En el Palacio Consistorial, que alberga a la Municipalidad de Santiago, seis cuadros adornan uno de los pasillos que dirigen hacia la oficina del alcalde. Son las caras de quienes han regido la comuna desde el retorno a la democracia: Jaime Ravinet, designado en un primer período por el expresidente Patricio Aylwin y posteriormente electo por los vecinos; luego vino Joaquín Lavín, Raúl Alcaíno, Pablo Zalaquett, la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, y el antecesor de la actual jefa comunal Irací Hassler (PC), Felipe Alessandri. Ninguno, sin embargo, ha logrado ser reelecto.
Es ese antecedente histórico el que pesa sobre Hassler. Para el oficialismo está en juego si la alcaldesa del Partido Comunista sigue o no los pasos de quienes la antecedieron en el cargo. Mientras que para Chile Vamos, con Mario Desbordes (RN) como punta de lanza, la idea de recuperar un municipio que, en los votos, casi siempre le ha sido afín al sector.
Dependiendo de a quién se le pregunte, los cálculos internos dan leves ventajas o incluso “empates técnicos” entre ambas candidaturas. Lo que en la práctica solo entrega la certeza de una competencia estrecha, aún abierta y que le exige a ambos redoblar los esfuerzos en las últimas dos semanas de campaña.
Irací Hassler, contra todo pronóstico
Hassler, por su parte, debió sortear varias vallas para tener la opción de revalidar su sitio en la alcaldía. En medio del escándalo por la adquisición fallida de la Clínica Sierra Bella -donde Contraloría objetó su adquisición por sobreprecio en la tasación-, trascendió en más de una ocasión que la exposición del caso la tenía en reflexión a una repostulación. Y a inicios de este año, en medio de la negociación municipal, una facción Partido Socialista (PS) exigió primarias y puso en duda el criterio de “el que tiene, mantiene”.
Legalmente, por ser alcaldesa en ejercicio, la jefa comunal dejó su cargo para dedicarse a la campaña el pasado 26 de septiembre. La primera jornada de su despliegue comenzó con un recorrido desde las 7 de la mañana en estaciones de metro de la comuna en el sector sur y luego un casa a casa en el sector norte.
Su equipo de campaña está liderado por Pablo Monje-Reyes, experto electoral de la colectividad, y se han definido coordinaciones diarias, que incluyen análisis, revisión de sondeos internos y públicos y la preparación de las actividades de los días siguientes. También se ha hecho acompañar del diputado del Frente Amplio -y primera mayoría en el distrito 10- Gonzalo Winter, quien ha tomado el rol como uno de los voceros de la campaña.
“Va a ser una competencia estrecha, pero efectivamente nosotros apostamos a un pleno triunfo de Irací”, afirma Monje-Reyes. De todas formas, cualquier proyección que se haga tiene un “téngase presente”: el debut del voto obligatorio en los comicios municipales y de gobernadores.
Frente a la estadística que pesa sobre los alcaldes de Santiago y los intentos de reelección, el presidente del PC, Lautaro Carmona tiene su propia tesis. “Alguna razón hay, quizás porque la capital es insaciable en cuanto a necesidades, pero el trabajo que ha hecho Irací hacen que se valide”, plantea.
El despliegue de Hassler no es únicamente en terreno. De hecho su jefe de campaña explica que durante la primera etapa del despliegue se concentró fuertemente en redes sociales. Hoy, señala que hay un mapeo de los 26 barrios que tiene la comuna para realizar “puerta a puerta” y tener presencia en las ferias libres.
Otra dificultad que identifican es el alto nivel de conocimiento que tiene entre la ciudadanía su principal contenedor y carta de Chile Vamos, Mario Desbordes (RN). Consultado al respecto, el diputado Gonzalo Winter (FA), respondió que “eventualmente, Mario Desbordes puede atraer a un voto que tenga más ganas de votar por alguien de derecha que de reprochar la efectiva gestión de Irací Hassler”. Además de Winter, la diputada PPD Helia Molina también es parte de su equipo de voceros.
Eso sí, en el equipo de Hassler aseguran que a él le podría perjudicar el hecho de representar a un sector que actualmente está en crisis. Sin embargo, desestiman que sean aspectos que vayan a resaltar en lo que queda de campaña.
Mario Desbordes, la apuesta de la derecha
Dentro de la rutina de las últimas semanas, Mario Desbordes solo aparta un pequeño bloque horario por las mañanas para ir a dejar a su hija al colegio. Luego de eso, todo es campaña. En la última milla, si algo le preocupa al candidato a la alcaldía por Santiago de Chile Vamos es el despliegue en terreno.
Así, en lo más inmediato, el exministro de Defensa alista una serie de “hitos” para los últimos días de campaña. Uno es el aniversario del 18 de octubre. A cinco años del estallido social, en su comando afirman que ya se planifica una puesta en escena. El exministro tiene como su brazo derecho al exsubsecretario de Agricultura José Ignacio Pinochet y es aconsejado por otros personeros como el asesor de campañas, Pablo Matamoros.
También los candidatos a concejal Juan Mena (RN) y Leonel Herrera (UDI) están organizando un cierre de campaña en el Teatro Caupolicán para el próximo miércoles 23 de octubre. La cita contará con la presencia de otros candidatos del sector, como la carta de Chile Vamos a la gobernación de la Región Metropolitana, Francisco Orrego; la directiva de Renovación Nacional y Mena afirma que la invitación también está extendida para la abanderada presidencial de la UDI, Evelyn Matthei y la ex primera dama, Cecilia Morel.
Parte relevante del despliegue es el financiamiento. Aunque en los datos más recientes del Servicio Electoral (Servel) lleva ventaja en los aportes ($134 millones, versus los $110 millones acumulados de Hassler), Desbordes así se lo ha explicitado a su entorno más cercano.
De hecho, los exalcaldes de Santiago -que comparten un grupo de WhatsApp- también han desplegado gestiones para conseguir nuevos depósitos.
Y es que aunque la campaña municipal exige mucho menos recursos que una presidencial -experiencia que Desbordes ya marcó en su historial electoral-, en RN sí reconocen que siempre es una debilidad para el candidato opositor equiparar el despliegue de quien tuvo los últimos cuatro años la maquinaria del municipio.
En su equipo, y con los cálculos que dan cierta ventaja sobre Hassler, dicen que el momento más “riesgoso” de la campaña ya pasó: el 18 de septiembre. El hito fue seguido con atención a propósito de la alta exposición que implicaba para la actual alcaldesa. El riesgo, afirman, era que se acortara la distancia, lo que no habría ocurrido según sus análisis.
El propio Desbordes ha transmitido que la apuesta en los últimos días no es “derechizarse” ni enarbolar un discurso más duro porque sí. Es más, la estrategia final no busca apuntar a la gestión del Presidente Gabriel Boric, ni a la ministra del Interior, Carolina Tohá; o al Socialismo Democrático como sector. ¿La razón? Dicen que en esa coalición algunos militantes -privadamente- le han manifestado su apoyo al candidato de Chile Vamos.
Uno de los flancos que sí reconocen es la inmigración ilegal. El exministro cuenta con un fuerte apoyo de la comunidad venezolana. Es más, en una de las protestas en Parque Almagro citadas por la colonia de dicho país para manifestarse contra Nicolás Maduro, llegó la candidata del sector por Puente Alto, Karla Rubilar, Francisco Orrego y el propio Desbordes.
Si bien el voto migrante representa un porcentaje no despreciable en la comuna, Desbordes enfocará su mensaje de los últimos días contra la inmigración ilegal, a propósito del descontento de los vecinos manifestado durante la campaña.
En términos monetarios, RN ha aportado a su campaña $50 millones en cuatro depósitos. Y en apoyos políticos, la alcaldesa de Providencia y abanderada presidencial de la UDI, Evelyn Matthei lo ha acompañado a actividades en el barrio Franklin. También se estaría gestionando para los últimos días reunión con la ex primera dama, Cecilia Morel.
De todas formas, y en un sentir compartido con otros candidatos del sector, en el entorno de Desbordes existe la sensación de una falta de articulación como Chile Vamos para apoyar a los candidatos.