar solo un apoyo por candidato.

Así, por ejemplo, en el Colectivo Socialista -que tiene 16 constituyentes, por lo que podría empujar a cuatro integrantes-, suenan Pedro Muñoz, Ricardo Montero, Tomás Laibe y Andrés Cruz.

En la derecha, en tanto, poseen 37 convencionales, lo que les da la opción de contar con 9 integrantes en Armonización. Ahí, se asoman nombres como Constanza Hube, Ruggero Cozzi, Hernán Larraín, Rodrigo Álvarez y Cristián Monckeberg.

En el Frente Amplio, por otro lado, tiene 17 convencionales, por lo que podrían tener a cuatro integrantes en la comisión. Hay bastante consenso sobre que la convencional Amaya Alvez debiese representar al colectivo. Actualmente, ella es una de las vicepresidentas adjuntas de la Convención. Si bien no hay un impedimento reglamentario para que las vicepresidencias conformen la comisión, desde el FA argumentan que Alvez tendría que dejarla mesa por un tema de carga de trabajo.

En el caso de Independientes No Neutrales -colectivo de 13 convencionales, al que le corresponderían tres integrantes-, los nombres que suenan para estar en la Comisión de Armonización son el de Tammy Pustilnick, Patricia Politzer, Guillermo Namor y Mauricio Daza.

Por otra parte, en Pueblo Constituyente -que tiene 11 integrantes- los nombres que más se mencionan son Camila Zárate, Ingrid Villena, Daniel Bravo y Francisca Arauna. Las dos últimas cartas son las que generan mayor consenso.

El Colectivo del Apruebo, a su vez, tiene siete convencionales, por lo que podrían presentar solo un patrocinio. Aunque transmiten que intentarán conseguir una firma adicional para tener dos, sugieren a Felipe Harboe y a Fuad Chahin.

En tanto, desde Chile Digno -compuesto por 11 integrantes, por lo que podrían presentar dos cartas- manifiestan que aún no hay nombres sobre la mesa, aunque algunos mencionan a Marcos Barraza como alternativa. Lo mismo ocurre con la Coordinadora Plurinacional -compuesto por 17 convencionales- y Movimientos Sociales -integrado por 12-, donde transmiten que aún no tienen alternativas.

Dentro de los nombres que se mencionan, existe una tendencia: son personas que, a criterio de sus colectivos, conocen en detalle el trabajo de las distintas comisiones temáticas y tienen un perfil “más político”. Además, la mayoría de los mencionados son abogados.

Discusión por las facultades

La composición de la Comisión de Armonización no es el único tema que preocupa entre los convencionales, sino que hay un factor más de fondo: cuáles serán las atribuciones de la instancia y si podrá hacer cambios sustantivos en contenido, como interpretan algunos.

Esta materia ha sido motivo de mayor análisis, sobre todo, luego que un grupo impulsara una página web con una campaña denominada “Una que nos Una” creada por la exsenadora de la DC Carolina Goic; la profesora y fundadora de “Marca AC” Magdalena Garretón; entre otros, que busca que la Convención Constitucional le entregue más atribuciones a la comisión de Armonización, con el fin de “consensuar un texto constitucional que pueda ser aprobado por una amplia mayoría en el plebiscito de salida”.

Así, por ejemplo, desde el FA manifiestan que el pleno es el órgano decisorio máximo, y que la Comisión de Armonización en ningún caso debería suplirlo. Una parte de los socialistas, por otro lado, considera que no está claro si durante esta instancia se puede o no “hacer cambios sustantivos” en el contenido .

Esta inquietud es compartida por otros colectivos. Según algunos constituyentes, la comisión sí podrá sugerir supresión de artículos. Pero si lo llega a hacer, según explican, sólo sería una recomendación que finalmente tendrá que visarse por dos tercios en el pleno. Como sea, actualmente no tiene las facultades para realizarlo por su propia cuenta.

La propuesta de la mesa

Desde la mesa directiva de la Convención también ven con atención el desarrollo de esta etapa. De hecho, la semana pasada enviaron a los colectivos una minuta de temas relacionados a la comisión de armonización, para que puedan discutirlos en conjunto. Así, consultan opiniones sobre sus atribuciones, la forma de tramitación de las normas y el quórum de aprobación.

Una de sus vicepresidencias explica que armonización está encargada de elaborar un informe con indicaciones, el que deberá ser votado por el pleno. Si este se llegase a rechazar, las propuestas quedarían excluidas del borrador de Constitución y le correspondería al Congreso encargarse de ella.

Por esta razón, y para aumentar las posibilidades de que las iniciativas se aprueben dentro del proceso constituyente, la mesa propone un quórum de aprobación de comisión de tres quintos.

Asimismo, plantean discutir sobre la tramitación de normas transitorias, es decir, aquellas regulaciones que establecen el procedimiento y los plazos de implementación de las normas que contendrá la nueva Constitución, si es que ésta se aprueba.

El tema es clave en un contexto en que se están impulsando cambios relevantes, por ejemplo, la eliminación del Senado.

Así, algunos proponen que armonización sea la encargada de recibir las normas transitorias, aunque otros sugieren que estas debiesen ser revisadas por su respectiva comisión temática, mientras que otros proponen que se constituya una comisión paralela que se aboque específicamente a los artículos transitorios.

Por otro lado, entre los convencionales también se comenta la idea -propuesta por Pustilnick- de adelantar las elecciones de la comisión de armonización, para lograr acelerar el trabajo que tienen por delante.