Es un autor tardío. El afamado escritor y guionista francés -nacido en 1951-, un icono de la novela negra y policial, podría no haber desplegado su talento. Escribía, pero sus trabajos no eran aceptados por ninguna casa editorial. Se desempeñaba como profesor y seguía escribiendo. Dice que vivía con una mujer que pensaba que “yo tenía mala suerte”. Hasta que un día conoció a la persona que le cambió la vida. Ella, Pascaline, lo leyó y le dijo que terminara la novela y que la publicarían de todas maneras. Costara lo que costara. Lo envió a 22 editoriales. Todas dijeron que no. Él ya había perdido las esperanzas. “En ese momento le comenté que tal vez su teoría tenía límites y ella solo me contestó que estaba equivocado. Quince días más tarde recibí una llamada de un editor diciéndome que se había equivocado y estaba interesado. Mi pareja me dijo: “¿Ves? Era un error”, contó a The New York Times.
Pierre Lemaitre ha dicho que después de eso hizo lo que cualquiera habría hecho: “Me casé con ella, porque nunca iba a encontrar otra mujer igual”, contó. La vida le reservaba más sorpresas, más grandes: su novela Nos vemos allá arriba, obra alejada del género policial, lo llevó a ganar el prestigioso Premio Goncourt, convirtiéndose, además, en uno de los best-sellers del 2013. También recibió un César en 2017 por la adaptación de ese mismo libro. En 2019, Nicolas Boukhrief llevó al cine la historia que se relata en su novela Tres días y una vida. La serie de Netflix Recursos inhumanos ha tenido gran éxito y está basada en su obra.
Con más de 40 traducciones, su carrera lo ha convertido en uno de los referentes de la literatura francesa. En todos estos años ha recibido más premios y ha conocido más lectoras y lectores. El CWA International Dagger, el Tulipe, el Le Point o el Raffaelo Brignetti. Su última novela, El ancho mundo (2022), es una saga familiar de una familia en Beirut. Lemaitre quería allí seguir explorando la historia de su país y de los famosos “30 años gloriosos” de Francia, que son los tres decenios: los años 50, 60 y 70, donde el país gozaba de una buena salud económica, bajo desempleo -casi reducido a cero- y buena seguridad social.
Sobre esta novela y de su carrera, así como acerca de sus reflexiones y convicciones políticas, contestó preguntas de La Tercera vía e-mail, desde Francia.
Ha sido un escritor muy resistente. Publicó después de los 50 años y tras muchos rechazos. ¿Qué le hizo perseverar?
Una razón muy sencilla: no podía abstenerme de escribir. No era perseverancia, sino práctica lo que necesitaba.
Contó que su actual esposa fue la que siempre creyó en usted... ¿Dudó de sí mismo?
Soy un hombre fácilmente invadido por la duda. Incluso hoy, no puedo ver una de mis novelas publicada sin preguntarme si es un buen libro o uno malo. La ventaja de mi situación es que alguien está habitado por la confianza de la que soy incapaz.
¿Qué reflexión sobre el éxito y el fracaso tiene después de esta experiencia?
Por desgracia, ninguna... Siempre nos tranquiliza pensar que nuestros éxitos se deben a nuestro talento, porque nos disgustaría pensar que se los debemos a la suerte... En cuanto a mí, solo saco una certeza de todo esto: el pensar que tengo razón en confiar más en mi trabajo que en mi talento.
“En tiempos de cataclismo descubrimos la verdad sobre quiénes somos”, dijo. ¿Qué descubrimos, a su juicio, en 2022, tras la pandemia y la invasión rusa a Ucrania?
No soy un filósofo, no pretendo “aprender lecciones” de la historia. Mi reflexión es sólo la de un ciudadano y no tiene más interés que la de cualquier otro ciudadano. Pero si me pregunto por estas dos crisis, diría, en primer lugar, que el Covid -lamentablemente- nos ha hecho perder la lección esencial que pudimos haber aprendido de él: este virus (y luego la procesión de sus variantes) es producto de la sobreexplotación industrial de nuestro entorno. Y esta sobreexplotación es la simple aplicación de las reglas básicas del capitalismo, que siempre prefiere las ganancias más abundantes y de muy corto plazo a las consideraciones de largo plazo. La aparición del Covid podría habernos permitido reflexionar sobre esta cuestión... (Pero) en realidad, cada uno de nosotros simplemente esperaba rehacer, lo más rápido posible, nuestra vida antes del Covid. En cuanto a la invasión rusa, ‘me fascina’: cómo un hombre casi solo puede lograr llevar a un país entero a una guerra tan asesina es un misterio sin fondo para mí.
Después de escribir y reflexionar sobre la historia, ¿qué lecciones saca Europa de la guerra en Ucrania?
Intenta inventar una acción colectiva, pero es muy difícil. Esta dificultad viene de lejos. Se debe, creo, a que los gobernantes de los “Gloriosos 30 años” prefirieron crear una Europa económica antes, o incluso en lugar de, una Europa cultural. ¿Cómo podrían 27 Estados, con culturas e historias tan diferentes, lograr una acción concertada, basada en una sólida base cultural común?
Secretos de familia
Gran interés desató su serie policíaca del inspector Camille Verhoeven (de 2006 al 2012). Luego, Lemaitre publicó la trilogía Los hijos del desastre, compuesta por Nos vemos allá arriba (2013), que ganó el Goncourt; Los colores del incendio (2018), y El espejo de nuestras penas (2020). Fue su gran retrato de los años de entre las guerras mundiales. El ancho mundo inicia una tetralogía que continúa la serie anterior.
“Fue algo puramente mecánico, en mi trilogía Los hijos del desastre había escrito sobre los años 20, 30, 40... y me dije: ‘¡Voy a hacer los años 50! ¡Y luego haré los 60!’. ¿No le parece increíble? ¡Qué genialidad! ... Así que, del dicho al hecho, empecé otra trilogía que siguiera la primera, que en realidad va a ser una tetralogía (la cosa se complicó) que acabará en 1965. ¿Y sabe qué haré luego? ¡Otra trilogía! Una que empezará a principios de los 70 y acabará con la caída del Muro de Berlín en 1989″, contó a La Vanguardia.
La novela comienza en marzo de 1948. Louis Pelletier -el patriarca de familia- celebra con un especial y tradicional rito el aniversario de su Jabonería Pelletier e Hijos, en Beirut. Es una empresa familiar que ha prosperado muchísimo. Sus cuatro hijos y su esposa lo acompañan en esta fecha. Pero poco a poco se van presentando las dificultades de cada cual, y su relación con la empresa y con sus proyectos de vida. La saga familiar -con todos los demás personajes aledaños a los principales- cubre 30 años de su vida; esos 30 años de la historia de Francia que Lemaitre quiere complejizar.
Esta novela es una saga familiar que explora los secretos familiares y sus efectos nocivos. “Es una historia sobre los efectos desastrosos de lo que no se dice”, dijo usted. ¿Cómo funciona el manto de silencio dentro de una familia?
El secreto familiar es único, en el sentido de que, por lo general, hay algunos miembros de la familia que lo saben y otros que no. La otra peculiaridad es que, con el tiempo, quienes conocen el secreto se hacen a la idea de que nunca será revelado, lo que muchas veces es falso. Finalmente, su revelación es la mayoría de las veces un tsunami que rebaraja las cartas de las relaciones interpersonales, las opiniones que unos tienen sobre otros... y revela la solidez del grupo social que conforma la familia. La familia Pelletier lo comprueba.
Su libro desmitifica los llamados “30 años de gloria de Francia”. ¿Por qué?
A menudo imaginamos el período de posguerra seguido de tres décadas de sorprendente prosperidad en Francia. En realidad, estos 30 años son sólo 20, porque la “salida de la guerra” fue infinitamente más difícil de lo que generalmente se piensa. Mi novela intenta mostrar un lado desconocido de este período de la historia francesa.
Una característica de esos años era que los niños vivían mejor que sus padres. Hoy, en muchas partes del mundo, los niños ya no tienen esta esperanza, sino todo lo contrario. ¿No es eso peor?
El calentamiento global, que conducirá a una crisis económica sin precedentes en la historia del mundo, revierte esta convicción de muchos padres: todos saben que sus hijos están destinados a una vida más difícil que la suya. ¡Qué fracaso!
¿Cómo volver a mirar la historia a través de los ojos del presente y que esta lectura sea útil?
Afortunadamente, no es necesario releer la historia para comprender el presente, porque las consecuencias están ante nuestros ojos. Pero la historia tiene un gran beneficio en términos de reflexión: ¡Explica las causas!
¿Por qué las novelas policíacas atraen tanto a lectores y escritores? ¿Qué revela sobre los seres humanos?
La novela policíaca describe crímenes que son fruto de nuestras pasiones. Amores, ansias de poder, rencores, aferrarse al otro, odios... La novela policíaca habla siempre de lo que nos hace actuar, con el lado más bien práctico de ver, a través de la ficción, a personas distintas de nosotros haciendo cosas de las que, en el fondo, seríamos capaces...
Más viejo, más radical
Lemaitre se define como una persona de izquierda y apoya a la Izquierda Insumisa, de Jean-Luc Mélenchon. “A medida que envejezco me vuelvo más radical. Cuanto más tiempo pasa, más crece mi ira”, ha dicho.
“Vivimos en una sociedad terriblemente fracturada y que tiene al frente acontecimientos tan importantes: el calentamiento global, esta guerra en Ucrania que pronto cumplirá un año… La desestabilización de la economía mundial hace que sacar este tema a la palestra roce lo provocativo y lo torpe, y probablemente ambas cosas”, dijo a France Inter.
Usted recientemente firmó un manifiesto, encabezado por la premio Nobel Annie Ernaux contra el alto costo de vida y la inacción climática. Se ha identificado con la Francia Insumisa. ¿Qué define a la izquierda hoy, en su opinión?
Justicia social que debe pasar por una mejor distribución de la riqueza. Hoy, la brecha abismal entre los más ricos y los más pobres no solo aumenta la injusticia (ya que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres), sino que constituye el freno más poderoso contra la necesaria acción climática.
Usted dijo que tarde o temprano Marine Le Pen lideraría Francia. ¿Por qué sería ese un destino? ¿Qué hizo mal la izquierda para que esto sucediera?
No tengo demasiado miedo a la llegada de Marine Le Pen al poder: a riesgo de equivocarme, creo que es incapaz de acceder a él. Pero me temo que sus ideas pronto serán encarnadas por aspirantes mucho más creíbles capaces de lograrlo. La derecha asumirá, ese día, una terrible responsabilidad: la de haber favorecido a la extrema derecha para evitar el ascenso de la izquierda. Es el caso de Macron que, por ejemplo, no dudó en rendir homenaje al mariscal Pétain o a Charles Maurras... En cuanto a la izquierda, fue víctima de su incapacidad para unirse en lo fundamental.
Finalmente, después de mirar hacia atrás, ¿es más o menos optimista sobre lo que vendrá en esta década?
Soy bastante pesimista. Nuestros líderes mediocres, nuestros apetitos a corto plazo, nuestra incapacidad para cuestionar profundamente nuestros estilos de vida, nuestra incapacidad para compartir... Todo esto pesará mucho de cara al cambio climático. Creo que la humanidad está destinada a unas cuantas décadas terribles. Al final de este período, ¿se habrá logrado alejar su actitud suicida? No tengo la menor idea.